sábado, 16 de septiembre de 2023

VUELTA LA BURRA AL TRIGO

Hay cosas que parecen no cambiar nunca. Y es que  hay instintos  y percepciones en los seres humanos que  están  grabados en el subconsciente  que  sin darnos cuenta, condicionan nuestro comportamiento.

Los expertos señalan , por ejemplo,  que la afición innata  de las personas por la caza, la pesca, la agricultura,  viene dada por  el rol  de nuestros antepasados  neandertales o sapiens  por obtener comida  ,  haciéndose cazadores-recolectores.  Hoy prácticamente nadie  caza animales para nutrirse, pero en lo más profundo de nuestra psique existe un mecanismo que nos alienta  a capturar animales, peces o a batir el bosque en busca de hongos, setas o bayas.   

Es la herencia que nos ha dejado una forma atávica de vida. Lo mismo ocurre  en el pensamiento político.  En el hipocampo cerebral de los dirigentes de la Izquierda Independentista parece haberse  establecido un recuerdo permanente del pasado  que ni el blanqueamiento más  efectivo  consigue  eliminar. Y así, cuando menos lo esperas, surge la barbaridad o la evocación épica  de  conductas reprobables por violentas y dañinas a la colectividad.

Eso parece haberle  sucedido a Arnaldo Otegi quien, una vez más, ha vuelto a enredarse con las emociones íntimas  de su “tribu” al aplaudir públicamente la salida de tono de un remero bermeano  que para festejar el éxito de su embarcación en la regata de la Concha  tuvo la desafortunada ocurrencia de dedicárselo a  los presos de ETA y en especial a uno,  Iurgi Garitagoitia (condenado por el asesinato de Inaxio Uria) .

Otegi, tan prudente en ocasiones  por temor a “asustar”  a la opinión pública española  en la actual fase de operación cosmética  de EH Bildu, actuó sin filtro y dio rienda suelta a sus pensamientos más profundos  aplaudiendo emocionado en las redes sociales la controvertida dedicatoria del arraunlari vizcaino.   No resulta extraño que el dirigente de EH Bildu tenga presentes a los presos de ETA, pues  sus pretensiones  son básicas en la cohesión interna de su organización  y porque, además, su colectivo  es nervio sensible de la parroquia que sustenta a la “izquierda independentista”.

Tampoco Otegi ha ocultado que  la población reclusa es su principal preocupación, y que por ella ha hecho que EH Bildu de volatines políticos tan descabellados como el  apoyar  ciega y gratuitamente  a Pedro Sánchez en su periplo por el gobierno español. Recordemos aquellas declaraciones pronunciadas en un acto interno que por el descuido  de quienes  no cortaron la emisión abierta en streaming, descarnaron  a los ojos de todos, la estrategia,  pura y dura, de la izquierda abertzale  de  intercambiar votos por presos. Estabilidad de un ejecutivo español a cambio  del acercamiento semanal de presos y más adelante (en lo que están ahora), eliminación de la legislación excepcional que alivie la duración de las condenas.

No, no critico tales decisiones. Simplemente señalo que  son las que son para que nadie se lleve a engaños.

Lo que me ha extrañado  sobremanera es que, a las primeras de cambio, al dirigente  de EH Bildu, se le haya ido la pinza  y quizá henchido de euforia, se le calentara la boca cometiendo el error  de aplaudir la intervención apologética del remero de Urdaibai.

.

Otegi tenía que haber pensado más lo que decía, sobre todo  por el hecho de que  en la tripulación de otras traineras  que habían competido  en la regata donostiarra figuraban dos  víctimas huérfanas de ETA  (Arkaitz Díaz y Naroa Leonet) o que  la empresa de Inazio Uria  (la víctima por cuyo asesinato fue condenado el “recordado” “Iurgi” ) patrocina igualmente una embarcación que participa en este deporte (Zumaia).

Pero no. A pesar de todo de los esfuerzos por sumarse al compromiso ético para presentar en sociedad una “renovada”  izquierda independentista”, a pesar del cambio de ropajes, de estilismo, la “burra volvió al trigo” o la “cabrá siguió tirando al monte” poniendo en evidencia que, a pesar del aggiornamento  o del cambio de look experimentado para ganarse  el reconocimiento público, a la “izquierda independentista” aún le queda un largo camino que recorrer  para que pueda ser tratada sin reproche democrático alguno.

