lunes, 10 de diciembre de 2012

GERNIKA SIN TRICORNIOS

Hay quien vive en la controversia permanente. Como si no tuviéramos ámbitos ya de preocupación suficientes. Especialistas en añadir problemas al día a día. Problemas artificiales que restan energía y envuelven la cosa pública con una película viscosa de polémica y confrontación.


Sólo así puedo entender la irrupción del delegado del Gobierno español en Euskadi en relación con la investidura del próximo lehendakari.

Carlos Urquijo ha vuelto a salir a escena para dejar su impronta; es decir la polémica. Urquijo ha reclamado que se invite a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado al acto de toma de posesión de nuevo lehendakari el próximo sábado en Gernika.

La presencia de tricornios y uniformes en la investidura de Patxi López como lehendakari fue un acto controvertido en su momento. Una decisión polémica que tensionó un momento tan relevante como fue la toma de posesión de un lehendakari. Una polémica innecesaria que ahora se pretendía evitar, pero que el Delegado del Gobierno ha vuelto a traer a la actualidad.
Pero no. No creo necesaria la presencia de representantes militares ni de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en un evento tan destacado. En primer lugar porque parece olvidarse que lo que el sábado se desarrollará en Gernika es, ni más ni menos, que un pleno extraordinario del Parlamento Vasco. Una sesión parlamentaria más. Un pleno de la Cámara autonómica con rango protocolario especial.

En segundo lugar, la Casa de Juntas de Gernika no es un escenario ni un espacio en el que se desarrollan eventos. Es una sede parlamentaria y en su hemiciclo solamente se producen actos institucionales oficiales, sesiones plenarias, bien de las Juntas Generales de Bizkaia o , como en este caso extraordinario, del Parlamento Vasco.

En tercer lugar, en su día, y como consecuencia de la presencia militar en la investidura anterior, las Juntas Generales de Bizkaia aprobaron una iniciativa según la cual se reglaba la no presencia de representantes armados en el hemiciclo. Sólo se permitirá la presencia de miembros del servicio de seguridad –sin armas- a petición de la presidencia de la Cámara en el supuesto caso de se produjeran incidentes en el transcurso de las sesiones. Es decir, si se produjeran alteraciones del orden y siguiendo pautas marcadas por el reglamento.

Luego, lo de los tricornios y los uniformes en la Casa de Juntas de Gernika está de más. Y que nadie entienda de manera torticera esta decisión pues en la no presencia de los CFSE en la investidura del próximo lehendakari ni hay interpretaciones ocultas. Ni cuestionamientos políticos ni desaires institucionales. Es, simplemente procedimiento, de un acto parlamentario civil en su contexto. Nada más.

Y, si Carlos Urquijo quiere hablar del papel de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del estado en Euskadi, que no se preocupe. Que hablaremos. Porque con la legalidad en la mano –con esa que tanto le gusta mencionar, tendremos que acordar la “adecuación” de sus dotaciones a sus competencias establecidas en el Estatuto. Concluido el tiempo de la excepcionalidad terrorista habrá que dirimir que también ha llegado el momento de resolver la “excepcionalidad” de la presencia policial en Euskadi. Sin polémicas ni aspavientos. Legalidad por legalidad.

3 comentarios:

  1. Se equivoca, KM, se equivoca.

    Los CFSE son elementos importantes en la estructura del Estado y su relevancia, como la de muchos otros elementos sociales no puede ser ninguneada impunemente por el primer independentista que tenga tal ocurrencia.

    Los “tricornios y los uniformes” como eufemísticamente se refiere a la Guardia Civil, a la Policía Nacional y a los militares de nuestras FFAA no están de más como testigos en la toma de posesión de un Presidente de gobierno autonómico, sea en el País Vasco o en cualquier otro lugar de España. Como tampoco están de más otros elementos de nuestra comunidad, sea la Fiscalia o sean los representantes diplomáticos de otros Estados.
    Su precisión de que “la no presencia de los CFSE en la investidura del próximo lehendakari ni hay interpretaciones ocultas” carece de toda credibilidad. Sabemos bien, también usted, que el lenguaje sirve tanto para comunicar lo que pretendemos como para ocultar nuestros verdaderos propósitos.

    Cometerán una torpeza Urlullu y el PNV, si no invitan a una representación de los CFSE a la toma de posesión del nuevo Lehendakari, que ha de representar y gobernar para todos los ciudadanos vascos, no sólo para los de su cuerda y que es, de acuerdo con el ordenamiento vigente, representante ordinario del Estado en la CAPV.

    Tanto si es una desafortunada iniciativa propia, como si es una propuesta del partido, como si responde a compromisos con el entorno del entorno de ETA, Urkullu se lo habría de repensar y rectificar.

    Los representantes de los CFSE son tan representantes si acuden a un acto protocolario de uniforme como de paisano, si quieren atenerse al desafortunado acuerdo de las Juntas Generales de Vizcaya.

    Saludos.

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  2. Una puntualización; "Vizcaya" no existe. Según el ordenamiento jurídico en vigor el territorio histórico se denomina Bizkaia a todos sus efectos. Cordialmente

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  3. Señor Mediavilla:

    A mí no me va enseñar el BOE cómo se llama mi provincia. Pero si escribimos en castellano, se escribe Vizcaya; si escribimos en inglés, Biscay; y si quieren poner Bizkaia, escriban en vascuence y punto. Eta kitto!

    Mediavilla jauna:

    Orduan, zure arabera, Euskal Herriaren hegoaldera Castilla y León dago, eta iparraldera la République Française. Horrela idatziko zenuke euskaraz? Berriro diot: Espainiako (ez España´ko) gorteak ez dira inor Bizkaia nola deitzen den erabakitzeko. Bere jatorrizko izena eta ofiziala bazen Bizkaia gorte horiek erabaki baino lehen. Hala ere, beste hizkuntzatan beste era batean adierazten da: Vizcaya, Biscay, etabar. Gazteleraz United Kingdom esaten duzu? Eta euskaraz?

    Señor Mediavilla:

    Como usted mismo indica en su cuaderno de bitácora, el sentido común es el menos común de los sentidos, y buen ejemplo de ello dan ustedes con comentarios como el suyo de que Vizcaya no existe. Si son ustedes quienes nos tienen que gobernar, cuando ni tan siquiera son coherentes lingüísticamente, apañados estamos. Que Dios nos coja confesados.

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