
Savater, una de las figuras públicas que más se han significado en la creación de un bloque constitucionalista que ejerciera de alternativa al nacionalismo, a quien consideraba cómplice del terrorismo, reconoció que tiene el agravio de las personas, "amigos y queridos amigos" que han perdido la vida, pero afirmó sin dejar de sonreír en ningún momento que "personalmente me he divertido mucho".
El escritor, quizá contagiado por el síndrome Sánchez Dragó, concluyó diciendo que de no ser por el terrorismo, "me hubiera dedicado a mis libritos, a ser académico".
Así que gracias al terrorismo pudo dedicarse a intentar formalizar una coalición entre Mayor Oreja y Nicolás Redondo para desbancar al PNV de Ajuria Enea, tentativa que la sociedad vasca frustró en primera instancia pero que, tras la Ley de partidos y la transfiguración del mapa electoral, consiguió llevar a un socialista a la presidencia del Gobierno vasco con los votos del Partido Popular.
Lo que a Savater le da la risa floja sólo puede provocar indignación democrática y vergüenza. Quienes le elevaron a los altares mediáticos tienen, en todo su esplendor, al becerro de oro del “cambio”. ¡Síganlo adorando, miserables.! y yo me partiré la caja.
Este señor (por llamarle algo) lo que es, es un SINVERGÜENZA. Ni más, ni menos.
ResponderEliminarPor cierto, la coincidencia entre las fotos, no pretenderá mandar un mensaje subliminal, ¿no?
Digo... por comentar...