Resulta evidente que el patinazo de Arnaldo Otegi iba a ser puesto en cuestión  por la mayoría de las fuerzas políticas e institucionales vascas, pero lejos de , humildemente, reconocer el error y disculparse  ante la metedura de pata, los  representantes de la Izquierda independentista se han sentido “víctimas” de un linchamiento  “trumpista”, “ayusista” pero con , “label vasco de calidad”, en una clara alusión  al nacionalismo vasco  de Ortuzar y Urkullu.  Lo que nos faltaba, que el error político fuera de los demás y que Otegi y sus mariachis se presentaran como   los agredidos  en esta polémica  protagonizada y creada exclusivamente por su incontinencia verbal.

Pero lo de culpabilizar siempre a los demás, lo de acusar al resto  de “enfangar” la política vasca también es atávico  en el comportamiento de  EH Bildu. Resulta  sorprendente  que los mayores “alfareros” del país imputen al resto de “embarrar” la política. Otro día hablaremos de la porquería  removida por EH Bildu en el denominado “caso Bidegi”, con la utilización torticera y sesgada de las instituciones, denunciando  sin fundamento   para dañar la imagen, el prestigio y la honorabilidad del adversario. Denuncia que, archivada  por los tribunales,  han seguido  impulsando  y manteniendo  “ya que la ciudadanía tiene derecho a conocer la verdad”. ¿Qué verdad?  ¿La verdad  de Larraitz Ugarte? Si ni tan siquiera se asume  un fallo judicial de sobreseimiento , ¿quién embarra la convivencia?

Hay cosas que no parecen cambiar nunca, aunque la mona se vista de seda y apele  solemnemente a “tender la mano” para alcanzar  “acuerdos de país”.

Parece que vivimos en un bucle en el que unos dicen las cosas sin pensar, y así les luce el pelo después. Y otros, en efecto pendular,  piensan demasiado lo que van a decir, porque su intención, también es la de favorecer  la confrontación. ¿Cómo se puede pedir  la no exhibición de una película sin haberla visto previamente? Solamente  se le ocurre tal majadería a quienes se creen  depositarios de la verdad  revelada, los  que piensan que suya es una supremacía moral  que debe imponerse  y amparan su intolerancia  en una supuesta  defensa de la libertad. Sí, han vuelto los censores. Los que, como Otegi, pero el polo contrario,  se sienten por encima del bien y del mal.

Ha comenzado el nuevo periodo de sesiones, la nueva agenda política tras el verano,  y el comportamiento  de diferentes agentes nos recuerda “el día de la marmota”.  Hasta Andueza  se ha apuntado a la disonancia y a lucir perfil. Como si le sedujera más ser oposición que gobierno.  ¿Será porque, como dijera Otegi –aquí le doy la razón- se huele ya a elecciones?,

 

Solo faltaban ellos. Los sindicatos  vuelven por sus fueron es el sector público. Habían anunciado un “otoño caliente” y tenemos ya  en el calendario dos jornadas  de huelga en todo el mapa institucional .  Reclaman, entre otras reivindicaciones, un incremento  salarial para el próximo ejercicio del 12%,  situar la temporalidad por debajo del 8% o la euskaldunización plena  en todas las instituciones en los próximos 15 años.

La tabla de propuestas es mucho más numerosa  y el conflicto, si no se produce un acercamiento a posiciones más realistas,  se vaticina severo y largo.  Una ofensiva  que se veía venir y que  se sumará a los múltiples frentes abiertos (Osakidetza, Ertzaintza,  transporte, educación, residencias….) que  parecen  programados como la “tormenta perfecta”  a la que tendrá que hacer frente el partido  gobernante en Euskadi.

Y, del Estado, mejor no hablar. Feijoó se enfrentará a su investidura los días 26 y 27.  Con Aznar como telonero  que le marca el camino a seguir, en una vía abierta  a la polarización y el enfrentamiento.  Retomando capítulos pasados de  choques de legitimidades. Controversias y disputas  de unos y otros que nos alejan del acuerdo y de la estabilidad.  Nada nuevo por tanto.  Vuelta la burra al trigo

 

1 comentario:

  1. Vamos a ver, ¿quien eres tu para decirle a Arnaldo lo que tenía que haber pensado? ¿No te das cuenta que estás patinando? Empiezas con el subconsciente colectivo para terminar señalando a una persona porque a agradecido la implicación con un tema que no está ni de lejos resuelto. ¿Y todo por un puñado de dolares? Ya lo dije una vez: sois no tenéis remedio. Conozco a personas que, como vosotro@s, se creen con un punto de superioridad, sin embargo, es muy dificil señalar cual o donde está ese punto

    ResponderEliminar