LLAMADAS INTEMPESTIVAS

Sobresalta que a horas intempestivas te suene el teléfono  interrumpiendo el descanso nocturno. Piensas que algo grave e inesperado ha ocurrido. Cuando, por fortuna, descubres que ha sido un error, un cruce de números o el automatismo  de un emisor que ha repetido la última llamada acumulada en la memoria,  la incertidumbre se torna cabreo o malhumor. Pero la ansiedad del primer momento desaparece. Un alivio, pero te jodes. Rota la magia del sueño no te queda otra que  intentar conectar rápidamente con Morfeo o espabilar. Y es aquí cuando te acuerdas del gran invento que supuso  para la humanidad la telefonía, de su pionero Graham Bell o de la madre que le parió. De todos me acordé la pasada madrugada.

.-“Mariano!.

.-No, se ha equivocado.

.- No eres Mariano?.

.-No.

.- ¿Y quien coño eres?

.- que se ha equivocado.

.- Ah. Perdone.

Suena de nuevo. –“¿Mariano?.

.- No oiga, se ha vuelto a equivocar.

.-Pero ¿no es el 94 XX354 XX?

.-No. Casi no ha acertado ningún dígito

.- Pues yo he marcado  bien. Disculpe.

.- Ya. Son las cinco menos cuarto de la madrugada. Afine mejor al apretar las teclas y deje de tocar los coj....  . (cuelgo)

Otra vez la musiquita.

.- Diga?

.-Tu no eres Mariano verdad?

.- No

.- Pues si le ves,  dile que el camión ha salido ya de Alcobendas.

.-Déjelo de mi cuenta, que si le veo, le aviso.

Kafkiano. No volvió a llamar más. Sólo me falta ahora encontrar a Mariano para darle el recado. A lo mejor ya no coge el teléfono. Después de la broma que le ha hecho una radio catalana con un falso Puigdemont, se tentará la ropa antes de descolgar el auricular.  Hasta la citación de la Zarzuela  habrá tenido que pasar varios filtros de verificación para autentificar la procedencia del mensaje. No fuera a ser que los de la “tuerka” del “coletas” quisieran gastarle una broma. Y es que el proceso post electoral está siendo un poco caótico y los de los “círculos” están especialmente graciosos..

Nadie quiere ser el primero que se someta a la prueba parlamentaria.  El PP porque no se ha movido – espera obtener el respaldo a Rajoy llovido del cielo- y  el PSOE porque necesita tiempo para preparar su alternativa.  Tiempo y un palo para poner orden  dentro de casa ya que cada vez que intenta un movimiento, los barones le intentan cerrar el paso.

Lo de los socialistas, o al menos lo de algunos, no tiene nombre. Cainitas  en estado puro. Por no hablar de opiniones periodísticas como el  editorial publicado ayer, viernes,  por “El País” que titulaba “Rajoy no puede, Sánchez no debe” – “es el momento de que Rajoy deje paso a otro y Sánchez renuncie a un pacto dañino”-

Todo empieza a ser como de broma. Nadie despliega sus cartas de verdad. Bien para ganar tiempo y ver si el horizonte se despeja. O para que el adversario entre al señuelo y caiga derrotado.

Hasta el rey Felipe VI  ha jugado sus bazas con astucia, y en lugar de llamar a consultas a los representantes de los grupos parlamentarios ha hecho pasar por la Zarzuela a todos los partidos (los que han querido). Una estrategia dilatoria para no equivocarse a la hora de hacer su primera propuesta.

Ello ha dado pie a algo insólito hasta ahora, que cada vez de un dirigente  se entrevistaba con el jefe del Estado daba una rueda de prensa  poniendo voz a lo que, supuestamente, opinaba el Borbón. Que si el rey piensa “esto”, que prefiere “lo otro”. Jamás pensé que tuviera tantos portavoces.

Quien más burdamente está jugando su partida es Podemos. A Iglesias se le ve el tiro. Salió ayer del palacio real  anunciando que  si Sánchez quería, ya tenía gobierno. Que él sería vicepresidente  y que le acompañarían cinco compañeros-ministros de Podemos en un gabinete “paritario” en el que también  incluía a Izquierda Unida. Que si Pedro Sánchez quería, y “mandaba en el PSOE”, lo tenía hecho. ¡Toma caramelo envenenado!

