En junio de 2008, la Diputación Foral de Bizkaia nombraba al reportero arratzuarra Manu Leguineche “Bizkaitar argia- Ilustre de Bizkaia”. La precaria salud del veterano maestro del periodismo, aconsejó a la institución foral a hacer entrega de tal galardón en la residencia habitual de Leguineche.
Así, el Diputado General de Bizkaia, Jose Luis Bilbao, el Teniente de Diputado General, Patxi Sierra-Sesumaga y quien esto escribe, nos trasladamos a Brihuega (Guadalajara) en un tórrido día de julio en el que las emociones de Manu Leguineche se desbordaron al recibir una de las mayores distinciones institucionales que este territorio tiene contempladas. Su niñez en Belendiz, sus amigos de Arratzu (hasta allí se trasladó también el alcalde Josu Olano). Sus recuerdos de la lejanía. Gernika. Las crónicas de guerra. La dignidad de un vasco por el mundo. Fue emotivo, humano e institucional. Un viaje oficial a La Alcarria con un equipo de televisión –para que las imágenes grabadas pudieran visionarse posteriormente en el acto de entrega de honores y distinciones organizado “ad hoc” en el Palacio Foral-.
Cenarrusa, nacido en el año 1917, es la viva imagen de lo vasco, de Euskadi en los Estados Unidos de América y su longevidad le impide trasladarse a Bilbao para recoger personalmente el galardón, que en representación de la sociedad vizcaina, le ha otorgado la Diputación.
Para paliar esta lejanía, y aprovechando que el próximo 31 de julio la colectividad vasca en USA celebra la “Euskal jaia” – se espera la participación de más de 40.000 personas en el evento-, el Diputado General de Bizkaia, acompañado por dos diputados forales, acudirá a Boise para, en acto oficial, hacer entrega a Cenarrusa de la medalla acreditativa del título de “Bizkaitar argia- Ilustre de Bizkaia”.
Cuando la Diputación decidió acudir a Idaho conocía que el Gobierno vasco, con el lehendakari López a la cabeza, estaría allí de visita oficial (delegación de periodistas incluida). Gobiernos anteriores también estuvieron en ediciones anteriores y nadie sensato puede poner en solfa una iniciativa que vincule al Gobierno de este país con su diáspora. Es su papel, su responsabilidad y su competencia.
Y si el Lehendakari y el Diputado General de Bizkaia coinciden en un encuentro de la colectividad vasca a miles de kilómetros de Euskadi, aunque su presencia allí sea por motivos diferentes, ambas instituciones (al menos lo que afecta al Diputado General de Bizkaia) , mantendrán la lealtad y rol que a cada cual le toca. En primer lugar porque siempre ha sido así y, en segundo término, porque los vascos de ultramar se merecen el mismo respeto que los que en Euskadi viven. Porque los vasco-americanos no son sujetos pasivos de “evangelización política” de uno u otro signo.
Sabía que Boise-Idaho no es Guadalajara, y que quizá, alguna mente calenturienta cuestionara la idoneidad de la visita foral. Lo que no me podía imaginar es que la cabecera de “Vocento” es Euskadi abriera su portada a cinco columnas con el titular “Bilbao traslada su rivalidad con López a la fiesta de la diáspora vasca en Idaho”. ( En la versión digital, el sujeto de la oración -“Bilbao”- cambia por el de “el PNV”. Curioso cambio).
La “información” y el titular, marcadamente opinativo y subjetivo, se suma a una incesante lista de noticias, crónicas y artículos cuyo hilo argumental central pretende trasladar a los lectores de dicho medio una “guerra sin cuartel” entre el Diputado General de Bizkaia y el Lehendakari López. No hay apunte ni comentario que ahorre unas gotas de selecto perfume periodístico que abone la tesis el enfrentamiento continuado aún cuando éste no exista ni se persiga.
La búsqueda pertinaz de conformar una opinión pública que vincule al Diputado General de Bizkaia como el “alter ego” nacionalista al Lehendakari López es una estrategia que va más allá del periodismo o de la información. Una estrategia puramente política –legítima- que sorprendentemente está siendo capitaneada, con implacable vigor, por el diario “El Correo” quien en la pugna partidaria-electoral se ha puesto al frente de una manifestación que reclama la “ampliación del `cambio político´ vasco a los ayuntamientos y las diputaciones”.
Quizá equivoque mi apreciación –también tengo derecho a subjetivar lo que acontece-, pero “El Correo” y su “línea informativa” me demuestran que hay una conjunción de intereses que confluyen en el desiderátum de quienes pretenden que el nacionalismo vasco democrático sea desalojado de cuantas parcelas institucionales de poder que aún ostenta por la representación popular.
La falta de crítica hacia la nueva mayoría gobernante, la complicidad en el seguimiento “informativo” de su gestión y la sutileza interpretativa de los actos de los demás, han terminado por convencerme. De seguir así, llegará el día en que para levantarse de la cama, el Diputado General de Bizkaia deba consultar a “El Correo”, no vaya a ser que su despertar mañanero sea interpretado por los comentaristas de dicho periódico como una afrenta al lehendakari. Faltaba más
No hay comentarios:
Publicar un comentario