domingo, 29 de septiembre de 2024

...TA SEGI AURRERA

 Un año más. Empieza la liturgia. Miramos la predicción meteorológica. Va a hacer bueno. Fresquito a primera hora pero, luego, el día levanta. Hemos madrugado.  Hay que aprovechar el tiempo. Preparar dos tortillas. Una con cebolla y la otra sin ella. Carne albardada y pimientos verdes. Menú de campa. La tartera, preparada. Que no se olvide la sudadera. Ni las zapatillas de tracking. Ikurriña en ristre. Camino de Foronda. El camión  de venta de patatas de Araba nos indica que estamos cerca. Primeras retenciones. La gente de “organización” las resuelven rápido. Aparcamos en la finca de al lado. El suelo es compacto. Se ha cosechado y el agua del jueves no ha hecho mella en el terreno, que como siempre,  presenta un firme desigual. Cuidado con las torceduras de tobillo.  Centenares de personas salen de sus vehículos. Son como  hormigas que se  despliegan por la superficie de las fincas. Al frente, en  la campa central, un potente escenario se erige presidencial   con el eslogan del momento; “Alderdia gara” – “Somos el Partido”. Singularizar  la organización no es signo de arrogancia. Simplemente es  un rasgo de fidelidad, de orgullo. Es “mi partido”, el que siempre me ha acompañado.

A la tribuna principal le rodean las txosnas coronadas con una hilera de ikurriñas.  A su alrededor  comienza el ir y venir de gente que busca su espacio. “He quedado en el Txorierri”. “Pues yo en Gasteiz erdialde”. Se viaja de punta a punta de Euskadi en una decena de metros. De Orduña a Mendaro y de allí a Iparralde.

La edición de hoy, de este año, tiene un  “algo” extraordinario.  El bocata en Getxo o el talo de Mungia deberán esperar. Antes, se impone una cita ineludible. En la carpa  de los jóvenes, junto a “antolakuntza”,  nos han citado para desarrollar una Asamblea Nacional extraordinaria.

Algo insólito. Una asamblea  nacional en las campas y como  acto previo a  la festividad-celebración habitual. Sí, los órganos ejecutivos y legislativos nacionales del Partido Nacionalista Vasco se reunirán  de forma especial  para dar inicio al proceso interno de revitalización del partido. Ningún sitio mejor  que éste para poner en marcha  el proceso de puesta a punto de la organización política más importante del país.

Serán seis meses  de participación democrática de la base militante para ajustar y mejorar lo que sea mejorable. Para ratificar  compromisos ideológicos. Para vislumbrar los nuevos retos de la Nación Vasca en Europa. Para poner en valor  los programas, las medidas  que impulsarán a esta sociedad en los años venideros. Y también, claro está , para cambiar lo que sea necesario para que esta herramienta, el PNV, siga siendo útil  en su función de construir una Euskadi libre de mujeres y hombres libres.

El PNV, reunido en las campas de Foronda, acotará el proceso de su renovación, en el seno de una próxima Asamblea General a celebrar a finales del mes de marzo del año que viene.  El “viejo partido” necesita aire fresco para seguir siendo el “faro” de la política vasca. Y, con ese nuevo oxígeno programático  deberá llegar, igualmente,  un nuevo equipo de dirigentes capaces de encabezar la nueva singladura histórica que se avecina. Será el nuevo eslabón de la cadena que tirará del engranaje. Nuevos burukides  en todos los ámbitos -territorial y nacional- que continúen con la marcha  emprendida por Sabino Arana en 1895.

Hay quienes, desde fuera de este gran partido, sólo  centrarán su atención informativa en las personas. Para ellos no habrá más proceso  que el devenir de los cuadros directivos. Será  el morbo del relevo o de la continuidad. Y con su especial interés  por magnificar el carácter nominal del proceso, pueden que alguno se despiste,  desenfocando   el significado del mismo. Las personas siempre son importantes, pero, quienes llevamos años en este partido hemos entendido  que por encima  del “yo” o el “tú”, está el “nosotros”, la organización que perdura ante todo.  El Partido.

