Lo prometido es deuda. En mi último post anunciaba que publicaría en este blog mi última declaración de la renta. Nada tengo que ocultar. Mi retribución como vicepresidente de las Juntas Generales de Bizkaia es pública -acaba de publicarse en algún medio de comunicación- y mi compromiso con la Hacienda foral está al día. Que el PP pida ahora transparencia y reclame que los junteros hagamos públicas nuestra declaración de renta me parece un sarcasmo, una tomadura de pelo. Yo no lo hago porque ellos lo reclamen -si de mi depende la decisión al respecto votaré en contra-. Extender la sospecha a todos es una irresponsabilidad y una manera grotesca de quitarse los problemas propios del medio.
No obstante, que la ciudadanía mantenga la confianza en sus representantes públicos me paree imprescindible en estos momentos. Por eso hago pública mi última declaración de irpf. ( No hago declaración de patrimonio porque no tengo obligación -no llego a los mínimos-)
Que cada cual piense lo que quiera. Yo me abono a la transparencia. A los bolsillos de cristal. Sin trampas ni cartón.
Ah! Una cosa más. Tampoco tengo cuentas en Suiza, ni en paraísos fiscales - que eso tampoco sale en las declaraciones de renta-.
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