sábado, 6 de mayo de 2023

FECHAS A NO OLVIDAR

Llevamos  cuatro días soportando  la batalla mediática provocada por los dos principales partidos españoles  como consecuencia de un conflicto de protocolo en las celebraciones madrileñas del dos de mayo. Causa bochorno e indignación el espectáculo cateto y verbenero  protagonizado por  Isabel Díaz Ayuso y el ministro Bolaños  en el enésimo  enfrentamiento público  entre instituciones que se comportan como Agustina de Aragón, cañón en ristre y los “invasores” franceses de Pepe Botella.  Actuaciones de esperpento  que evidencian  el nivel  y la calidad de la actividad política  en el Estado español.

Estos  procederes  deficientes y fétidos también se han dejado sentir aquí  en Euskadi, hasta donde  se han trasladado provocadores profesionales como Miguel Ángel Rodríguez –MAR-  quien  vino hasta Durango para dejar su “granito de arena” a la oferta electoral del Partido Popular, organización  de la que forma parte como estrella invitada  en su candidatura municipal. Rodríguez nos dejó a su paso el “aroma”  del cocidito madrileño en un mensaje  cargado de ponzoña en el que lo más  moderado fue afirmar que “el País Vasco sufre un ambiente irrespirable, sin libertad ni democracia, que lo sitúa fuera de occidente”.

No creo necesario repetir  ni una más de las alucinantes menciones  pronunciadas por el fiel escudero de Aznar y ahora maestro-oráculo de Ayuso. MAR siempre fue así. Arrogante e insolente hasta  la avaricia. Le recuerdo el día que junto a su presidente Aznar visitó la casa de Juntas de Gernika. Fue en noviembre de 1996, en el marco de aquella inusual relación temporal entre el PP y el PNV. Aznar  firmaba en el libro de honor de las Juntas Generales  mientras que su director de comunicación  hacía comentarios ofensivos e inapropiados.

Miguel Ángel Rodríguez, al más puro estilo Torrente si bien antes de que Santiago Segura se inventara el personaje,  cuestionaba el carácter simbólico de un árbol –el roble de Gernika- .

“Estos –refiriéndose en genérico a los vascos-no saben  qué es de verdad  histórico y representativo.  Histórico y representativo no es un árbol. Es, por ejemplo, un héroe como el Cid Campeador”. La ofensa sonó  como uno de los  chistes asquerosos que el personaje  prototípico de  español babosón  contaba en la barra del bar de “Cañita brava”.

Sus hirientes palabras  fueron acogidas  con vergüenza ajena y consternación, pero con  aplomo y educación (al bueno de nuestro Juan Carlos Urrutxurtu  se le saltaban las lágrimas de rabia contenida). Pero MAR ni se alteró  por el tenso momento generado. Al contrario, tuvo la ocurrencia de solicitar a las autoridades  vizcaínas, anfitrionas de la visita, el regalo de   un retoño del roble singular para Jose María Aznar. Aitor Esteban,  presidente entonces de las Juntas Generales  fue rotundo en su respuesta. “No. Para que tenga un retoño, primero tendrá que  ganárselo”.  Aznar  nunca se lo ganó.

Aquella escena se me quedó grabada, noviembre de 1996.

Hay fechas que deberían estar señaladas en el calendario para que su  evocación nos remueva la conciencia ante tanto olvido y enmascaramiento de la historia. Sin lugar a dudas, uno de esos emplazamientos en el almanaque es el del 26 de abril. Al Gobierno español le ha costado 86 años hacer un gesto, dar un primer paso  de reconocimiento y empatía con las víctimas del bombardeo de Gernika. No, no se trata de que un gabinete democrático pida perdón por la criminal actuación de los antecesores fascistas que se sublevaron contra la legitimidad republicana  y que posteriormente mantuvieron durante años la mentira injuriosa de que fueron precisamente las víctimas las que provocaron aquella barbarie.

 

No se pretende, como en su día diría el  desaparecido alcalde de Gernika, Eduardo Vallejo, “que nadie se arrodille” sino que se restablezca la verdad  y se ofrezca a las víctimas  y a sus  descendientes  un reconocimiento por el injusto sufrimiento padecido ante el considerado primer ataque  masivo  de una población  civil indefensa.

 

El 26 de abril de 1937 es,  quizá, la fecha que más presente está entre la opinión pública de nuestros días. Pero otro 26 de abril -1877- guarda también para muchos vascos un significado de gran impacto. Para todos aquellos que hablan de la “foralidad” como “una antigualla” o un “privilegio” caduco  y artificial. Para todos aquellos desmemoriados que pretenden descreditar el fundamento de un sentimiento soberanista en este país, y una y otra vez  vinculan la reivindicación nacional con “ensoñaciones” que dividen a la sociedad vasca;  recordaremos que en esa fecha -26 de abril de 1877- , hace ahora 146 años y por orden del presidente español Antonio Cánovas del Castillo,  se disolverían las Juntas Generales de Bizkaia.

 

Un día antes, -el 25 de abril- el Gobernador civil informaba a Cánovas y al General Quesada (General en Jefe del Ejército de Ocupación del Norte) que la totalidad de los municipios reunidos en Junta General y sin incidente alguno  habían adoptado  dos decisiones; reponer en su autoridad a la Diputación  cesante y ratificar un acuerdo anterior,  negándose a asumir la ley de 21 de julio de 1876  (segunda abolitoria de los fueros).

