viernes, 2 de mayo de 2014

TAMBIÉN AHORA HAY QUE VOTAR

Faltan apenas tres semanas para la celebración de las elecciones europeas  y los comicios comunitarios parecen pasar inadvertidos para una gran mayoría de quienes tienen derecho a voto el próximo domingo 25.  Es más, para algunas formaciones políticas, la cita con las urnas parece un incordio. Un mal trago que deberá pasarse  para comprobar  la factura de desgaste que su gestión – bien de gobierno o de oposición- les ha provocado. El PP, por ejemplo,  no descubrió quien sería su cabeza de lista  en el Estado hasta el límite contemplado por la ley para presentar candidatura. Un desdén que califica por sí solo el temor o la apatía que en su seno existe a esta cita democrática.
La verdad es que el proyecto europeo no suscita, de un tiempo a esta parte, pasiones  entre la ciudadanía.  Al contrario. Todos nuestros males de hoy han sido achacados a Europa y su Unión política y económica  es considerada en buena parte de nuestro subconsciente colectivo como la causa de la “peste negra” de crisis que nos asola. Y no es cierto. La responsabilidad no es de Europa ni de sus instituciones sino de la gestión que de la misma han hecho los gobiernos estatales respectivos.
Sea como fuere, no encontramos en nuestras calles ambiente electoral. Muchos ni se han enterado  de que  en breve  podrán votar. Mi madre, sin ir más lejos, creía que  a los vascos no nos tocaba votar. “Eso, el año que viene” –me dijo- . Le corregí  señalando el nombre de Izaskun Bilbao. Me  apostilló de inmediato; “Barandica”. “Sí, una chica muy maja y trabajadora. La única que se acuerda de su madre  y se presenta donde vaya con sus dos apellidos”. Cierto. Izaskun Bilbao Barandica  es la cuarta europarlamentaria del Estado – de 54 escaños- que más  iniciativas ha presentado en el Parlamento Europeo en el último año (227). En defensa de los astilleros, de los arrantzales, del euskera, de la paz, de sistema de Concierto Económico... En orden contrario, en los puestos 53 y 54 encontramos a Jaime Mayor Oreja, con dos iniciativas defendidas ante la Cámara de Estrasburgo, y a su aventajado alumno Calos Iturgaiz, con tan solo una intervención.
“¿Y esos también se presentan ahora?” –replicó Mari Tere-. “Sólo Iturgaiz –maticé-. Creo que el PP le  ha puesto en el puesto 17”. “Hay que ser ganorabakos. Mucho hablar, mucho figurar y  a la hora de la verdad, kaka”.
.-“¿Kaka?”.
.-“Sí. kaka de vaca. Y ¿cuando dices que hay que votar?”
.- El domingo 25 de mayo.
.- Pues ya me puedes ir trayendo los votos que a mí no me echa de Europa ni Cristo
.-¿Echar?. ¿Quien ha dicho que nos vayan a echar?.
.- Muchos. Iturgaiz  también y, sin  ir más lejos,  el otro día Patxi López. Dijo que  además nos van a quitar las pensiones. Lo único que me faltaba. A Iturgaiz le quitaba yo ...el sueldo de diputado, por lerdo. Que toque el acordeón si quiere.
A mi madre no le entra en la cabeza que, de buenas a primeras alguien diga que, por el simple hecho de votar,  los vascos quedemos excluidos de la Unión Europea. Tiene razón. ¿ Cómo entender que , por ejemplo, Europa acoja con los brazos abiertos a Serbia o a Croacia, cuyas nuevas fronteras se han fraguado tras una guerra cuyos crímenes juzga el Tribunal de la Haya, y  expulse a vascos, catalanes o escoceses  por  ejercer  su derecho a decidir libre, democráticamente y en paz?. ¿Quién concebiría que se nos retirara nuestro actual pasaporte europeo por ejercitar el principio democrático de sufragio mientras se concede la ciudadanía a quienes han fraguado sus nuevos países a través de la sangre y la violencia?. ¿Cómo entender que 14 millones de alemanes  fueran acogidos en la Unión Europea de un día para otro, sin más  trámite que la eliminación de un muro y aquí,  se pretenda construir una valla de separación  ahora inexistente?.
Mari Tere debe estar tranquila. Nadie nos va a sacar de Europa, y mucho menos por ejercitar nuestro derecho a decidir. Por eso debemos estar representados en el Parlamento Europeo. Porque debemos buscar y alimentar fórmulas que permitan  el reconocimiento interno de nuevas realidades nacionales. Porque “ser vasco” en la Unión Europea debe tener el mismo valor que  ser  letón, italiano, escocés, flamenco o alemán.  Y por eso hay que votar el domingo 25. Para defender, en Bruselas o en Estrasburgo nuestros intereses. Como sociedad y como Pueblo.De ahí que los próximos comicios europeos son también capitales para Euskadi.  Y , por qué no, porque son el preludio  de otra renovación democrática; la que dentro de un año convalidará la nueva representación de ayuntamientos, juntas generales, diputaciones e instituciones navarras. Un test  decisivo para configurar el nuevo mapa político vasco.
