viernes, 12 de agosto de 2011

LA PRIMA DE RIESGO Y LA ESTADÍSTICA

Hoy es uno de esos días en los que un titular de periódico te deja conmocionado. Acabo de leer en “DEIA digital” que “Cada dos horas se rompe un matrimonio en la Comunidad Autónoma Vasca”. Pobre familia. Pensar que cada dos horas se destroza un vínculo tan arraigado tiempo atrás. Tiene que ser un trauma. Meses o años de noviazgo, de acompañamiento en pareja, semanas de preparativos, un día interminable de festejo y de bodorrio para que en diez minutos, zas. Pero eso no es lo peor. Es que, según la estadística, la ruptura se repite cada diez minutos. Tiene que ser un sin vivir. Los hijos no tendrán tiempo de recuperarse. Como el día de la marmota. Empiezas a asimilar el desenlace, preparas la nueva vida, y otra vez se rompe. Cada diez minutos el matrimonio hecho trizas. No me extraña que la Iglesia Católica tenga una institución dedicada al tema denominada “Tribunal de la Rota”. Rompe y rasga en diez minutos.



Va a ser el matrimonio del “guiness”. Si alguien conoce a la pareja en cuestión, trasládenle mi solidaridad y mi admiración por ser tan tenaces en la unión-ruptura.



Algo parecido me dejó en la memoria aquel otro titular que decía que en Nueva York se atropellaba a un peatón cada quince segundos. Seguro que ese peatón no salía vivo al final del día. Con suerte, terminaría magullado y apachurrado en el asfalto. Yo, de ser peatón en Nueva York, me plantearía muy seriamente lo de salir a la calle. Como por estadística te toque, te pasas el día de accidente en accidente. Y esos atropellos deben cansar mucho más que lo del divorcio en diez minutos.

Es curioso lo que hace la estadística. Lo deshumaniza todo. Sobre todo, cuando no se explica adecuadamente.


Explicarse y entender son la clave en el aprendizaje. Por ejemplo, Rajoy debe saber que en su entorno familiar no hay incertidumbre. Por eso, cuando todo el mundo se alerta cuando se menciona a la “prima de riesgo”, él ni se inmuta. Ni primas ni primos en peligro. Tíos, sobrinos, hermanos, nietos…todos seguros y garantizados.

Sólo cuando se vincula a la mencionada prima con la “deuda soberana”, el líder del PP parece titubear y es que, ya se sabe, un monárquico de toda la vida, debe interesarse por la salud financiera de la realeza.

Algo parecido sentía yo cuando, hace unos años, intenté, penosamente, rellenar un impreso de la declaración de la renta. Vi aquello de “tipo marginal” y escribí; “qinqui”.
Me dijeron que no era eso. Trataron de explicarme en qué consistía el “devengo” y yo les miré como las vacas al tren. ¿Para qué quería conocer aquello si yo ya sabía de dónde venía?. Así que dejé que otro me confeccionara la declaración. Por cierto, la hace muy bien y sin preguntar nada de dónde vengo, a dónde voy o con quien he estado. Y mucho menos si tengo una prima peligrosa o retengo a cuenta. Yo sólo firmo y punto. Y retener, retener, retengo líquidos, pero para eso ya me dieron una pastilla con la que te meas vivo.


Como puede comprobar el lector, la literatura estadística y económica no me ha atraído nunca. Me interesa más la crónica de actualidad y la producción fantástica.
Por ejemplo, estoy especialmente motivado con la próxima visita del Papa, Benedicto XVI, a Madrid el marco de la Jornada Mundial de la Juventud. Esperanza Aguirre y Gallardón han barrido a los “indignados” de las calles de la capital del reino para que miles de “jubilosos” jóvenes católicos agasajen al Santo Padre. Los ruidosos “perroflautas” –como considera la derecha montaraz a los seguidores del 15-M- serán sustituidos en las calles de Madrid por los cánticos melodiosos de “alabaré, alabaré, alabaré…” Y sólo por eso, por el cambio de actores, por la llegada del mocerío de “Viva la gente”, las autoridades populares han dispuesto, además de los gastos notables que la ocasión comporta, bonometros especiales, con descuentos de hasta e 50% para que los jóvenes católicos que sigan a Ratzinger, vean aliviada su cartera en los desplazamientos que realicen estos días. Descuentos para ellos mientras que el precio tarifario se ha incrementado para el resto de los mortales casi la mitad.

El Papa, sin prima de riesgo ni amenaza de que “Standar and Poors” le baje el “rating”, llegará a la España de la crisis como el “Capitán américa” a los cines, como una estrella al rescate de una sociedad laica y desalmada. (seguro que Rouco le ha contado lo de la ruptura del matrimonio cada diez minutos).

Ratzinger, Munilla, Rouco y los católicos españoles tienen todo el derecho del mundo a organizar, programar y desarrollar cuantos actos consideren. Faltaría más. Pero que los gastos de su encuentro mundial los asuma la Curia Vaticana y no las dolorosas arcas públicas, que están para todo menos para fastos.

Mientras, uno de cada diez niños menores de cinco años muere cada once semanas en Somalia a causa del hambre. Casi la mitad de la población, unos 3,7 millones, está actualmente amenazada por el hambre, y, en total, más de 12 millones de personas están afectadas por la hambruna en el denominado Cuerno de de África.

No es un titular estadístico. Son datos de las Naciones Unidas.


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