He tenido conocimiento de un comunicado firmado por quienes formaron parte de la ejecutiva de las FARC colombianas y quienes en nombre de esta organización firmaron el Acuerdo de Paz de 2016. La nota, rubricada el pasado día 14, tiene como objetivo "desde lo más profundo de nuestro corazón, pedirle perdón público a todas nuestras víctimas de secuestro y a sus familias".
El documento resulta esclarecedor y necesario para construir un nuevo futuro de reconciliación en Colombia. "Hoy -dice- después de haber silenciado para siempre nuestros fusiles, en el sosiego de la vida civil que nos ha permitido la reflexión profunda sobre la guerra en la que participamos y fuimos protagonistas por más de 50 años, queremos decirles que el secuestro fue un gravísimo error del que no podemos sino arrepentirnos"
"Solo podemos reiterar nuestro compromiso y voluntad en rendir cuenta ante la justicia; dar explicaciones de los por qué y los cómos y comprometernos ante la sociedad colombiana que hoy mas que nunca reclama justicia y verdad por tanta violencia, invertir cada día del resto de nuestras vidas a recomponer el mapa de los desaparecidos y a buscar sus restos para entregarlos a sus seres queridos, a luchar por la paz, a contribuir a desmontar todas las violencias, incluyendo la estatal, que aún subsisten y por un futuro en el que nadie, nunca más, sea secuestrado. Porque ya sabemos que no hay razón, ni justificación, para arrebatarle la libertad a ninguna persona".
En cincuenta años de enfrentamiento violento en Colombia, las cifras de víctimas son impresionantes. 220.000 muertos documentados, 5,7 millones desplazados en las zonas rurales, más de 25.000 desaparecidos, casi 30.000 secuestrados... Un horror que , afortunadamente, parece haber acabado.
Declaraciones como la que se ha conocido anteayer, con la petición expresa de perdón por parte de las FARC por el dolor injusto causado, sustentan los cimientos para construir un futuro en reconciliación.
Otros, aquí, colaboradores y seguidores de las FARC deberían seguir sus pasos y expresar , con total rotundidad, sin el más mínimo matiz, su arrepentimiento y petición de perdón al conjunto de las víctimas por ellos provocadas. Pero mucho me temo que ese momento todavía no llegará porque sus dirigentes actuales piensan que el sufrimiento injusto causado está "descontado" por la sociedad vasca y que su responsabilidad en el duelo está ya superada. Pero no. Mientras sean incapaces de reconocer el daño que infringieron con su acción violenta, no podrán homologar su propuesta política a un modelo ciento por ciento democrático. Las FARC les ha enseñado el camino. No se empecine la Izquierda Abertzale a ignorarlo.
Comunicado de las FARC |
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