martes, 27 de diciembre de 2011

AY SEÑOR, LLÉVATELOS PRONTO!


Me había propuesto no volver a dar caña al Gobierno de Patxi López. Me resultada antiestético. Alguien podía llegar a interpretar que aprovechaba cualquier circunstancia para sacudir. Como al boxeador grogui que se rinde a los golpes fáciles de quien no encuentra obstáculo en su ataque. No, no me parecía oportuno ni gratificante sacudir a quien se muestra públicamente acabado y en trance de ajuste de cuentas interno.

Pero cuando la incapacidad de sus dirigentes afecta a “las cosas de comer” de una parte de la ciudadanía, no hay razón para ocultar el disgusto o la consternación.

La Consejería de Asuntos Sociales que dirige Gemma Zabaleta, había decidido rescatar para sí la gestión de la Renta de Garantía de Ingresos. Habrá que decir, antes que nada, que la competencia en esta materia, siempre había sido del Gobierno vasco. Los fondos, es decir el dinero disponible para hacer frente a esta renta excepcional, siempre fue del Gobierno vasco.  Pero, hasta ahora,  habían sido las Diputaciones, las que, por encomienda del ejecutivo autónomo,  habían gestionado su distribución y reparto.

Con la remodelación de Lanbide, el Gobierno vasco socialista, decidió, en uso de su capacidad y competencia, asumir su gestión. Puso fecha al nuevo trámite, el 13 de diciembre, y pese a que las Diputaciones, conocedoras de la complejidad  de los trámites administrativo, solicitaron un tiempo de adaptación, Zabaleta y los suyos, prepotentes y soberbios como siempre, desoyeron la sugerencia.

Cuando los perceptores de la renta básica se agolparon en Lanbide para cobrar los subsidios, el estamento gubernamental quebró  y miles de personas, de familias, al borde mismo de la exclusión social, se quedaron desamparadas, sin poder cobrar íntegramente su nómina de diciembre. La Diputación de Gipuzkoa, ante la improvisación de Lakua, y para no perjudicar  a los usuarios – no olvidemos que son los que no tienen ningún tipo e ingresos-  decidió asumir íntegramente el pago, lo mismo que ha tenido que hacer (ayer mismo lo hacía público),  el ente foral vizcaino. La incapacidad o ineptitud de Lanbide y el Gobierno vasco ponía en riesgo que 36.805 personas con residencia en Bizkaia se quedaran  sin ayuda económica de subsistencia.

Ineptitud, insolvencia, y, además, arrogancia pues Zabaleta y los suyos no han escatimado  reproches  a las diputaciones  por “interferir” en su camino. Un camino de fracaso y de irresponsabilidad, que ha jugado con las “cosas de comer” y casi deja en ayunas a quienes más necesitan alimentarse.

Segundo fiasco en breves horas; la dirección de Metro Bilbao ha anunciado que descontará en la nómina de diciembre (la que se paga ya) el importe global anual de congelación salarial de sus trabajadores. En una primera lectura, la medida puede interpretarse como una venganza por los paros y la conflictividad laboral de los trabajadores del suburbano bilbaino. Pero no. No es ni venganza, ni una consecuencia de dureza empresarial. En realidad es fruto de la ineptitud de gestión.

Como todo el mundo conoce, una de las medidas adoptadas en los presupuestos del año que acaba -2011- por las Administraciones Públicas vascas de cara a reducir el déficit y aminorar gastos corrientes, fue la congelación salarial de los empleados públicos. Gobierno vasco, diputaciones, ayuntamientos aplicaron dicha congelación  entre su personal y el de sus empresas publicas  dependientes. Esa congelación, supuso, a primeros de año, una cierta tensión con funcionarios y personal laboral. Pero su aplicación, como no podía ser de otra manera, fue automática y generalizada. En todas partes. Menos en el Metro Bilbao donde sus directivos estaban en Babia, ocupados en vender humo y “excelencia” empresarial. “Excelencia” ruinosa..
Iñaki Prego, Ernesto Gasko y Lópeza Ansareo. "Responsables" de Metro Bilbao

Ahora, a escasos días de que el año expire,  se han dado cuenta de su indolencia y de su torpeza. Así que los ex compañeros de Loly de Juan, antes del día 31, deberán reunirse en Consejo Extraordinario para detraer de las nóminas de los trabajadores de esta entidad las  cantidades cobradas de más por su falta de custodia presupuestaria. ¿Se puede ser más inepto?. Seguramente sí, pero necesitará de un arduo entrenamiento.
Por cierto, ¿alguien sabe si Iñaki Arriola sigue siendo consejero de transportes del Gobierno vasco?

Ay Señor!. Llévatelos pronto!

1 comentario:

  1. Koldo,
    Muy bueno el comentario. ¡Pero es que lo ponen a huevo! De todas maneras, habría que meter un poquito más el dedo y empezar a mencionar que los chiringuitos que gestionan (si a ese mangoneo se le puede llamar gestión, claro) los tienen como oficinas de empleo... de amiguetes a través de la casa del pueblo respectiva. Como ejemplo tenemos Lanbide, ahora que va a gestionar la RGI; han contratado casi 300 personas. No tanto, pero en otros sitios van parecido... Sin contar la caterva de exalcaldes y exconcejales reconvertidos en asesores.
    Sigue así, que da gusto leer este blog.

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