viernes, 6 de junio de 2014

POBREZA Y OBSCENIDADES

El pasado miércoles, participé, como suele ser habitual, en la tertulia radiofónica matutina de Onda Vasca. Los temas de conversación  estaban marcados por la actualidad; la abdicación real, la continuidad de la central nuclear de Garoña y los nuevos datos del paro registrado.

Lo observancia de los indicadores de desempleo es algo que me parece inútil. Cada cual echa mano de las fuentes estadística que más arrima el ascua a su sardina. Si hay que destacar algo positivo, se tira de un lado. Si lo que se pretende es denostar la situación, se tira del otro. Además, mirar una evolución estadística con el microscopio, evitando secuencia temporales apreciables  no hace sino desenfocar la perspectiva. Y, probablemente, equivocarse.

La evolución del paro-empleo me preocupa. Lo que me genera desdén es ese ritual  que se nos propone de, cada vez que hay una encuesta, sea mensual, trimestral..,.analizar lo que, en sí mismo no es sino un hecho aislado. Nada más.

Pero, puestos a reflexionar, llevo un tiempo pensando que los debates que acaparan nuestro tiempo  resultan endogámicos y cansinos para el conjunto de los mortales. Es como si habláramos de lo mismo durante todo el tiempo. Que si el rey o la reina, la autodeterminación, el centralismo, el PP, el PSOE, el PNV, las víctimas, los presos, Rajoy, Rubalcaba, Patxi López, Urkullu...No niego la necesidad del debate. Simplemente constato que nuestro ámbito de comunicación se limita a la metapolítica. A lo que nos interesa a  quienes  vivimos con pasión la acción partidaria. Y esos temas, aún importando a mucha gente, aburre  soberanamente a la mayoría.

Cuando hace ya un tiempo, tomé la decisión de abrir un blog y de comenzar a escribir, me propuse contar historias, vivencias  y reflexiones.  Decir lo que pienso de distintas maneras. Con ironía y buen humor. Y también con firmeza cuando sea preciso.  De ahí que, muchas veces,  cuente las cosas en primera persona y desarrollando sucedidos que, aunque parezcan inverosímiles en determinados casos, tienen una autenticidad total.

Por eso en estas crónicas  suele salir mi madre a pasear. En ella, en Mari Tere, veo reflejadas  las inquietudes y preocupaciones  de muchas voces silentes en los medios de comunicación. Gente corriente y moliente sin la cual éste no sería un país vigoroso y animado. Un país que sale adelante  por el empuje de una infantería  social que pelea día a día por avanzar sin grandes ruidos  ni prebendas.  Que se emociona y se inquieta, que se ilusiona o se ofusca dependiendo de su propia experiencia vital.

Y, Mari Tere, esta semana  estaba enfadada. La abdicación del rey  le importó bien poco. “Antes tenía que haberse marchado –me dijo-“. “Con lo mal que lo pasa la gente, los que viven del cuento tienen que irse”.  Y comenzó a quejarse por la pensión congelada que no da para nada, por el recibo de la luz que sube y sube, porque en verano tendrá que pagar las recetas si sale fuera...

“Con todo el dinero que dicen que tiene –las redes sociales divulgan profusamente una información de The New York Times según la cual la fortuna de la familia real supera los 2000 millones de dólares- , encima  he oído en la radio que para cuando se marche  le van a hacer una ley para que se forre”. “¿Que se ´forre’?” –repliqué de inmediato-.
.-Sí . Que le van a forrar.
.- No. No. Lo que le van a hacer es “aforar”, no “forrar”.
.- Y eso, ¿qué es?.
.- Pues darle un estatus especial de protección jurídica. Un cierto blindaje ante la justicia.
.- Ya, que la justicia es igual para todos. Ja, ja.
.- Bueno, hasta ahora, el rey era inviolable, es decir  que estaba exento de responsabilidad. El aforamiento es un grado menor de protección.
.- Sí. Y, si se porta bien y es honrado, ¿a qué tiene miedo para que le tengan que aforrar?.

