Aitor, el kioskero, me ha dicho esta mañana ; “ya han ilegalizado a Bildu”. No creo- le he respondido-.
.- Pues así lo han anunciado en la COPE
.-Lo habrá dicho la radio de los obispos pero en esto no creo que sean infalibles. Además, estoy convencido de que no van a ser capaces de tirar abajo todas las candidaturas. Una cosa es no legalizar una formación política y otra condenar al ostracismo a dos organizaciones legales y democráticas.
.- Pero han anunciado que impugnaban todas las listas presentadas…
.- Hay un matiz diferente en esta decisión. Una cosa es solicitar la no legalización y otra muy distinta no poner en tela de juicio la legalidad de las formaciones y cuestionar la “limpieza” de las listas.
.-O sea que, al igual que hace cuatro años podrán permitir o no determinadas listas según su criterio.
.-Eso es , aquí sí y allí no. Dependerá del interés de cada caso.
.-Pues qué indecencia.
.-Por supuesto. Una indecencia , pero una indecencia muy rentable para Bildu, pues sin comerlo ni beberlo, la coalición no necesitará hacer campaña. Se la habrán hecho gratis unos y otros. Un consejo, deja de escuchar la COPE y sintoniza ONDA VASCA. Es más sano.
.-Ya , pero una dosis de adrenalina en oído no viene mal.
Llegamos a la escena final previa a la carrera las urnas. El Gobierno español , alentado por el PP y toda la caverna mediática, ha impugnado ante el Tribunal Supremo todas las listas presentadas por la coalición Bildu.
Según se desprende de las informaciones conocidas, los argumentos de dicha impugnación se encuentran en la pretendida “contaminación” de una serie de candidaturas (se ha dicho que un 10% del total). Bajo tal frágil testimonio, el Gobierno español a través de la Abogacía y la Fiscalía del Estado ha pasado el fardo al Tribunal Supremo quien deberá dirimir , una a una, si las listas de Bildu pasan el filtro o no. Y todo ello con la experiencia reciente de la controvertida y dividida sentencia de SORTU.
Los socialistas, de allí y de aquí, se han aficionado a emular a Pilatos, y ante el clamor de la opinión publicada, han vuelto a lavarse las manos para dejar al ámbito judicial la última decisión.
Si el Supremo decide no admitir las candidaturas de Bildu, habrá sido la Justicia la que ha actuado. Si, por el contrario, se admite la legitimidad de las candidaturas, habrá triunfado la democracia.
Esta tendencia bipolar la hemos podido contemplar reiteradamente en las declaraciones del ministro Caamaño, del lehendakari López o de los portavoces de turno del socialismo vasco (Pastor, Ares…). Su equidistancia exaspera y evidencia que la consecución de la normalidad política en Euskadi es, para ellos, un juego de cálculo, de oportunidad.
Yo esperaba, como muchas personas de este país, que mi lehendakari, el que se dice lehendakari de todos, hiciera valer su liderazgo institucional para protagonizar la reconquista del pluralismo en este país. Que dejara a un lado el interés partidista de su cargo de secretario general, para con una sola voz y pulso firme se posicionara del lado de libertad de opinión, expresión y elección en Euskadi. Pero una vez más, el lehendakari López ha demostrado con su discurso timorato y contradictorio que su mandato es rehén de un pacto político de interés. El interés que le une al PP. Y no moverá un dedo si ello implica arriesgar su plácido consenso.
En lo que a Bildu respecta, mi olfato me indica que sí estará en los comicios. Que le serán retiradas un número indeterminado de listas –como contrapeso a las voces recalcitrantes- pero que sí competirá en las elecciones de manera global (es su derecho).
Un buen pescador debe saber leer el río. Descubrir dónde están las truchas, detrás de qué piedras se esconden, cómo se mueven y cómo atacan a sus presas.
En esta pesca, confío más en Zapatero que en López. El todavía presidente español sabe, como le dijo recientemente en un artículo Rodríguez Ibarra, que la baza de la paz y la nomalización es la única que le queda y que no perderá más de lo ya acumulado si se la juega. Y creo que se la jugará, aunque no sin un alambicado procedimiento.
En caso contrario, su tiempo se habrá acabado. Lo anunció Urkullu en Madrid. El PNV ofreció a Zapatero tiempo para salir del abismo económico pero, también, para trabajar la paz en Euskadi. Si esa segunda premisa desparece, si el tiempo de la paz no se respeta, el reloj de Zapatero se quedará sin pilas.
Más allá de mi convicción democrática de que Bildu tiene el derecho y la obligación de medirse en las urnas, mi intuición me indica que así será. Si es de esta manera – que es lo que confío-veremos atónitos cómo López se felicita públicamente por ello. Si, por desgracia, Bildu queda fuera, se felicitará .igualmente. Liderazgo esférico. Sin aristas. Se coja por donde se tome , esférico.
Vamos, como su tontedad... esférica.
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