Y, por si fuera poco la  grosería, Iglesias terminó su puesta en escena perdonando la vida al secretario general de los socialistas –que se enteró de la propuesta  al mismo tiempo que los periodistas- “Creo –afirmó con ironía Iglesias-  que la posibilidad histórica de que (Sánchez)  sea presidente es una sonrisa del destino que tendrá que agradecer".

Hay que ver lo soberbia que es esta “nueva política”. Mucha transparencia, mucha “casta”, mucho hablar de las “necesidades de la gente” y lo primero, los sillones. Otra “trampa saducea” para Sánchez. Otro movimiento táctico para forzar la cuerda e imposibilitar un acuerdo.

Como telespectador del sainete puesto en escena ayer me impactó  el goce del periodista-consultor García Ferreras en “Al rojo vivo”. Saboreaba el momento de la escenificación “podemita” con fruición. Como si él mismo hubiera escrito el guión del episodio.

Insisto en creer  que lo único que quiere Iglesias es comerse al PSOE. Eliminar de su camino a Sánchez y afrontar el sorpasso. Ponerle condiciones imposibles,  enfrentarle a los suyos para culpabilizarle de un fracaso. Pedro Sánchez contestó poco tiempo después. En cuanto salió de la Zarzuela en su turno de audiencia se encontró con el pastel. No quiso entrar al trapo directamente. Como si quisiera  minusvalorar  la estrategia de Podemos.  Quiso ceñirse a su “libro”. Primero Rajoy y si  éste fracasa, intentará un gobierno de progreso.  Pero Iglesias le había colocado un saco de bombas debajo de su trasero. Desactivarlas todas no será tarea fácil. Porque si quiere conformar una mayoría gubernamental  necesita, primero a su grupo –al que Iglesias provoca-, luego a Podemos –que ya veremos si quiere  o no sumar de verdad-, y en tercer lugar, a otros grupos minoritarios que le permitan superar  la alternativa PP-Ciudadanos.  

Entre estos últimos está el PNV. Su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban ya ha dicho que la maniobra de Iglesias no le gusta. Que no es inocente y que no sabe distinguir si lo que Podemos quiere realmente es  negociar o “reventar y bloquear cualquier acuerdo con el PSOE”. Una artimaña con la que los nacionalistas no se sienten vinculados. Y los exiguos 6 votos del PNV resultan vitales  para el bloqueo o la activación de cualquier alternativa de gobierno. Para la que pueda construir el PP o la que pretenda sumar Sánchez.

En todo este lío de movimientos tácticos y carnaval adelantado comienza a caerme simpático el presidente español. Gizajo. Tan denostado en lo público y en privado dispuesto a entrevistarse con el president catalán para solucionar  lo que se pueda. Lástima que la conversación fuera una broma y el “Puigdemont” que llamaba un farsante. Ojala hubiera sido de verdad. Porque la reacción de Mariano parecía auténtica. Un valor a preservar ante tanto cinismo galopante.  

El “pobre” Rajoy se ha quedado solo.  Nadie le ha  ayudadao. Ni los suyos. Él, por sorpresa , ha decidido  dar un paso atrás y ha declinado ser candidato en primeras nupcias. Lo tenía todo perdido pero nadie intuía su decisión. ¿Acaso es también táctica?. Pasa tú que a mí me da la risa. Como en el chista.
Ahora, si Sánchez se estrella en el intento, que le encantará a Podemos, quizá tenga una oportunidad de éxito por el fracaso de los demás.  Pero, aún así, sus perspectivas son negras pues ante tanto caos  hay quien dice  que  los misteriosos poderes económicos –los ocultos fácticos del Íbex- confabulan para amortizarlo buscando un pacto de estado con las baronías socialistas  para una solución extraordinaria y de urgencia. Algo así como aquella “operación Armada”  fraguada alrededor del 23-F, pero con un civil como protagonista. Civil y democráticamente elegido. (Averigüen por ustedes mismos quién está hoy por hoy al margen de la melé). Suena a ciencia ficción ¿verdad?.


Nadie parece encontrar sentido a la decisión de Mariano. No coge el teléfono. No es para menos. Yo tengo un recado que darle. “El camión ha salido ya de Alcobendas”. No me pregunten qué significa. Mi intención  es simple. Poder dormir hoy sin sobresaltos.