sábado, 23 de marzo de 2024

LAOCOONTE Y LAS SERPIENTES

En el año 1506, en unos viñedos próximos al Coliseo romano se encontró  una impresionante escultura  de mármol que representaba  a un hombre adulto y a dos jóvenes en plena lucha  contra unas gigantescas serpientes. Aquel descubrimiento  hacía emerger una de las obras maestras  del arte griego, como certificó en su informe al papa Julio II el gran Miguel Angel Bounarroti.  Sin lugar a dudas, se trataba de la más famosa de todas las esculturas de la antigüedad. Representaba a la lucha mortal del sacerdote Laocoonte y de sus dos hijos contra las serpientes.

 

Laooconte, según relata Virgilio en la Eneida, era el sacerdote troyano  que intentó de persuadir a su dirigentes de que el caballo que los griegos habían dejado en la playa  se trataba de una argucia más en  su intento de conquista de la ciudad-estado de Troya.

 

Él fue quien, en la obra de Virgilio, pronunció la célebre frase “Timeo danaos et dona ferentes”  (Desconfío de los dánaos –griegos- incluso cuando traen regalos). Laocoonte sugirió quemar el equino por creer que en su interior había tropas aqueas pero los troyanos no le hicieron caso. En su vehemente intento por  desenmascarar la trampa, trató de quemar  el caballo de madera, arrojando lanzas y palos en llamas  contra el mismo. En ese acto  de defensa, la epopeya cuenta que Atenea, diosa urdidora del engaño, hizo emerger de los mares a dos grandes serpientes  que devoraron a Laocoonte  y a sus dos hijos.

 

Volviendo a la escultura encontrada, la obra de arte se hallaba en magníficas condiciones  pero a la misma le faltaban los brazos derechos de los tres hombres y las cabezas de las serpientes. Ante estos vacíos, el papa, prócer cultural amén de cabeza de la  iglesia, encargó a grandes artistas de la época que cincelaran los miembros perdidos y con ellos se completara  la escena del mito.

El genial Miguel Ángel  sugirió que el brazo que le faltaba a Laocoonte debía doblarse hacia atrás, como si el sacerdote troyano intentara arrancarse la serpiente de la espalda en un gesto de resistencia última. Pero su idea no prosperó y  el Vaticano declaró ganador al arquitecto y escultor Jacopo Sansovino, cuya versión con el brazo extendido coincidía con la visión propiciada por el también  pintor renacentista Rafael. Una extremidad con tal gesto simbolizaría según el artista reconstructor  la victoria del bien   frente al mal.

La estatua fue reparada en 1532 con un Laocoonte con el brazo derecho extendido. Pero, avatares de la historia, casi quinientos años más tarde,  en un taller romano a escasos metros donde se descubrió la escultura, apareció un antiguo brazo doblado hacia atrás –como había  identificado Miguel Ángel-. Dadas las coincidencias de las tallas, de los materiales y estilos,  la pieza hallada fue  remitida a los museos vaticanos. Y allí el “conservador” de los mismos, intentando evitar la polémica,  guardó el brazo en el almacén  donde quedó olvidado. El apósito fue finalmente retirado en 1957 y en su lugar se colocó el brazo original, doblado como había sugerido Miguel Ángel.

La historia de Laocoonte, su escultura daría mucho más de sí.  La extremidad  aparecida a principios del pasado siglo fue recuperada por un  anticuario judío –Ludwig Pollak-. Un estudioso del arte  que pudiendo haberla vendido  por una importante suma de dinero la donó gratuitamente al Vaticano. Pollak, cuestionado entonces por su altruista contribución indicó que la ilusión de su vida era poder seguir leyendo  a Goethe. “Mientras pueda hacerlo, estaré feliz y a salvo”. No fue así. Acabó junto a su mujer y su hija en un horno crematorio en Auschwitz. Devorados por las serpientes de nazismo. Pero esa, es otra historia.

 

Laocoonte se atrevió a denunciar  el peligro que  se escondía tras el caballo de Troya.  El trampantojo era una estratagema para que  los troyanos bajaran la guardia  y poderlos derrotar sin resistencia.

 

En los tiempos que vivimos también  hay estrategias  que disfrazan  la realidad para evitar el rechazo social.

 

Lleva ya un tiempo la Izquierda Abertzale histórica haciendo un notable ejercicio por renovar sus vestiduras y su imagen exterior. Y la transformación de crisálida a mariposa  está resultando exitosa. La antigua Batasuna –reconvertida en mil y un nominaciones distintas- ha contado para su acierto de hoy con  factores determinantes. El primero de ellos,  la certera definición de un plan  de aggiornamento que ha ido suavizando  los contornos  bruscos de su imagen. Desde la apariencia exterior hasta el discurso. Un perfilado  global  asumido disciplinadamente y puesto en escena sin que exista reacción interna  que evidencie  incomodidad.

 

El segundo factor, es el componente “tiempo”.  El tiempo pasa rápido  y el recuerdo de un pasado oscuro se desvanece en beneficio de  una “nueva oportunidad”. Es como si, para muchos, lo ocurrido y protagonizado en el pasado  estuviera olvidado. Como si la opción que hoy representa EH Bildu partiera  de cero, de una nueva casilla de salida  sin historia  ni cuentas que saldar.

