La primera parte de su alegato se ha centrado en reconocer el encaje legal del Concierto Económico en la Constitución española – Disposición Adicional primera- a través de los Derechos Históricos, y del Estatuto de Autonomía de Gernika. Gallego Díaz ha atinado en su análisis. Sin embargo, la parte final de su comentario ha errado absolutamente.
Como es conocido, el próximo jueves 23, el pleno del Congreso de los Diputados deberá aprobar el proyecto de Ley quinquenal de Cupo, un acuerdo transaccionado entre el Gobierno del Estado y las instituciones vascas para establecer la fórmula de aportación económica que la Comunidad Autónoma Vasca deberá hacer al conjunto del Estado durante los próximos cinco años. Al ser un proyecto de ley fruto de un pacto interinstitucional su tramitación resulta simplificada. Se hace por lectura de artículo único para el que no caben enmiendas. Es decir, los diputados y diputadas podrán aprobar o rechazar el acuerdo pero no variarlo.
Sin embargo Soledad Gallego Díaz en su comentario de hoy no tiene en consideración este principio paccionado para establecer tan singular procedimiento legislativo (siempre ha sido así). Para ella resulta inaudito que un proyecto de ley se vaya a aprobar “sin pasar primero por ponencia ni por comisión, lo que indudablemente reduce mucho el tipo de enmiendas que se puede presentar y la duración de los debates”. Y, sin atender a la razón genuina del acuerdo previo, la periodista establece que esa inusitada fórmula legislativa se produce por interés político. El interés de Mariano Rajoy que , según ella, necesita los votos del PNV para aprobar sus presupuestos y que debido a esto el presidente del PP “ no quiere abrir ningún frente con el nacionalismo vasco”.
Tal consideración permite a Soledad Gallego Díaz sentenciar que “aun así es difícil comprender que un asunto tan delicado pase por el parlamento con tan poco debate y con tal velocidad. El cupo debería negociarse de manera mucho más transparente”.
Resulta desalentador contemplar la falta de información y los prejuicios que en el Estado existen en torno al Concierto Económico y el Cupo . Y tal sensación de consternación se hace aún más grave cuando se contempla cómo portavoces reconocibles de la opinión publicada, como el caso de Soledad Gallego Díaz, se expresan con tanta ligereza como ha hecho hoy en su comentario radiofónico.
No es de extrañar que si opinadores tan estimados como la periodista en cuestión cometen tal ligereza, lógico será entender que quienes menor seriedad demuestran digan auténticas barbaridades. Como Albert Rivera quien se ha atrevido a afirmar que el “cuponazo vasco es un amaño que perjudica a la mayoría de los españoles”. Le ha faltado citar a las “provincias traidoras”.
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