 

Ante tales acuerdos, Cánovas instó al militar  a actuar inmediatamente, sustituyendo  a los organismos forales y evitando  las reacciones de los “intransigentes fueristas”. Quesada, el brazo armado de la españolización, recomendó el “alejamiento”  del  líder de la “intransigencia” (Fidel de Sagarminaga) e instó a  sustituir a los jueces al tiempo que nombrar una nueva diputación provincial. El mismo día 26, las Juntas Generales, el parlamento foral de Bizkaia, era disuelto  manu militari.

 

Un boletín extraordinario de la “provincia de Vizcaya” publicaba una nota firmada por el Gobernador civil, Antonio de Aranda e Ibarrola. El edicto decía así; “habiendo demostrado la imposibilidad de venir a un acuerdo favorable al País, en las Juntas Generales Extraordinarias  que venían celebrándose en esta invicta Villa, el Excmo. Señor General en Jefe del Ejército  del Norte ha tenido por conveniente disolverlas. Lo que se comunica por boletín extraordinario, prometiéndome de la sensatez y cordura de los habitantes todos de esta Provincia, que sabrán guardar una actitud digna y conveniente”.

 

Un día más tarde, Cánovas mandaba salir “de las provincias vascongadas” a Fidel de Sagarminaga –líder  liberal fuerista-  y el 5 de mayo de ese mismo año (1877),  Alfonso XII firmaba el real decreto por el  que el gobierno y la administración se hacían iguales a las del resto del país. Bizkaia, se subsumía en la “unidad constitucional de la monarquía”.  En acto de fuerza  se integraba a Bizkaia en la “Nación” española.

 

Quienes a partir de las elecciones de mayo ocupen los escaños en la Casa de Juntas de Gernika, deberían tener en consideración  todo este apartado de nuestro pasado. Sentir la esencia de la tradición, del fuero, de la democracia participativa y del rigor  de la historia. Del ejercicio secular de soberanía, de la convivencia paccionada. Sin mitos  pero también sin olvidar que quienes  hablan de unidad  obvian que ésta se forjó  con la espada. Con el Ejército de Ocupación del Norte.

 

Las instituciones forales han sobrevivido a múltiples avatares. La Disposición Adicional de la Constitución española  “ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales” siendo su actualización  en el mismo marco constitucional y en el Estatuto de Autonomía.  En el siglo XXI esta formulación debe servir para que el marco institucional de Euskadi actualice y adecúe  su estructura y potencialidad al nuevo escenario jurídico-político.

 

Soy partidario  de afianzar  la Comunidad Nacional Vasca desde el principio de soberanía foral. Derecho a decidir pactado. No imponer, no impedir. Con respeto mutuo. Haciendo que todas las competencias y potencialidades  de autogobierno  devengan de esa foralidad. Con un nuevo reparto de funciones y responsabilidades, acorde a la masa crítica de país que tenemos y que queremos seguir construyendo. Pero que  eso no signifique la desaparición de las Diputaciones o su reconversión  en delegaciones  de gestión. No. Nuevo reparto  de funciones y responsabilidades en el que los Territorios Históricos sigan manteniendo  ámbitos exclusivos de gestión directa  que normativamente  se reconozcan como leyes forales, a semejanza  de lo que ocurre en Navarra. El reto es la modernización y la optimización de nuestro sistema institucional. 

Pero este debate, que será largo y complicado, se iniciará probablemente  en la legislatura que empiece a partir del próximo 28 de mayo. Otra fecha a incluir en el calendario histórico

2 comentarios:

  1. Es maravilloso todo tu escrito Koldo, yo no sabia algunas cosas ha sido para mí una gran lección eskerrik asko

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  2. "Derecho a decidir pactado. No imponer, no impedir. Con respeto mutuo.". Milongas, esto es más viejo que el catarro y más inviable que el batzoki de Hontecillas. Ya lo preconizó Josu Jon Imaz en sus tiempos. O no se conoce al que se tiene enfrente o se apuesta por la patada a seguir consciente e interesadamente. Alguien se cree que aquellos que llevan incumpliendo el estatuto más de 40 años van a "no imponer, no impedir"?. Alguien se cree que van a "pactar" el derecho a decidir?. Respeto mutuo?;
    Venga hombre, no nos tratéis como a imbéciles.
    El PSOE está ahí para diluir lo vasco en lo español, mantener el euskera lo más cerca posible del museo y "consumir tiempo" mientras los números no le sean favorables al nacionalismo español en el parlamento vasco para rematar la jugada. Cuentan para su estrategia con muchas y potentes herramientas; un estado con toda su potencia, sus relaciones internacionales, todo un sistema mediático y judicial a su servicio (lo que no les da la fuerza electoral en euskadi se lo suplementa la "justicia" p.ej con el euskera) y policía y guardia civil, si hiciera falta, para inflarnos a hostias como a los catalanes, a la mínima. Que cual es el camino?, no tengo todo el día para pensar en ello, no me pagan por esto, pero quizás un primer paso es empezar a hacerse respetar y no conceder derecho a veto en el parlamento vasco y ante leyes fundamentales a una minoría tan exigua en aras a una transversalidad de la ellos se aprovechan y en la que no creen cuando y donde los números les dan. Quizás dejar de hacer el canelo sea un primer paso.

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