 

El tercer elemento que ha favorecido  esta metamorfosis ha sido  el blanqueamiento  que algunos de los rivales  tradicionales de la Izquierda independentista  han posibilitado. El  responsable principal de todo ello ha sido, básicamente, Pedro Sánchez. El inquilino de la Moncloa  ha permitido y favorecido  rehabilitar el prestigio  y la consideración de EH Bildu llevando a esta formación a remansar su sigla en el terreno de la normalidad democrática. Sus negociaciones, acuerdos, sus fotos. Todo ha servido para un blanqueamiento  incontestable. Y quien en sentido contrario ha pretendido romper el hechizo  siempre ha pecado de la exageración  y del inestimable argumento de  sacar a pasear el terrorismo cuando no  la manipulación de sus víctimas, generando un efecto boomerang que ha hecho  todo lo contrario a lo que pretendía.  

 

Así nos encontramos con una nueva Izquierda Abertzale. Nueva sí. Sin tacha  ni reproche. Una “nueva mirada”. Una formación sin pasado. Ni presente. Solo “futuro”.  La “ambición” de “un cambio de ciclo”.

 

Una alternativa “fresca”, sin estridencias, y con un discurso  indefinido, etéreo, neutro, sin matices. Su candidato a lehendakari exprime al máximo tal indeterminación.  Expresa su voluntad por cambiar  la sanidad, la educación, la vivienda… ¿Pero cómo? Esa es la pregunta que nunca obtiene respuesta. EH Bildu no lo necesita. Concretar supondría  meterse en charcos  y no pretende marcharse los zapatos en esta campaña. Los tienen limpios y así deberán estar hasta el día 21.

 

Otxandiano es un dechado de buenas voluntades.  Más transparencia, más cercanía, más escucha, más presupuesto, más empleo público. Y eso, ¿cuanto cuesta y quien lo paga? No. No hay memoria. Ni económica ni de otro tipo. Solo un “nuevo ciclo”.

 

Rebatir sus propuestas  resultará difícil. Lo que no se explicita es difícil de refutar. Solo cuando se produce un desliz y  se matiza  una oferta (su voluntad de eliminar la deducción  por compra de vivienda  en el IRPF), se permite  un contraste. Pero cuando lo dicho se somete a examen y  se reclama que  expliquen tal medida a los 330.000 afectados por su plan, dan marcha atrás  y reconocen “que quizá la idea no estaba suficientemente pensada”. Por eso es más fácil  hablar de generalidades. “Incrementar un 10% el personal  en atención primaria”. ¿Por qué un 10%? ¿Por qué no un 20% o un30%? ¿Bajo qué criterios?

 

No cabe duda  de que detrás  de todo el escaparate electoral  que hoy exhibe la Izquierda Abertzale, existe un programa oculto que no dudarán en poner en práctica  si las urnas les sonríen y le dan la opción de gobernar. Sí, un programa  oculto que en ocasiones   brota a la superficie con acciones esporádicas como la “okupación” de viviendas en Donostia o la proliferación de colectivos pancarteros  delante de las instituciones vociferando reivindicaciones imposibles.

 

Me gustaría conocer cual es el nuevo modelo policial que dice Otxandiano que aplicará  para transformar la Ertzaintza “de arriba-abajo”. ¿Un modelo policial sin policías? Estaría bien saberlo.

Queda menos de un mes para que los colegios electorales acojan los votos que marquen la representación  institucional de este país en los próximos años. Apenas treinta días  para que cada formación política  trate de ganar la confianza de la ciudadanía. Unos con un programa contrastado que busca seguridad, bienestar y mejora. Otros intentando seducir  al electorado huyendo del pasado  y tratando de  esconder su programa oculto con ropajes  de frescura y novedad. Certidumbre versus aventura. Laocooente, el caballo de Troya y las serpientes.

 

8 comentarios:

  1. Joder Koldo! Lo mejor la introducción; un poquito de historia. El resto, además de evidenciar nuevamente que tus argumentos hace tiempo que se han agotado, bien pudiera ser un ejercicio de proyección; es decir, todo lo que le intentas endosar a la izquierda abertzale en realidad es vuestra seña de identidad, caracteristicas propias del PNV y de su candidato Pradales

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  2. Lo cierto es, que la izquierda abertzale siempre ha demostrado con sus actos que su maxima es: "el objetivo de implantar el socialismo, justifica los medios que utilizamos". Por eso justifican la existencia de ETA, y hoy en dia justifican utilizar politicamente plataformas, los sindicatos, osakidetza, el feminismo, etc.

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    1. Pedrito, ¿en qué mundo vives? Eso de implantar el socialismo ya no lo dicen ni siquiera tus gurus del PNV.

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    2. Eso de achacar a Bildu utilizar plataformas etc., también me parece otra proyección; es decir, una practica habitual de tu partido que intentas enchufar a otros.

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  3. La IA utiliza la korrika para llevar carteles de presos, banderas palestinas, etc. Esto demuestra que anteponen sus intereses al euskera.

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  4. Demasiado anónimo para cosa buena

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  5. Bildu es en estos momentos un partido de aluvion, le votan los suyos y cualquiera que quiera cargarse politicamente al PNV. Es el voto util que como viene se va. De esto algo sabe o debe saber el PNV. En Bildu estan aceptando de buen grado aguar su vino a cambio de aplausos y puños en alto la noche de la jornada electoral; venceras, o no,
    Pero no gobernaras, y menos mal, porque transitar del predicar al dar trigo agudiza las contradicciones y genera desencantados que despiertan a la resaca y alguna pancarta igual se vuelve en contra y eso es letal para predicadores profesionales. Mucho mejor seguir en la queja, en la inconcrecion, no vaya a ser que alguien se empiece a dar cuenta que se nos ha ido la mano con el agua y que este vino ya no mola. Y empiecen los lios.
    Xabier Intza


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  6. El articulo me parece excelente tanto en el que como en el como. Sigue escribiendo Koldo.
    Jose Landa.

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