Vamos a tener tiempo para poder hablar y comentar lo que creamos necesario. Con apasionamiento y con rigor. Pero , sobre todo, con respeto. Con el respeto que siempre ha caracterizado a nuestra democracia interna.

Tenemos que saber identificar muy bien dónde hemos fallado, qué espera de nosotros la sociedad vasca. Y actuar en consecuencia. Siendo conscientes de que, en poco tiempo, la percepción de la gente, ha cambiado y que su exigencia  se ha agudizado notablemente. El desafío es considerable; volver a  revalidar la confianza mayoritaria de la gente. De la que ha mantenido fiel su vínculo con el PNV y de la que le ha retirado su apoyo como respuesta a su desencanto  y desapego por la gestión desarrollada.  

Para los medios de comunicación – para algunos- lo relevante del tiempo que se abre  será  determinar la continuidad o no  de los actuales dirigentes. La aparición o no  de nuevas caras a las responsabilidades públicas  de la organización. Tendremos titulares  para todos los gustos en un baile de opciones  de sondeo permanente . Pero, la tozuda realidad demostrará que sólo cuando la afiliación se haya pronunciado se conocerá  a los protagonistas de este nuevo tiempo. Y eso ocurrirá cuando toque. No este domingo en Foronda.

 

Tras la celebración de la asamblea a pie de campa, comenzará el protocolo habitual de este evento anual nacionalista. El desfile de  las organizaciones municipales con sus estandartes  representativos. Jóvenes y mayores  saludando a las miles de personas que se movilizarán   a la llamada de un partido político. Algo inusual en el ámbito que nos rodea. Delegaciones oficiales de pueblos que llegarán hasta Foronda para evidenciar sus lazos de amistad con el nacionalismo vasco. Catalanes, gallegos, canarios, occitanos, baleares, corsos, bretones, guineanos, sardos, saharauis… Banderas multicolores.

De allí, pasaremos al mitin, a los discursos, donde  el lehendakari Pradales se estrenará por primera vez . Ha asumido su responsabilidad con arranque y decisión. Pero necesitará todo nuestro apoyo para abordar satisfactoriamente las reformas  que se ha comprometido  a abordar  para que la ciudadanía vuelva a confiar  y a estimar nuestros servicios públicos. Y junto a él, estará el Partido. El Euzkadi Buru Batzar.  Siempre al lado de la lehendakaritza y del gobierno de este país.  Ortuzar,  su presidente, será, una vez más quien nos  señale hacia  dónde nos dirigimos. Y explicite los hitos  que el inmediato futuro nos esperan.

 

 Luego , cuando la retórica acabe, llegarán las fotos, y , a continuación,  la fiesta. Será el momento del reencuentro de la gran familia. Los abrazos de gentes de todo el país que durante todo el año  difícilmente se ha podido ver. El recuerdo emocionado de los ausentes. De los amigos que se fueron, de los familiares no que no volverán. De los enfermos. De los que están lejos.

Será la parte emocional de un día en el que el sentimiento político sirve de paraguas en una gran “quedada” en la que la gente de Euskadi expresa  su experiencia vital, sus ilusiones compartidas, sus inquietudes  y preocupaciones. Al olor de las sardinas de Santurtzi, el rito continuará con una vuelta por las txosnas. Txakoli, sidra y vino de la rioja alavesa. Con moderación, pues la alegría se desborda enseguida. Y cuando el cansancio asome, “operación retorno”. Prudentemente cerraremos una jornada más  de convivencia nacionalista. Plegaremos la mochila y  la ikurriña, y volveremos  a la rutina.  Con las pilas bien cargadas , con el cuerpo  organizativo  a tope  de vitaminas. Dispuestos a  afrontar con ímpetu , en seis meses, la  puesta a punto que el PNV  necesita  y que , entre todos , vamos a acometer para seguir liderando el país.

Disfrutemos mientras tanto de nuestro día. Un año más. Desde Aralar hasta Foronda . Hemos transitado por  Aixerrota, Itziar, Olarizu, Salburua, Aiegi y ahora Foronda. Somos el Parido. Alderdia gara. Y así lo seguiremos siendo. Enseguida los calendarios se pondrán en marcha para abordar las tareas pendientes. Lepoan hartu ta segi aurrera.

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