viernes, 4 de octubre de 2013

TENTACIONES DEL PASADO

La Izquierda Abertzale ha convocado para hoy una manifestación en Bilbao. En esta ocasión, el objetivo es denunciar la detención, auspiciada por la Audiencia Nacional de casi una veintena de activista del colectivo “Herrira”. Otra movilización más. Legítima pero baldía. Es como un regreso al pasado. Un preocupante retroceso  que nos hace revivir como “el día de la marmota” sensaciones  que ya creíamos felizmente superadas. Pero que vuelven para preocupación de todos. Tal vez provocadas por el inmovilismo de unos, por su falta de previsión y adaptación a la realidad y por el impulso de quienes  pretenden evidenciar su fuerza ante circunstancias próximas que  les saquen los colores por la arbitrariedad con la que retorcieron  la aplicación del derecho en el pasado excepcional.

Pensábamos que, por fin estábamos libres de los macrojuicios. De los operativos policiales  de madrugada. De los controles de carretera con guardias civiles armados hasta los dientes. De las “jornadas de lucha” que siempre terminaban con incidentes.
Nos habíamos hecho a la idea de que la bendita normalidad había conquistado nuestras calles. Y no era para menos.  El jueves de la pasada semana, sin ir más lejos,  fui testigo de cómo el Delegado del Gobierno, Carlos Urquijo, transitaba al mediodía por el centro de Vitoria-Gasteiz en bicicleta. Sin escolta.  Afortunadamente libre, disfrutando  de algo que jamás debió perderse,  su derecho a vivir.

En los últimos días, por desgracia,  hemos revivido la pesadilla. Como si se instalara una inercia involutiva que nos llevara de nuevo al infierno de la confrontación. Habrá que buscar las causas de esta amenaza. Y poner remedios que nos  impidan retroceder.

La Izquierda Abertzale bloqueada

«A partir del nuevo curso político, habrá nuevas iniciativas que posibiliten avances en el proceso de resolución». Estas eran las palabras pronunciadas por Hasier Arraiz apenasveinticuatro horas después (4/07/2013)  de que las delegaciones de Sortu y el PNV hubieran mantenido  su primer contacto público normalizado. Las “prioridades” de estas iniciativas, según  el dirigente de la Izquierda Abertzale,  se vincularían al futuro de los presos de ETA, el desarme de esta organización y las víctimas.

Pero no sólo fue Arraiz quien puso cita reiterada a los nuevos pasos. Pernando Barrena y otros cabezas visibles de “Sortu” alimentaron durante el verano la tesis de que  la ruptura del bloqueo en el proceso de consolidación de la paz  llegaría en el nuevo curso político. En coincidencia con el ultimátum dado a ETA por los verificadores internacionales y la sentencia de Estrasburgo por la “doctrina Parot”.
Fue el abogado donostiarra, Iñigo Iruin, uno de los principales valedores de la estrategia legalizadora de “Sortu” y de la resocialización política de la Izquierda Abertzale, quien había prevenido a ésta de los graves riesgos que corría si no amoldaba su tránsito al realismo político, dando pasos audaces para no caer en la frustración y en escenarios peores a los que entonces había ("Bide orri berri bat behar dugu, lege baldintzak kontuan hartuta" Berria 2013ko urriak 3).
Decisiones complicadas, que traerían nuevas tensiones al universo de la Izquierda Abertzale, pero, de todo punto necesarias si no querían que  el escenario político y judicial empeorara notablemente. Por ejemplo, la Izquierda Abertzale  debía asumir e interiorizar que el Gobierno español no estaba dispuesto a mover un dedo ni avenirse a establecer un diálogo  -directo o indirecto- con ETA. Y el Gobierno francés, subsidiariamente tampoco.No quedaba otra opción que mover ficha unilateralmente, sin esperar movimientos recíprocos.
Septiembre se ha acabado y los pasos no se han dado. Porel contrario, ETA ha hablado,  pero en sentido inverso a lo que de ella se esperaba, poniendo en valor su trayectoria terrorista. Ni desarme, ni desmilitarización,  ni nuevas oportunidades para que los presos puedan incorporarse a vías de salida, ni reconocimiento del daño causado, ni  atisbo alguno de finiquito.

