viernes, 25 de enero de 2013

“FACILITAR”, “NO IMPEDIR”. ROMPER EL BLOQUEO

El Partido Nacionalista Vasco propuso a todas las formaciones políticas un acuerdo de estabilidad institucional que permitiera contar a cada una de las instituciones actuantes en el marco de la Comunidad Autónoma Vasca de una herramienta básica propia para luchar contra los efectos de la crisis; la aprobación de los presupuestos.


En consonancia con la cultura política desarrollada hasta la fecha, el PNV propuso “facilitar”, “no impedir” que las respectivas cuentas fueran aprobadas en el conjunto de la arquitectura institucional del país.

La propuesta fue puesta en solfa por diferentes organizaciones políticas, que acusaron a los nacionalistas de pedir “un cheque en blanco” a su gestión. Después de diversos avatares y no sin obstáculos, este primer episodio de respaldo a la habilitación presupuestaria ha resultado exitoso.

En Gipuzkoa, Partido Socialista y Bildu sellaron un acuerdo con la transacción de 9 enmiendas parciales a las cuentas, una de ellas por valor de 7,6 millones de euros dedicada al impulso de la actividad económica en el Territorio Histórico. Dicho acuerdo fue avalado por la abstención crítica del grupo juntero nacionalista.

En Araba, el PNV había cerrado un acuerdo con la Diputación popular de cara a habilitar su abstención al presupuesto. La suma de Bildu y el PSE a las enmiendas de totalidad, y la abstención a las mismas del PNV hizo que dicho acuerdo no fructificase. No obstante, nacionalistas y populares han vuelto a ponerse de acuerdo para arrimar el hombro en los presupuestos de Vitoria-Gasteiz. A ello, se ha sumado el compromiso de los jeltzales por impedir cualquier maniobra que pretenda desfigurar la gestión de la prórroga presupuestaria a la que el ejecutivo que preside Javier de Andrés se ha visto obligado a recurrir. Este compromiso garantiza la seguridad de la Diputación a la hora de hacer frente a sus objetivos marcados para el ejercicio 2013.

En Bizkaia, hoy mismo, PNV y PP ha suscrito un acuerdo que posibilita que los presupuestos forales salgan adelante. El pacto suscrito ha sido posible tras la aceptación del ejecutivo de una serie de enmiendas de los populares, por importe de 5,5 millones de euros, enmiendas que serán transaccionadas con el grupo nacionalistas vasco y que posibilitará la retirada del resto de enmiendas presentadas por el PP, partido que , finalmente se abstendrá para posibilitar la aprobación de las cuentas vizcainas.

Esta medida, similar a la practicada por Bildu y PSE en Gipuzkoa ha sido duramente contestada por ambas formaciones que han tachado de “cambio de cromos” el acuerdo alcanzado por populares y nacionalistas en Bizkaia. Curiosa reacción. Lo que ellos pueden hacer, los demás, al parecer, no están legitimados a hacerlo. La ley del embudo, ancho para mí pero estrecho para los demás.

Más allá del reproche, resulta positivo observar que el objetivo primero de dotar a las instituciones de estabilidad presupuestaria se ha alcanzado en un primer estadio. Falta, en ese encuadre, lo correspondiente al presupuesto de la Comunidad Autónoma Vasca, unas cuentas que según ha garantizado el Gobierno vasco aprobará para el próximo día 12 de marzo y que tendrá, como punto de partida un difícil reto; ajustar los 1.200 millones de menos ingresos con la voluntad de mantener los servicios públicos básicos; Sanidad, educación y prestaciones sociales.

Los acuerdos para la desestabilización, por el momento, se han visto derrotados por los acuerdos para construir. Esperemos que así siga siendo en el futuro inmediato.

El PNV es consciente de la situación en la que se encuentra en el Parlamento. Tiene plenamente asumido su posición de mayoría minoritaria y la necesidad de sumar aliados para dotar de estabilidad al nuevo Gobierno vasco. Hasta el momento su vocación de sumar compañeros de viaje ha permitido un primer acuerdo parlamentario en lo que al reparto de senadores autonómicos se refiere. En un segundo estadio, con las carambolas desarrolladas, ha permitido consolidar las cuentas territoriales. Pronto buscará nuevos puntos de acuerdo en cuestiones parlamentarias pendientes. El bloqueo parece ceder. Y el PNV se va a obstinar –no reparará en decisiones en este sentido- para que se rompa  de una manera normalizada. La clave, diálogo, interlocución y responsabilidad.

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