Vuelven los Príncipes de Asturias a Bilbao. En poco tiempo nos han visitado varias veces.
Seguro que vienen disgustados. No porque aquí se les reciba mal o fríamente Que va. Estarán molestos porque la serie televisiva que recrea su noviazgo en la cadena Tele 5 no ha ganado en la pugna de audiencia con la producción “Hispania” de Antena 3.
Yo quise ver CSI y me cabreé como un mono al contemplar que en lugar de Horatio Caine su puesto en la parrilla televisiva la ocupaba la familia real. Hice zapping y “uyyy”, me encontré con Viriato. Y entre Viriato y Don Felipe, la elección no tuvo color. Me quedé con el caudillo lusitano que combatió a los romanos en su ocupación de Hispania.
Recordé aquel libro de parvulitos que a modo de enciclopedia ilustrada glosaba las glorias patrias de Indibil y Mandonio, de los santos niños Justo y Pastor (no el nuestro), las victorias épicas del Cid ante los infieles sarracenos, los Reyes católicos, las cuentas del Gran Capitán Fernández de Córdoba, Juan de Austria y la batalla de Lepanto, el Duque de Alba y su dominación en los Países Bajos…Puro “patriotismo pre constitucional”. Claro, que aquel vademecum culminaba con otro caudillo, Franco, con Jose Antonio Primo de Rivera, la Falange y la “cruzada”.
Acordarse hoy de todo aquello resulta hasta divertido. Los tebeos de Roberto Alcázar y Pedrín, las aventuras del Capitán Trueno con su grito de guerra de “Santiago y cierra España” (y la cerró tanto que no hay dios que la abra), el guerrero del antifaz…¡qué antiguo me estoy haciendo!.
Antiguo sí, pero Viriato líder de audiencia. No es de extrañar. El efecto patriótico de “la roja”, de la “armada invencible” deportiva formada por Contador –pobre-, Nadal, Alonso, Lorenzo, etc y sus propagandistas mediáticos, que lo mismo cantan un himno sin letra que piden “Pepe, un purito”, están haciendo más por el nacionalismo español que Trillo con su vibrante toma del peñón Perejil.
Menos mal que como contrapunto se nos presenta a “Torrente”, a Carmen de Mairena o a un incalificable personaje como Sánchez Dragó. “Celtiberia show” total.
Comprendo que los Príncipes estén mosqueados. Es normal. Si hasta le han quitado a Leticia el dominio de “Princesa del pueblo”. Ni que fuera ella Bin Laden. “Me entiendes?”.
Los neandertales vascos no evolucionados como yo, seguimos cabreados como simios. Aunque en esta ocasión haya sido por quedarme sin ver CSI Miami.
Cometí la torpeza de comentárselo a un amigo. Consiguió que me engorilara un poco más. Me puse como un orangután. La razón, muy sencilla. El tío listo había visto los episodios televisivos meses atrás en un canal de pago. Y en su locuacidad, para aplacar mi enfado, me contó tres capítulos seguidos de la popular serie. Que si aparece Pau Gasol, que si patatín, que si patatán. Vamos que fue como quien radia una película o quien en los primeros fotogramas del “Sexto sentido” te anuncia que Bruce Willis está muerto.
Macanudo. Video en tradición oral. Y, además, gracias a mi cultura-basura, a sabiendas de que Viriato moriría, mientras dormía, a manos de los suyos.("Roma traditoribus non praemiat", Roma no paga a traidores).
Terminé el día como King Kong, aunque lo de saber algo por adelantado no es lo peor que a uno le puede pasar. Es mucho más irritante que te cuenten una historia que previamente has negado.
El PSE va camino de agotar las existencias farmacéuticas de ALMAX. La sensación de permanente ardor estomacal puede alterar cualquier comportamiento.
La semana pasada, sin ir más lejos, el portavoz socialista en el Congreso, Jose Antonio Alonso manifestaba que era “inimaginable que un partido democrático se reúna con Batasuna”. Apenas hace un mes, el propio Jose Antonio Pastor (esta vez sí, el nuestro) remarcaba que sí se reuniría con EA pero no con Batasuna porque con esta formación no tenía "nada de qué hablar”. Pues bien, anteayer se hizo pública la información de que el propio Pastor y otro representante del PSE se entrevistaron hace apenas quince días con una delegación oficial de la Izquierda Abertzale ilegalizada. ¡Toma bicarbonato!.
No me parece mal que se reúnan. Lo que me resulta inaudito es la hipocresía. Hipocresía la de ellos y la de los editorialistas que zumban aquí y allá por prodigarse contactos con un grupo ilegal. Editorialistas y directores de medios (desde Pedrojota hasta Javier Moreno o Gabilondo) que, también recientemente, han compartido despacho, siempre en privado, con los interlocutores de esa misma organización proscrita. Hacen lo que otros pero sólo critican a los demás por hacerlo. Muy hispano todo. Como Viriato.
Ramiro.
ResponderEliminarEs una pena. Con lo bien que escribes, podías poner tu ingenio al servicio de los españoles que se gloriaron siempre ( no sólo en tiempos de Franco) de sus RR.CC., del Cid Campeador, del Cervantes de la batalla de Lepanto, etc.
No los mortifiques.