El sino político al que nos tiene acostumbrado la Izquierda
Patriótica de este país parece ser el de
esperar a que el gran oráculo se
manifieste. A partir de ese momento de
“adviento”, todo cambiará.
Son muchos los episodios en los que se nos ha citado ante el
mensaje que llegará y que podrá las cosas en su sitio. Y, a veces, la espera ha
valido la pena. Otras, nos han dejado con un palmo de narices.
Ahora, según Pernando Barrena, Hasier Arraiz y otros
cualificados dirigentes de Sortu , deberemos aguardar a las “próximas semanas”
para que ETA se manifieste de una manera inequívoca en relación a su desarme,
el “desmantelamiento” de las estructuras militares, el
futuro de sus presos y el reconocimiento del daño ocasionado durante los
decenios de su actividad armada.
El tiempo no es un factor baladí. El Gobierno español , y a
su rebufo el francés, no van a moverse ni un milímetro de sus posiciones
conocidas. Rajoy y los suyos no van a pestañear. Sus asesores de inteligencia han reportado que la clave
está en no mover ficha. Y sólo lo harán obligados por una sentencia europea que
desmorone la doctrina “Parot”.
Los denominados “verificadores internacionales” , sin nada
que verificar, han puesto fecha de
caducidad a su interlocución. Y el plazo concluye, casualmente en “las próximas
semanas”. Alguien, por lo tanto, deberá dar uno o varios pasos para que el
atolladero no sea una estación término de un proceso iniciado, de manera
unilateral.
De ahí que no nos quede más remedio que esperar. La
percha sobre la que , previsiblemente,
se cuelgue la disposición de ETA son las conclusiones que el denominado “Foro
Social” hizo públicas, a modo de hoja de ruta complementaria a Aiete , el
pasado mes de mayo. “Recomendaciones” que la propia ETA ya anunció respondería.
Si la opción dibujada consigue avances, bienvenidos sean,
pero en el “largo y complicado camino” emprendido por ETA , y también por la
Izquierda Abertzale para desactivar la violencia como estrategia política, se
comienzan a percibir elementos de agotamiento.
El primero de ellos es imputable al protagonismo que la
propia Izquierda Abertzale sigue dando a ETA. “Esperar a que ETA se manifieste”
sigue siendo un gesto de debilidad. No diré subordinación, pero sí de inmadurez. Si es cierto que Sortu se ha
convertido en la única opción política
de la IA, si el dualismo político-militar ha sido abandonado ¿a qué viene, una
y otra vez, aguardar a los posicionamientos de ETA para dar nuevos pasos?. Si
el liderazgo de Sortu es firme, que asuma responsabilidades y decida por sí y
ante sí. Punto.
Segunda consideración, si lo que se espera es que el
Gobierno español mueva un dedo para dar recíprocamente otros pasos es tanto como dejar a Rajoy
sujetar la sartén por el mango. Es darle
toda la capacidad de maniobra y de protagonismo al Gobierno español. Quien no
lo vea así, se equivocará de medio a medio.
Tercera cuestión. Resulta evidente que la hoja de ruta”
dibujada por la Izquierda Abertzale, o por la propia ETA, no se ha desarrollado
según sus previsiones. Luego, deberán modificarse los parámetros de final diseñados a la
situación real, para poder obtener un camino transitable y posible.
Cuando alguien decide, por voluntad propia y tras una
reflexión compartida, abandonar una actividad y lo expresa públicamente, lo que
desea es que ese final llegue lo más rápidamente posible. Cuando la actividad
que se manifiesta concluir es , además,
tan compleja como la lucha armada, la clandestinidad, lo que se pretende es que
el punto definitivo llegue cuanto antes. Dos años de transición (en octubre se
cumplirán) sin que ese final se palpe con los dedos de la mano, debe generar tensiones difíciles de soportar, y
una impaciencia en el colectivo humano que lo sustenta que hace difícil de
gobernar, ordenadamente, el resto del
trayecto predeterminado.
El “desarme” es más un elemento simbólico que práctico. Se
pueden entregar toneladas de armas en un lugar específico y a un interlocutor
cualquiera y , al día siguiente, según el mercado negro de armamento existente ,
volverse a nutrir de arsenales potencialmente más destructivos que los
eliminados. Pero, a pesar de que el efecto práctico pueda ser relativo, el la
consecuencia disuasoria de la entrega de
unas armas resulta inconfundible como voluntad inequívoca del fin de un ciclo.
