“En el día de hoy, cautivo y desarmado...”, así empezaba
aquel edicto firmado el 1 de abril de 1939 por el General Franco. Y concluía, “la guerra ha terminado”. Le faltó
decir, “ahora os vais a enterar”. Memoria histórica que por suerte pervive de
un sufrimiento brutal.
Al PP y a Nerea Llanos quizá no le resulte interesante ni
relevante recordar. Recordar, condenar y
, llegado el caso pedir perdón. Memoria selectiva que envilece y retrata a cada
cual.
Quienes provenimos de las generaciones perdedoras, de las
humilladas y postrada durante decenios, no olvidamos. Ni esta barbarie ni las
posteriores que ETA cometió en nombre de este Pueblo.
Cuantas veces nos ha pedido el PP que condenemos a ETA. Cuantas
nos ha vinculado con el terrorismo. En cuantas ocasiones – y aún hoy en día-
nos dicen que estamos más con los verdugos que con las víctimas.
Y nuestra decencia democrática ha tenido que aguantar. Contar
hasta diez para no responder con ira.
Y, encima, ahora, tener que escuchar el reproche de quien se
siente incómoda ante la condena del régimen franquista.
Memoria histérica.
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