viernes, 14 de septiembre de 2012

BILDU Y EL FUTURO DEL SIGLO XIX

Georges Clooney no vendrá a Donostia para el Festival de cine. Está enfadado con los mandamases de la ciudad. Enfadado y triste. Me lo ha contado extraoficialmente. Para eso somos “gemelos” (nacimos el mismo día y el mismo año). Su cabreo es entendible. Ha sabido que Bildu ha presentado una iniciativa en las Juntas Generales de Gipuzkoa en la que pide prohibir la comercialización de las cápsulas de café que Clooney publicita.


Según los próceres del “Zero zabor”, el reciclaje de estos envases se hace imposible e incompatible con el “puerta a puerta”. Según ellos, tratar dichos residuos resultaría carísimo. Y, por eso, han optado por la vía más democrática. Solicitar su prohibición.

La verdad es que tienen mérito estos ecorreligionarios de nuevo cuño. Recientemente leía en diversos rotativos guipuzcoanos que la concejalía de Medio Ambiente del ayuntamiento de San Sebastián pondrá en marcha en breve un programa piloto para reducir la generación de residuos mediante la utilización de pañales de tela reutilizables. Una experiencia que contará con la colaboración de cuarenta familias con niños/as de entre seis meses y tres años de edad.
Así se ha quedado el pobres Georges después de lo de Bildu
y los cartuchos de café en Gipuzkoa

Que estampa tan conmovedora. Vuelven los picos de tela. Aquellos que nuestras amonas utilizaban primorosamente para preservar la higiene de sus bebés. Unas criaturas que crecieron entre los polvos de talco y la pomada de halibut. Ya veo la campaña promocional en los jardines de Alderdi Eder; “Cada cual con su pañal” o “El frotar no se va a acabar”.

A este paso, la progresía de la basura va a terminar proponiendo los tampones, las compresas y hasta los condones reutilizables. Una experiencia inolvidable. Y, todo ello por decreto, para mayor eficiencia y beneficio de “Garbitania”.

Pero, volvamos a las cápsulas del café. No veo yo a Subijana, Arzak o Aduriz sirviendo a sus distinguidos comensales “Michelin” café de puchero. O ¿tal vez sí?. Alguna ventaja tendría la infusión artesana. Las borras podrían utilizarse para abonar, por ejemplo, sus respectivas colecciones de hierbas aromáticas. O, puestos a ello, para promocionar e impulsar el programa de “soberanía alimentaria” que la candidatura de EHB nos ha prometido.

Buena falta les va a hacer, porque con el déficit agroalimentario que padecemos quizá pasemos un poco de hambre si tratan de aplicarnos su “soberanía” por el modelo de los cartuchos del café. Es decir, por el artículo 33.

¿Soberanía alimentaria?. Cuatro datos. En hortalizas frescas, producimos el 1,49% de lo que consumimos. En leche, el 61,50% y, en el conjunto de la carne, solamente somos capaces de poner en el mercado el 17,7% de lo que absorbemos. Ahora bien, si de carne de conejo hablamos, el tanto por ciento de autosuficiencia llega al 92. Le sigue, próximo a cubrir la demanda interna, la producción de huevos con un porcentaje de autosuficiencia del 96%.

Finalmente, sólo hay un producto, en el ámbito agroalimentario, en el que tenemos excedentes. Es decir, que generamos más de lo que consumimos. Se trata del vino y, especialmente el de denominación de origen, cuyo grado de autoabastecimiento es del 378,40%. .
Imaginación, inventiva, innovación, que no falte. Pero, si hasta conocemos a los componentes de un gobierno sin que se hayan celebrado elecciones, nadie haya ganado o haya pactado una mayoría con otra formación. ¿De qué nos quejamos?. Será que no entendemos el “nuevo tiempo”.

En efecto. Estamos anquilosados en el pasado. Hasta ahora, conocíamos que las formaciones políticas en la oposición formalizaban ocultamente equipos humanos como alternativa a los ejecutivos gobernantes. Son los llamados “gobiernos en la sombra”. Ahora bien, ¿cómo denominar al gabinete de Mintegi?. ¿Gobierno al sol?. Me quedo con algo más evocador; “el trampantojo de Laura”. Trampantojo porque parece una cosa que no es. Parece tierno y candoroso cuando en realidad representa la ortodoxia sublime de un MLNV adornado con azúcar glass.

No miremos atrás. Pongamos la vista en el progreso. En el porvenir que nos espera si de Bildu depende. Un futuro sin dodotis, sin café en cápsulas, sin trenes de alta velocidad, o puertos exteriores. Un futuro sin memoria o con gobiernos promotores de huelgas generales. ¡Próspero siglo XIX amigos! .

Por cierto, me ha dicho un amigo que Laura Mintegi lleva toda esta semana de precampaña en Corea. Espero que sea en el sur.




2 comentarios:

  1. Amigo Koldo; cómo te zumban desde Bildustán cada vez que te publican en Deia. Será porque escuece y les dejas con las vergüenzas al aire. Pero parecen las balaseras del chiste, por decir Méjico en vez de México. Yo te sigo leyendo y, si puedo, animándote para que escribas muchos más de estos comentarios. Muy bueno lo "del frotar no se va a acabar" y "próspero siglo XIX", aunque lo de los condones reutilizables es una idea a explorar. Y si son de ganchillo, mejor, que se los encargo a mi ama. Un saludo.

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  2. ¡ Cuánta frivolidad se maneja cuando el medio ambiente se dirige desde la ideología ! Precisamente este tipo de cápsulas son muy fáciles de reciclar, porque el residuo orgánico se separa del metal y ambos se pueden procesar por separado. No sólo eso, sino que las compañías que las fabrican están empezando a recoger las cápsula usadas al vender las nuevas. Esto enlaza con otros despropósitos como las cajas de plástico para ir a la compra o la recogida puerta a puerta, de la que ya se ha hablado bastante, por cierto. Seguro que todavía nos asombrarán con algo más original todavía.

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