Desde hace unas semanas venimos observando una serie de informaciones que adelantan los resultados internos de una profunda regeneración interna llevada a cabo por el Partido Nacionalista Vasco de cara a las elecciones municipales y forales del próximo año. No hay día que no conozcamos los nombres de quienes encabezarán las listas del PNV en los municipios vascos en el encuentro electoral del de 2015. Y, el resultado de lo conocido hasta la fecha evidencia que la principal formación política de este país protagonizará, una vez más, una relevante regeneración de cuadros en la primera instancia municipal.
Sorprende, cuando la actividad política resulta tan denostada, la profundidad y amplitud de “banquillo” que el PNV demuestra. El desgaste personal y familiar que una responsabilidad pública tiene, máxime cuando un alcalde o alcaldesa ejercita su labor las 24 horas del día por la presión inmediata de sus convecinos,  no ha alcanzado aún, de manera notable, a una formación que ostenta una amplísima representación en el mapa vasco.
Es cierto que cada vez resulta más difícil convencer a una persona para que, dejando a un lado su actividad profesional, dedique su tiempo y su capacidad al servicio público. No hay recompensa económica ni satisfacción material que incentive tal cambio de rol. Sólo el compromiso político motiva  a la gran mayoría de mujeres y hombres que acceden a representar a una sigla, a un ideario y a una organización ante el conjunto de los ciudadanos.
Quizá alguno no se lo crea, pero ser alcalde o concejal en un municipio, es una decisión altruista y llena de valor en lo individual, máxime cuando los niveles de exigencia pública se extreman cada vez más, presionando al servidor público para que su comportamiento resulte intachable y su gestión se haga con eficacia y solvencia absolutas. No. No es fácil aceptar esta responsabilidad a cambio de prácticamente nada, o en su caso, de sentirse reconfortado por el reconocimiento público.
Del resultado de este proceso destaca significativamente la aparición de candidatos y candidatas con un perfil de edad que va de los treinta a los cincuenta años,  un target que evidencia la aun novedosa roca madre de la que el nacionalismo extrae sus frutos de cantera. Y eso es signo indudable de que la vena de la cantera tiene aún recorrido de futuro.
La importancia de un buen liderazgo, de una candidatura que ofrezca garantías de proximidad, de entendimiento y diálogo con sus inmediatos vecinos, resulta crucial para afrontar un contraste electoral como el que se producirá en mayo del próximo año. El PNV lo sabe. Y pese a que gestione como un tesoro el valor de solvencia y credibilidad de su sigla como aval  de garantía ante el ciudadano, ha hecho en estos últimos meses el notable ejercicio de buscar en cada municipio, a la mujer o al hombre que, en su representación, mejor  defenderá los intereses colectivos de cada pueblo.
Es pronto para marcarse objetivos, pero el reto de  habilitar un nuevo capital humano para la política está, prácticamente, alcanzado. Faltan aún cabezas de lista para instancias  de peso. Pero ese procedimiento, bien encaminado, llegará tras el verano. Con orden, libertad  interna y garantías de éxito. Sin sobreexponerse a las presiones ajenas de quienes parecen querer marcar ritmos y decisiones.
Ahora, lo primero es lo primero. Toca  elecciones europeas.  Revalidar la presencia vasca en el corazón de la Unión para, con fortaleza  y liderazgo renovado, preparar la cita electoral del año que viene.  Mari Tere, hay que votar. Que no se te olvide.

1 comentario:

  1. Estimado Burukide Koldo Mediavilla ...:

    Sin ánimo de malmeter, creo que su amatxu, Mari Tere, le echó a vd. una indirecta muy directa ... por comentar y tal ...

    Un saludo!!

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