jueves, 12 de enero de 2012

EL RECARGO

El Gobierno vasco se está planteando seriamente (resulta paradójico hablar de Gobierno vasco y de seriedad al mismo tiempo) llevar al Parlamento Vasco un proyecto de ley para crear un “recargo” –incremento- en el IRPF. Los “recargos” son medidas no tributarias excepcionales, que la ley 12/1983, “principios ordenadores de la Hacienda general del País Vasco” prevé. No se trata pues de un tributo sino de un incremento, temporal, excepcional y con carácter finalista, cuyo embolse no está sujeto a reparto. Es decir que cuya recaudación iría íntegramente al Gobierno vasco.


El Ejecutivo de Patxi López valora imputar dicho recargo al IRPF (el impuesto que pagamos todos los que dependemos de una nómina) y, si bien, su destino final no se ha desvelado, parece que se dedicaría a minorar el déficit de las cuentas generales del presupuesto del “oasis del cambio”.

En Euskadi solamente se ha echado mano a esta figura en una ocasión. Fue en el año 1983 y lo recaudado por entonces fue utilizado para paliar las consecuencias de las graves inundaciones que asolaron el país. Es decir, una medida excepcional para unas consecuencias excepcionales.

Carlos Aguirre, Consejero vasco de Economía fue quien adelantó la noticia. Y su argumento volvió a sorprender a propios y extraños. Como las diputaciones no quieren aplicar las medidas adoptadas por Rajoy de incrementar los impuestos y dado que Bizkaia no tiene una actuación decidida contra el fraude, es necesario echar mano del sablazo. De lo contrario, se ahogaría al Gobierno, que es, en definitiva lo que quiere Jose Luis Bilbao sus puñeteros compañeros del PNV. O eso, o cambiar el “anacrónico” modelo institucional vasco. Un modelo que, a su juicio, imposibilita a quien más lo necesita –el Gobierno vasco-, subir los impuestos

En lugar de aplicar más rigor a la hora de su gasto, de aplicarse en lo que realmente le compite, el Gobierno Vasco nos quiere meter la mano en el bolsillo para cuadrar o minorar su descubierto. Resulta indignante que, con la que está cayendo, y lo hace para todos, un Consejero de Economía sólo se preocupe de atender a llenar sus arcas de caudales para poder atender sus expectativas de gasto (seguro que Aguirre hizo la mili en “gastadores”). El resto de los mortales, empezando por los núcleos familiares, hacemos las estimaciones al revés (tanto dispongo tanto podré gastar) y no como los brillantes cerebros de Lakua, que primero estiman qué gastarán para, a reglón seguido, pedir más dinero a los contribuyentes, es decir, a todos.

Necesitan “tela marinera” y ya que no pueden meter mano a modificación impositiva, han encontrado la vía de acopiar euros a través de la sanción directa a todos los contribuyentes.

El pasado día, un dirigente popular –socio preferencial del Gobierno socialista- me comentaba en privado la creciente preocupación en el PP por las maniobras económicas ocultas del Gobierno vasco. Da la impresión de que se han gastado o se van a gastar lo que no tienen. Y no les importa. “El agujero –me decía- se hace cada vez más grande y más insostenible, pero les da igual. Saben que, con toda seguridad, no estarán en el futuro gobierno vasco y, por eso, han decidido que dicho agujero lo pague el siguiente. Siempre han hecho lo mismo. Aquí y en todas partes.” Pero hasta ahí podríamos llegar.

Lo cierto es que, en los ciclos económicos en los que, de una manera u otra, ha gobernado el Partido Socialista, la herencia dejada por éstos ha sido ruinosa. Y no hay más que ver el desmantelamiento de todo el sector público industrial –Altos Hornos, Euskalduna, La Naval, Babcok…- que provocaron tras sus pasos. Como Atila y su caballo bucéfalo.

El Gobierno vasco de Aguirre y López ha multiplicado por seis la deuda del ejecutivo autónomo en tan sólo tres años de incapacidad de gestión. Ha echado por tierra años de rigor presupuestario y ahora nos amenaza, teniendo en contra al resto de opciones institucionales y políticas vascas, con habilitar un “recargo” que compense su nefasta gestión económica.

Lo único positivo del anuncio de nueva factura es que para pretender cobrarla deberán aprobar previamente una ley. ¿Con qué votos?.

Hace unos meses, fue el Diputado general de Bizkaia, Jose Luis Bilbao quien sacó a la luz la hipótesis de utilizar “recargos” en los impuestos. Lo hizo en una reflexión, que nadie atendió, sobre el sostenimiento de los servicios sociales, especialmente vinculados al envejecimiento de la población. Una situación y una problemática que sigue ahí y que cada vez va a tener mayor trascendencia en nuestra sociedad. Porque la expectativa de vida aumenta (vivimos más tiempo afortunadamente) y esa longevidad de las personas implica mayores cuidados y servicios por parte de la Administación. Desde el socialismo gobernante afearon la idea tachándola de “neoliberal”.

Ahora que son ellos los que nos quieren meter la mano en la cartera para tapar los agujeros de sus dispendios, la medida resulta “imprescindible” y “progresista”.

Ay, Señor, Señor. Llévatelos pronto!

2 comentarios:

  1. Esta es la curiosa manera que tienen de entender la foralidad todos los que han se han aposentado en Ajuria Enea: ¡freír a impuestos a alaveses, vizcaínos y guipuzcoanos! Nuestro régimen fiscal siempre funcionó maravillosamente a través de los territorios, con una administración cercana, pequeña y suficiente. Por contra la antinatural unificación autonómica ha engordado innecesariamente la burocracia y la administración y correlativamente ha necesitado de un régimen fiscal confiscatorio para financiarla.

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  2. Bueno, bizkaitar herbesteratua, que tampoco es para tanto! Lo grave (MUY grave) es que están dejando un agujero inmenso para el siguiente (ellos seguro que no van a ser) sin ningún sentido. De todas maneras, que esta crisis nos sirva de lección para organizar el futuro. Y que nos sirva de lección a los abertzales para no tener que probar más españitis...!!!!!!

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