miércoles, 21 de diciembre de 2011

UNA ESQUELA VASCA PARA KIM JONG-IL

En estos días pasados se ha producido la desaparición de dos eminentes personalidades del escenario internacional. El primero, Vaclav Havel, dramaturgo e intelectual checo que presidió la antigua Checoslovaquia y posteriormente la República Checa, tras la segregación de aquella. El segundo, Kim Jong-Il, el “padre” de la última dictadurA estalinista, Corea del Norte.



Vaclav Havel, primer presidente de la República Checa
Havel fue un defensor a ultranza de los derechos humanos. Desde la Primavera de Praga hasta la desintegración de la Unión Soviética y la caída del Telón de Acero. Intelectual reprimido por el comunismo. El mismo comunismo que , de manera cruel y despiadada impuso a su pueblo Kim Jong-Il, aislándolo del mundo y militarizándolo hasta hacer que el norcoreano sea identificado como el cuarto ejército del mundo.

El mundo occidental llora a Havel. La nomenclatura norcoreana honra el cadáver de su prócer, al tiempo que encumbra en la pirámide marxista-leninista de su país al hijo del sátrapa, un protegido formado en los más caros colegios suizos en contraposición a la miseria extrema de sus súbditos, del pueblo norcoreano.

Havel es una referencia de humanidad. Kim Jong representa su alter ego. Vaclav Havel luchó por la paz y la libertad en Europa. Kim Jong-Il convirtió a su país en una amenaza nuclear para el mundo.

Cada cual se refleja en sus referentes externos. Havel lo es para los demócratas, para quienes siempre hemos tenido a los derechos humanos como base de de cualquier comportamiento. Otros, los que aspiran a una revolución impuesta a sangre y fuego, se miran en el espejo de Kim Jong-Il.

Por extraño que parezca, este siniestro personaje tiene también aquí sus defensores. Le recordarán con nostalgia, como quienes veneran el mausoleo de Lenin en la Plaza roja y añoran el mito de un cadáver embalsamado. Pero se me hace difícil de entender que un patriota vasco sueñe con una Euskadi a imagen y semejanza a Corea del Norte.

Difícil pero no imposible. El diario “Gara” publicaba el otro día en sus páginas una esquela-obituario en memoria del dictador asiático. Junto a su foto y su nombre, reconocido como “Burukidea”, se podía leer la cita “Aunque se releven las generaciones, la revolución no puede detenerse, la lucha tiene que continuar”.


Esquela publicada por el diario "Gara"

“Burukidea”?. ¿La lucha tiene que continuar? ¿La revolución no puede detenerse?.Quien ponga esquelas en “Gara” deberá explicar su admiración por Kim Jong-Il y su estalinismo enfermizo. Sí, que nos expliquen, de una vez y sin complejos, si la Euskadi independiente y socialista por la que luchan tiene algo que ver con la República Popular Democrática de Corea del “querido líder”. Clarifíquenlo, camaradas. Hasta la victoria final.



1 comentario:

  1. Hombre Koldo, el que pone una esquela lo hace a título particular, simplemente.
    Es posible que sea una persona o algún pequeño grupo organizado, quién sabe!
    O pueden ser los que "publicitastéis" en DEIA, pidiendo el boikot y abstención a las generales, intentando perjudicar a Amaiur, puede ser.
    También sería conveniente no ser tan dóciles a los medios poderosos, a los EEUU, a las potencias occidentales y tener cierto criterio, al menos como el pequeño pueblo que somos.
    Es tan mala la situación en ese particular país?
    Gadafi vivía, de verdad, entre lujo y palacetes?, no estaba refugiado entre sátrapas y millonarios?.. viendo su muerte lo dudo.
    Tan tirano era Sadam Hussein?, también rodeado de lujo, palacetes y protegido por no sabemos que potencias, pues viendo su triste muerte lo dudo mucho.
    Agur bat!

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