lunes, 26 de diciembre de 2011

DISCURSOS Y RECURSOS

Todo el mundo habla y comenta lo mismo. El discurso de Nochebuena del Rey de los españoles. Es como si no existiera más actualidad. Como si, por un momento, todo lo noticiosos pasara por la Zarzuela.  Y la verdad, el Borbón no ha dicho nada excepcional para recabar todo el interés mediático.  Sus referencias a la igualdad  de todos ante la ley y la necesidad de comportamientos públicos transparentes, han avivado los comentarios y los análisis. Como si lo dicho fuera algo extraordinario. Y no lo es. Por mucho que pretenda vincularse al caso de supuesta corrupción protagonizado, presuntamente, por el yerno del monarca, Iñaki Urdangarin.

Los discursos del Rey español me aburren. Me resultan tediosos y fuera de lugar. Lo cierto es que la institución que representa  me parece un anacronismo  inservible. Alguien, de derechas y liberal, me decía recientemente que las monarquías estaban bien pensadas para evitar los gastos derivados de  unas elecciones a Jefe del estado republicano.  Que un Rey sin corte y sin nada que hacer era más barato que un Presidente de la República con su equipo de asesores. Y  yo creo que no. Que mantener bajo el presupuesto público y de forma vitalicia a una saga de  notables hemofílicos es, cuando menos, un dispendio para una democracia. Y, con más motivo,  cuando esa dinastía,  con total opacidad y de manera desconocida, suma al real patrimonio público  ingresos atípicos y de difícil explicación.
Pero, lo del Rey, lo de su yerno –que alguien, por su procedencia vasca, ya vinculará a Sabino Arana y al PNV-, se lo dejo a Anasagasti. Es un tema que le pone. Eso, los Borbones, y los procesos internos de elección en el PNV,  en los que, siempre con la “libertad  del bufón”, que diría Uzturre, deja significadas opiniones y reflexiones que no pasan inadvertidas.
Está en su derecho. Como lo estamos otros en considerarlas desafortunadas.

Mi preocupación de hoy, más allá del discurso regio, sigue estando en la economía  y en esa pandemia de crisis extendida por todo el mundo. Pese al acuerdo alcanzado en la cumbre europea, pese a que el Banco Central Europeo haya inundado de moneda  la eurozona (para que los bancos, fundamentalmente, se refinancien), pese a los intentos  ímprobos por recortar el déficit, el motor económico de Europa y de Euskadi  en su impacto correspondiente, sigue sin carburar.

No hay, ni se le espera en meses, crecimiento. No hay reactivación. No hay pedidos. No hay consumo. Todos los analistas coinciden  en que el año 12, y previsiblemente el 13, seguirán la senda trazada en los dos últimos ejercicios. ¿Qué hacer en esta perspectiva?.

El rigor presupuestario se impone. Ajustar hasta donde se pueda. Gastar con eficacia, sosteniendo  los servicios sociales para quienes los necesiten y dando cobertura a las prestaciones básicas.  Pero el recorte no incentivará la actividad. La industria vasca, tractora de la economía del país, deberá  explorar nuevas oportunidades fuera de aquí. En la Unión Europea y en las economías emergentes –China, India, Brasil…-. Y en esa labor de rastreo deberá contar con la inestimable ayuda y compañía de las instituciones vascas. De igual manera, habrá que seguir marcando perfil propio en lo que a investigación, innovación y tecnología se refiere. Hay que mantener los niveles de competitividad, de calidad, de productos y procesos de primer nivel para optar a las escasas oportunidades de negocio que se presenten. Para tener un Know-How actualizado, unos recursos humanos prestos y bien formados.

Habrá que flexibilizar, ser más ágiles, en muchas cosas, pero, fundamentalmente, en la capacidad de conocimiento y de adecuación al mercado. Soluciones concretas a necesidades concretas.  Productos a la medida de la demanda. Y eso supone tecnología aplicada y avanzada.
Las empresas van a necesitar liquidez lo que implicará cuentas saneadas para poder incidir, si es preciso, con créditos participativos que apoyen la inversión. Y en lo que al empleo se refiere, habrá que hacer un esfuerzo titánico para el sostenimiento de la mano de obra actual, el apoyo institucional a los emprendedores, a los autónomos. No hay duda de que resistir hoy implicará sacrificios. Y en esa fase de resistencia, las legítimas reivindicaciones sociales y patronales debieran darse una tregua para intentar alcanzar un acuerdo nacional que nos permitiera garantizar competitividad a cambio de estabilidad en el empleo. Un pacto a “la alemana” que nos estabilice y genere confianza.

Todas esas cosas, y más, son las que deben centrar nuestras preocupaciones de hoy y de mañana. Muchas de ellas están apuntadas en el documento “Euskadi Nación Europea. Retos y desafíos 2015”http://www.eaj-pnv.eu/esp/batzar_nagusia_2011.php que el PNV aprobará en su próxima Asamblea General (BEC 13,14 y 15 de Enero). Menos discursos y más recursos. Menos juegos florales y más ideas.

1 comentario:

  1. Pues el SEÑOR Iñaki Anasagasti hoy (30/1/12) le dedica parte de una entrada en su blog, con su libertad... habitual supongo ¿o no?.

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