viernes, 10 de febrero de 2012

HUELGA PATRONAL

Es viernes. Y hace frío. Como en Petrogrado en 1917. Allí, los soviets de Lenin y Trotsky asediaban el palacio para derrocar al gobierno. Era la revolución.


Aquí, Martin Garitano y los suyos, se aproximan al Palacio también para ocuparlo. La víspera, se les pudo ver encabezando la protesta. Pertrechados contra el gélido neolibelarismo que nos acecha. No hallan resistencia. No en vano, acceden al mismo por la puerta principal. Dentro no hay ni Romanov ni mencheviques que expulsar. Solo hay expedientes sin resolver. Carpetas que esperan respuestas y que se acumulan, una tras otra, como consecuencia del proceso de reflexión permanente en el que las ha sumido la autoridad gobernante. La revolución, también aquí, está en marcha. Despacio, pero en marcha.

Una de las primeras medidas adoptadas para su conquista ha sido secundar un paro. Los sindicatos vascos habían programado un paro de cuatro horas en el sector público como protesta a las medidas de ajuste aprobadas por el ejecutivo de Mariano Rajoy. Las organizaciones de clase están para eso; para defender los derechos de los trabajadores. Pero, jamás, habíamos contemplado que una patronal se pusiera al frente de la manifestación y portara la pancarta de la movilización laboral. Bildu lo ha hecho posible. Innovación política. Los vascos siempre hemos demostrado ser punteros en eso de la innovación. Somos referentes en componentes de automoción, en biociencias, en nanotecnologías, en máquina-herramienta.

Sorprendimos al mundo con la invención del kalimotxo y, ahora, gracias al ingenio de la Izquierda Abertzale y su método de “gobieroposición”, hemos patentado una nueva fórmula de gestión reivindicativa; la “huelga patronal”.

“Hay que cambiar el sistema- dijo el otro día su portavoz Larraitz Ugarte-. Frente a los planteamientos de Mariano Rajoy de reforzar otra vez el capitalismo y plantear recetas que han fracasado y que buscan reforzar el sistema financiero con el dinero de todos y en detrimento de las políticas públicas”. Por eso, la respuesta coherente es secundar las cuatro horas de paro. Y las secundaron. Así, ayuntamientos presididos por Bildu bajaban la persiana –lo anunciaron con bandos- y dejaron a la ciudadanía huérfana de autoridad temporalmente. La opresión capitalista lo exigía.

La pancarta es, sin duda, un elemento básico en esta estrategia de revolución gobernante. No a los grandes proyectos. No al Tren de Alta Velocidad. No a la ampliación de Pasaia. No a la Incineradora. No a las autopistas de peaje…Es como si el Consejo de diputados transcurriera de manifestación en manifestación hasta la victoria final.

Mientras tanto, proyectos como el de la estación de tratamientos de residuos sólidos urbanos – la incineradora-, por error u omisión (voluntaria o no), deja de inscribirse en el registro que le permitiría acogerse a las millonarias primas de producción energética renovable. Vamos, que, de no subsanarse, Gipuzkoa perdería más de ochenta millones de euros para financiar las infraestructuras necesarias para hacer frente al tratamiento de las basuras. Un agujero que parece no importar al gobierno pancartero que ni sabe ni contesta sobre cómo resolverá problemas tan mundanos y capitalistas como hacer desaparecer la basura que los humanos consumistas generamos.

Y, entre tanta incertidumbre, la ciudadanía, aprovecha la ocasión para llevarse la bolsa de basura el municipio vecino. Ayer, comimos pescado y con el “puerta a puerta” no toca recoger los desperdicios orgánicos hasta el martes. Que horror. Por eso se aprovecha cualquier salida para “evacuar” la zaborra donde sea. Y que no te pillen.
Iraultza ala hil.

El Palacio vuelve a estar vacío. ¿Otra huelga?.
No. Es la hora de tomar unos potes. Ah!. Eso sí que es del país. Viva la participación ciudadana.

1 comentario:

  1. Koldo: para seguir con la mala leche humorística (es lo que más les duele) te propongo inventar nuevos conceptos para sugerírselos a los chicos y chicas de la izquierda abertzale. Revolubierno: revolución desde la poltrona del gobierno de la dipu o ayuntamiento, para combatir el frío que se pasa en la manifestación. Manifestrona: manifestación por la tarde y poltrona por la mañana. Buleraultza: bulegotik zuzendutako iraultza. Incine?: ya se nos ocurrirá algo...

    ResponderEliminar