Después de 70 caracteres de Twitter, a López le ha costado dos días “dar la cara” para analizar los resultados electorales del pasado domingo 22. Y lo ha hecho investido de Secretario General del PSE. El “lehendakari”, al parecer, nada tiene que decir desde su posición institucional.
El Secretario General socialista compareció el martes ante los medios de comunicación como el aterrizaje de un alienígena.
Sí, como un extraterrestre al que las elecciones no han afectado en nada. Su gabinete no se siente implicado por las votaciones; “nosotros – ha dicho Mendia- no concurríamos a los comicios y tenemos los mismos apoyos que hace un mes”. Oasis total.
Por eso López no ha hecho autocrítica. Su cometido es “liderar” el final del terrorismo “y abrir definitivamente la puerta a la paz, la libertad y la convivencia”.
Pero, López, en su papel de Secretario General del PSE sí hizo lo que mejor sabe; dar consejos y recados a los demás.
El primero a su partido y a Zapatero; adelantar su congreso y abrir una “regeneración interna”.
El segundo, al conjunto de las formaciones políticas en relación a Bildu. Exigió “responsabilidad institucional” para frenar el acceso de Bildu a la Diputación de Gipuzkoa y a los ayuntamientos. “Cualquier que suponga darles responsabilidad institucional (a Bildu) supondría la paralización de proyectos estratégicos del país, cosa que de ninguna manera podemos permitirnos nadie”.
El tercer consejo-recado, al PNV; “que decida si quiere pactar con los socialistas o con Bildu, si su posición está más por la modernización, por el desarrollo o por las siglas”.
Y su cuarta apelación, a sus propias filas, a quienes acusó de “no haber hecho lo suficiente” ante el cabreo de su electorado que ve “como se van de rositas los que de verdad han provocado la crisis”.
En esto de las arengas dirigidas a los demás, López no tiene precio. En plena campaña electoral se dirigió a los empresarios vizcainos en su encuentro anual, diciéndoles lo que debían hacer o no en estos momentos de crisis. Les pidió un esfuerzo inversor para crear empleo, e incluso, se permitió amonestarles por pretender incluir a la productividad en la baremación salarial solo en los momentos de vacas flacas. “En la crisis y en los beneficios también”, apostilló. Algo que nadie había puesto en duda hasta entonces.
López siempre sabe lo que deben hacer los demás sin percibir que en este país su figura tiene cada vez menos peso. Hasta su gobierno ha tenido que contratar a un zahorí para determinar labores funcionales y organizativas en el departamento de Industria. No extrañaría que para esto de los pactos o del análisis electoral – bien pobre por cierto- desde Ajuria Enea se hubiera consultado con la güija para establecer sus principales argumentos.
López inquiere a Zapatero sin percibir que será éste quien marque la estrategia general de los socialistas. Tanto a nivel interno como en la relación con el resto de formaciones políticas. Es, como si no hubiera escuchado las palabras de José Blanco el otro día al incluir la Comunidad Autónoma Vasca, la Comunidad foral de Navarra y el Ayuntamiento de Iruña entre las plazas en las que los socialistas establecían expectativas de pactos post electorales.
López ha querido jugar a “solista” de un coro en el que su voz cuenta muy poco, pese a que algún sesudo analista le haya elevado a los altares de ser el “sucesor tapado” de Zapatero.
Será su jefatura, representada por Zapatero y Rubalcaba quienes, una vez más, marcarán el paso al que terminará desfilando.
Y, en Euskadi, volverá a quedar descolocado. Porque el ritmo de acuerdos y estrategias también los marcarán otros. Su pacto con el PP no le brinda ningún futuro. Ni en Araba, ni en Gipuzkoa, y mucho menos en Bizkaia.
López ha comparecido tarde, y sin aprenderse la lección. La lección que el domingo dieron miles de mujeres y hombres que decidieron con sus votos qué querían y en quienes confiaban. Dejemos que esas voluntades tomen cuerpo con normalidad. Es lo natural y lo que marca el sentido común.
Patxi López, Secretario General, consejos vendo que para mí no tengo
No hay comentarios:
Publicar un comentario