Acoso policial y judicial ante la caída de la doctrina Parot

Esta falta de respuesta ha servido al Ministro de Interior como argumento para exhibir  con dureza  su fortaleza. Ya había anunciado que “el reloj de la ilegalización está en marcha”. Mientras ETA exista –había declarado- y existe pues ni tan siquiera ha declarado su vocación de disolverse, “la Audiencia Nacional tiene sentido”. Así que, a las pocas horas del comunicado del “Gudari eguna”, dieciocho activistas de “Herrira” eran detenidos bajo la acusación de haber dado continuidad a organismos ya ilegalizados como “Askatasuna” o las “Gestoras pro amnistía”, conformando un “tentáculo de ETA”. Y todo ello basado, exclusivamente, en  informes policiales.

Se recuperaba de esa manera  el infausto argumento garzoniano de que “todo es ETA”, una arbitrariedad jurídica que doce años  después del inicio de su instrucción llevará a  varias decenas de personas al banquillo  en el denominado caso de las “herriko tabernak”.

“Todo es ETA” o sus “tentáculos” parecen reivindicarse  como tesis central de la nueva posición del Gobierno español. Una posición  de amenaza latente de ilegalización “sobrevenida” como le gusta recordar al conservador ministro Fernández Díaz que recaería para cualquier organización reinventada de la Izquierda Abertzale, incluida Sortu.

Tal acoso ha utilizado la  operación de “Herrira” como prueba palpable de que las advertencias van en serio y que, además,  el ejecutivo de Mariano Rajoy está decidido a aplicarlo rápidamente.  

¿Por qué ahora tal posición de dureza? . Informes de inteligencia utilizados por el Gobierno español – CNI, Guardia Civil, Policía Nacional- determinan que el cese de la actividad violenta es irreversible. No obstante lo anterior,  los analistas de dichos centros de información han aconsejado al presidente español no mover sus posiciones hasta que ETA no haga pública su disolución. En todo caso, el Gobierno español sólo se moverá obligado por las circunstancias. ¿Cuales son esas?. Pues que el Tribunal de derechos humanos de Estrasburgo dicte una sentencia contraria a la denominada “doctrina Parot”,  lo que provoque su derogación y la puesta en libertad de un importante número de presos de ETA.

La sentencia, según todos los rumores,  parece estar próxima. De ahí que Fernández Díaz y sus asesores hayan decidido, ante el revés político que podría suponerles,  pisar el acelerador de la presión hacia la Izquierda Abertzale, con nuevas detenciones y posibles ilegalizaciones.  La acumulación de fuerzas policialescomo “ingeniería jurídica” ante las consecuencias de la posible derogación de la Doctrina Parot y la presión de la “opinión publicada”.

Acción-reacción y vuelta al pasado. ¿Qué hacer?. En primer lugar, convencer a la Izquierda abertzale de que siga liderando su proceso frente a ETA. Que asuma con valentía  nuevas decisiones. Que no hacerlo empeorará la situación. Que trate de embridar tentaciones radicales de su universo pues el retorno a la confrontación no es una solución sino un problema añadido. Y acompañarle, en la medida del compromiso adquirido, a transitar por ese nuevo camino.  

Y al Gobierno español cabe indicarle que si su pretensión es la de retornar al “todo es ETA” y romper la fina  esperanza de convivencia ya establecida, estará errando en el diagnóstico y en la solución. Que buscar nuevas ilegalizaciones es un disparate. Político y jurídico. Habrá que exigirle, cuando menos, que no rompa nada. Y que se avenga a desactivar la aplicación de una justicia excepcional para conformar una nueva justicia reparadora, capaz de solucionar los problemas ya existentes en lugar de crear nuevos. Ceder ante las tentaciones del pasado, a unos y otros, nos reportará la ruina.

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