La verdad es que no supe qué contestar. Ella lo tenía claro. “Es una vergüenza. Mucho hablar  sacrificio, de solidaridad, pero el que más chifla, capador. Hasta los futbolistas sacan tajada a costa de los pobres que solo tienen recortes”.
En eso tuve que darle la razón. No es de recibo que en los tiempos que corren  se acuerde primar con 720.000 euros per cápita a los jugadores de la “roja” si ganan el mundial. Ojo, y si son segundos, la mitad, 360.000 euros. Ahora bien, si en el Mundial  sólo llegan a semifinales, 180.000. Es una obscenidad, un dispendio, un escándalo.
“Ricachones por dar patadas a un pelotón –sentenció enfadada Mari Tere-. Pico y pala es lo que necesitan. Y el dinero, para los pobres, que cada vez hay más.

Es cierto. El número de hogares vascos que tiene dificultades para llegar a fin de mes ha crecido ligeramente en el último año y se sitúa ya en el 12,3%. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha difundido los datos de 2013 de la Encuesta de Condiciones de Vida, que refleja que el 20,4% de los españoles y el 10,5% de los vascos vive en riesgo de pobreza.

El INE también utiliza indicadores que miden las carencias materiales severas de los hogares y los datos reflejan un ligero empeoramiento de la situación de las familias vascas. Así, se constata un aumento de las familias que no pueden permitirse ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año, el 26%. También hay más hogares que se retrasan en el pago de la hipoteca, el alquiler, la luz o el gas, que son ya el 5% y han aumentado los que tienen mucha dificultad para llegar a fin de mes, el 12,3% en 2013.
Por otro lado, los hogares de Euskadi que no tienen capacidad para afrontar gastos imprevistos de 650 euros son el 24,2%, el mismo porcentaje de hace un año.
No obstante, Euskadi está a la cabeza del resto de las comunidades autónomas en ingresos por persona, ya que la media está en 14.312 euros netos, le siguen Navarra (13.608), Madrid (12.823) y Cataluña (12.111). Por contra, los ingresos más bajos en 2013 se registraron en Extremadura (8.224 de media), Murcia (8.253) y  Andalucía (8.408).

Nadie diría que llegáramos a extremos como los actuales. La destrucción de empleo, la pérdida de actividad, el ajuste de salarios a la baja, el incremento de los  precios en servicios básicos, la congelación de las pensiones, la mayor presión impositiva en el consumo…nos ha llevado a que una buena parte de nuestra sociedad viva en la pobreza, con el riesgo de que grandes colectivos lleguen al margen de la exclusión social. Y no es retórica. Vale con que somos el ámbito del Estado con menor índice de pobreza. O que nuestros niveles de protección pública, por ejemplo, multiplican por diez las dotaciones presupuestarias que destina Catalunya.

Los vascos somos quienes mejores prestaciones sociales dedicamos a combatir la desigualdad entre personas. 65.000 vascos se benefician ya de la Renta de Garantía de Ingresos,  una aportación económica cuya cuantía oscila entre 612 y 939 euros mensuales que salen íntegramente de las instituciones públicas del país.

Pero ello no es óbice para que nos sintamos complacidos. Hay miles de familias que no llegan a fin de mes. Hay núcleos convivenciales con todos sus componentes en paro. La familia, como elemento básico de resistencia, agota sus reservas de solidaridad. El Estado protector, las instituciones, ya no llegan con su manto distribuidor a todas las necesidades. Los recursos públicos, el dinero que llega vía impuestos, resultan insuficientes ante una demanda creciente. Las organizaciones sociales de voluntariado se ven desbordadas.

Ya no es un fenómeno coyuntural que afecte a unos pocos. Hasta la clase media, elemento equilibrador de cualquier sociedad, se resiente y tambalea ante la falta de estímulos de crecimiento y ahorro.

Este sí es un tema del que debemos hablar. Porque detrás de la pobreza hay mujeres y hombres con nombres y apellidos. Familias que solo se pueden permitir una comida diaria. Viudas que dan gracias a Dios porque el frío del invierno termina y con él,  la tortura de vivir sin calefacción por no poder pagarla. Padres y madres que se desesperan por no poder ofrecer, no ya un futuro, sino tan siquiera un  presente a sus hijos.

De todo eso tenemos que hablar. Merece la pena. Hablar, y, si es posible, acordar  políticas públicas que nos permitan sostener en el tiempo la protección social  que, hasta el día de hoy, como hecho diferencial, nos ha resguardado de la pobreza y de sus consecuencias desgarradoras. Y, que las obscenidades las respalde el maestro armero.

1 comentario:

  1. “Con lo mal que lo pasa la gente, los que viven del cuento tienen que irse”

    Eso es que aún no se ha enterado sobre la actividad de su hijo, que también debería irse de acuerdo con ese principio.....

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