En ocasiones, en todo este proceso enmarañado del fin de la
violencia, nos volvemos locos con análisis sesudos que nadie termina por
entender. Y las cosas suelen tener más sentido , con la aplicación del sentido
común.
Yo parto de la base de que la voluntad de ETA –y, por
supuesto de la Izquierda Abertzale- de poner fin a la actividad armada es
sincera y real.
Partiendo de esa base, la Izquierda Abertzale debiera
responder, con total naturalidad, a una serie de interrogantes
Si una organización que practica la violencia decide
abandonar definitivamente esta actividad; ¿Para qué quiere las armas?. Si ya ha
dicho que no las volverá a utilizar ¿para qué las quiere?. Para canjearlas? .
¿A cambio de qué? .
Y vamos un pasito más allá. ¿Qué sentido tiene una
organización armada sin armas y después
de que haya hecho público el abandono de la violencia?. ¿Una organización
armada sin armas y sin violencia?. ¿Qué sentido se encuentra a su continuidad?
Son preguntas sencillas que sería bueno respondieran. Sin
soliloquios ni grandes discursos.
El tiempo juega en su contra. Lo dijo muy bien Iñigo Iruin
en una entrevista publicada en Berria meses atrás. Y el futuro empeora el pronóstico en su contra. Quizá
haya llegado el momento de darse un baño de realismo –como lo hicieron
aprovechando el resquicio que el propio sistema permitía para legalizar una
opción política- y buscar las gateras democráticas que existan para poner fin,
de una vez por todas, de una manera
ordenada, a las consecuencias provocadas por decenios de una práctica
destructiva hacían fuera, pero también hacia dentro.
La decisión está en sus manos. Si están dispuestos a dar pasos firmes y
concluyentes, encontrarán aliados . Si el rumbo no se endereza, si el “realismo”
del que hablaba Iruin se desprecia, perderán una nueva oportunidad. Y, en esos
casos, ya se sabe, la culpa será de otros, y especialmente del PNV.
Una vez más, nos toca esperar. Confiemos en que no perdamos
el tiempo.
Cuando son las próximas elecciones a lo que sea...?? Yo apostaría a que lo hacen con menos de un año de diferencia a las próximas autonómicas... hasta entonces procurarán dar un comunicado de vez en cuando para recordarnos a todos que están ahí...
ResponderEliminarlo que desconocen es que el mayor efecto Soufflé lo hubieran logrado en las pasadas autonómicas. A partir de entonces solo arañarán unos pocos cientos de votos si lo dejan y entrarán en barrena si persisten... Pero ya lo irán viendo... ellos mismos!!
Resulta evidente que esta gente mete prisa para todo lo relacionado con sus objetivos y censuran, critican y utilizan formulas de destrucción del resto de los signos y sentimientos de los que se nutre este país. Pero lo cierto es que la prisa se la debieran meter a quien corresponde "ETA". No me puedo olvidar de la cuadrilla: Aralar, Ezker no se que, EA...ea. Casualmente el otro día en una terraza del puerto de Lekeitio se encontraban en alegre conversación Pello Urizar , Joseba Gezuruaga y un tercero que desconozco. Las risas sonoras hicieron que me fijara en quienes eran. Camino de la playa de Karraspio me dedique a analizar aquella situación. Esta cuadrilla a estas alturas de la feria no se juega nada, o me arrimo o desaparezco. Los problemas son de todos menos nuestros. Supervivencia pura y dura. Como se dice en Euskadi hori ez da gure estiloa.
ResponderEliminarNo, si esperar lo estamos haciendo desde la declaración de ETA de Octubre de 2011 y la Declaración de Aiete (seguimos en el punto 2).
ResponderEliminarCreo que la última entrevista política a ETA fue a primeros de noviembre en GARA, dando cuenta de su decisión y su retirada de la política (auténtico comunicado final de ETA), de lo que suponía para ellos, la responsabilidad histórica con sus siglas, etc..
Todo lo demás juego político de los partidos vascos, insulto a la inteligencia e inmovilismo (consentido por algunos)del Gobierno español, y poco más.
Luego no nos tomen por tontos, para los que somos abertzales y tenemos amigos/as que siguen presos y dispersados.