lunes, 23 de mayo de 2011

SE ABRE UN NUEVO TIEMPO

Primera conclusión tras los resultados electorales municipales y forales; la mesa política vasca tiene cuatro patas. Dos por sensibilidad nacional; dos abertzales; PNV y Bildu –la marca del momento de la Izquierda Abertzale-; y otras dos representativas de la identidad española; PSE y PP. Habrá matices, consonancias, divergencias, aguas calientes y frías, pero cuatro tendencias.



Hoy por hoy no ha lugar para pequeñas sensibilidades. Probablemente en el futuro sí haya hueco, pero hoy por hoy no. Es, quizá, el coste de la normalización política a la que, al parecer, felizmente, nos dirigimos.

Segunda consideración. El éxito de “Bildu”. La Izquierda Abertzale, en compañía de socios minoritarios, ha cosechado un notable resultado. Ha rentabilizado su apuesta por las vías políticas y el victimario de haber sido perseguida durante años. Su nueva imagen –paz y democracia- se ha ganado la simpatía de miles de electores. De manera especial de quienes no habían votado nunca y que, atraídos por su papel de “injustamente perseguidos”, se ha movilizado por primera vez. “Bildu” y con ella la Izquierda Abertzale ha recabado el voto del “corazón”. Sin matices ni programas.

La ola de simpatía, al margen del efecto Gipuzkoa, le ha hecho ser primera fuerza en muchos municipios vizcainos, más de los que esperaba. Ahora le toca gestionar ese rédito. Quizá le haya sido más fácil ganar esos votos que gestionar a posteriori en los espacios conquistados.

Tercera conclusión. El éxito de la apuesta política de la Izquierda Abertzale supone, en clave interna, la derrota de ETA. ETA deberá asumir que su tiempo se ha acabado. Deberá asumirlo ante la propia Izquierda Abertzale.

Cuarto punto de reflexión; el PNV mantiene su liderazgo en Bizkaia. No sólo lo mantiene sino que, con la Izquierda Abertzale presente en las urnas y con inusitada pujanza, se consolida en un primer puesto destacado, tanto en porcentaje de votos como en escaños en Juntas Generales. Magnífico resultado, con especial incidencia en la zona metropolitana –Bilbao, margen izquierda, Getxo...- y se resiente en el ámbito rural forzado por el impulso de la burbuja de Bildu.

El PNV volverá a gobernar con solvencia en Bizkaia. Más allá de pactos o acuerdos puntuales. Lo hizo en la legislatura pasada con 23 apoderados y lo seguirá haciendo ahora con uno menos , pero con el valor añadido de haber ganado unas elecciones plurales, con la Izquierda abertzale presente y con 12 apoderados en Gernika.

Quinta conclusión. El PNV ha vuelto a ganar. Ha revalidado el liderazgo. Pero ese rol mayoritario puede verse amenazado por la irrupción de una fuerza en el ámbito abertzale. Nace lo nuevo y lo hace con fuerza. Por eso el PNV deberá ponerse las pilas a futuro si quiere seguir siendo el eje vertebrador y principal de esta país.

Sexta consideración. El acuerdo PSE-PP es ya pasado. Su fracaso en las urnas deja al Gobierno de Patxi López desnudo de legitimidad social. No puede seguir escudándose en una mayoría nominal que se ha demostrado superada en las urnas por la pluralidad política. El fracaso del PSE y la no rentabilización de su derrumbe por parte del PP abren un nuevo tiempo en Euskadi. López se va a ver obligado a actuar rápidamente. Su sueño, su “oasis” ha fracasado.


Séptima consideración; comienza un nuevo tiempo. Lo veremos en breve. Los resultados electorales en España y en Euskadi van a abrir un nuevo tiempo politico. Un tiempo apasionante. Un tiempo de puentes, de derribar barreras y, posiblemente, un nuevo tiempo de paz. Ha empezado ya, las urnas lo han abierto ayer mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario