sábado, 7 de mayo de 2011

LADRILLOS

El ladrillo, ese simple instrumento de construcción cuyas características físicas le convierte en un perfecto aislante puede resultar el elemento que compendie el transcurso de los primeros pasos de la campaña electoral.



Ladrillo de ladrillazo. Porque comenzaron los primeros ataques. Guijarros fue los que lanzó Pastor contra el actual Diputado General de Bizkaia, el jeltzale Jose Luis Bilbao, en sus primeras intervenciones públicas. Volvieron a sonar los reproches de “caprichos” , de “oscurantismo”, de “prepotencia”, para intentar deslegitimar a un PNV vizcaino que el socialista pretende descabalgar con pose de profesor de filosofía y discurso de combate.

Ladrillo de “burbuja inmobiliaria” fue el símil utilizado por el candidato del PNV a la reelección en la Diputación, para intentar explicar que “hay dos maneras distintas de gobernar; la que ha llevado a la ruina al reino de España y la que aquí , con rigor y cercanía a la economía real, nos permite mantener el tipo”. Ladrillo de quiebra inmobiliaria, de millones de pisos vacíos –se construyó en un solo año en España más vivienda que en toda la Unión Europea-. Ladrillo del “poceo” y del “pocero”. Ladrillo de Aznar, y también de Zapatero.

Ladrillo, también, de refractario, el talante que exhibió la candidata popular, Esther Martínez a la hora de hacer caso omiso a los argumentos de sus adversarios en el primer debate televisivo de campaña. Inasequible al desaliento e imperturbable más allá de su propia retórica. Va a ser dura como un adoquín. Ya lo dije y lo mantengo, como Agustina de Aragón.

Comenzaron los debates. Mejor dicho, las cajas de ruido, porque intentar sacar algo en limpio en estos encuentros múltiples en los que cada cual va a lo suyo, resulta prácticamente imposible. Yo vi el de Telebilbao. Empate a cero.

Me han dicho que en la cadena SER hicieron una última pregunta trampa pidiendo a los candidatos que se expresaran en inglés y en euskera. Uno de ellos, según me comentan, tenía información privilegiada y sacó un papelito que luego leyó. Cosas de la independencia de las empresas de comunicación.


Si el ladrillo es primer factor aglutinante de la campaña, la gastronomía es la segunda. Las fotos del día nos llevan a una buena mesa donde el Lehendakari López y su esposa candidata degustan un buen plato de mejillones. Basagoiti y Marisa Arrue no se quedaron atrás con un cordero al burduntzi en Getxo. El problema fue que se marcharon “a la francesa” y la plaza de las Arenas quedó como un estercolero. Tuvieron que acudir hasta los bomberos para amainar algún fuego inapagado. Y es que allá donde vaya el PP , el riesgo de incendio les acompaña.

El PNV, fiel a la tradición del país, tiene previsto sardinas en Santurtzi, txakoli en Muxika y parrillada de productos de la ganadería terreña en Muskiz. “Primum vivere, deinde philosophare”.

El paro y el empleo son los puntos calientes que todos los candidatos remarcan en sus actos y mitines. El PP insiste en bajar los impuestos. En bajar el IVA, en eliminar los peajes. En dotar de más medios a los servicios sociales. Y aunque las cuentas no salgan por ningún lado, el liberalismo populista, es decir popular, nos recuerda al cuento de la lechera.

Azkuna sigue fiel a su estilo. Lo suyo es el contacto directo. Mandó a los suyos salirse de un jardín, pues “pisaban el césped” y no dudó en provocar una foto con una embarazada, con un paseante de perro o con cualquiera que se acercara. Es el rey de la calle.

En los municipios, priman los recorridos de la militancia. Un folleto aquí, un caramelito para la caries de su hijo allá. Ya nadie regala farias. Con la ilusión que hacía repartir puros.

Todo es distinto. Sonrisas “profindén” por doquier, promesas y buen rollito. “Sepulcros blancleados”. Hasta los socios del “cambio” parecen distanciados. Nada es lo que parece .

Escribo esta crónica desde el estrado de un mitin, en Las Arenas (Getxo). Urkullu está a punto de intervenir y todos aplauden. En el mini-ordenador sigo en directo el partido del Athletic contra el Levante.¿Quien dijo que los hombres no sabíamos hacer dos cosas a la vez?. Con un poco de suerte pueda ver la última media hora en una tasca. Pan para hoy y también para mañana. Mañana, por cierto, más recorridos. Propaganda, lapiceros, panfletos y ladrillos. Ladrillos que no falten

1 comentario:

  1. Ladrillos son también los eventos sociales (conferencias, mítines, misas, reuniones de vecinos, etc.) cuya duración supera la hora. La mente humana (standard) no es capaz de mantener la atención al 100% más allá de ese tiempo. Deberían limitarse por ley los tiempos de los discursos... por salud mental. Así que, un consejo a los partidos políticos: formatos tasados en tiempos inferiores a la hora para sus mítines, evitando que no sean un ladrillazo insoportable... por pesadez!

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