viernes, 3 de febrero de 2012

BOTIN OBSCENO


Emilio Botín. Foto "El País".

Todo el mundo tiene derecho a la protesta. Y al pataleo. Hay que buscar responsables de todo, chivos expiatorios sobre los que verter nuestras debilidades y complejos. Hay críticas que se comprenden y que hasta se comparten. Otras no. El estar “indignado” es consustancial con el género humano. Son tantas las injusticias que nos rodean que, quizá sea el estado natural de nuestra especie, aunque vivir permanentemente encabronado sea una tristeza que es preciso superar. Yo, lo intento con la ironía y con el buen humor. Es más llevadero.



Si a alguien de la calle se le pidiera que explicitara vehementemente quienes son, a su juicio, los responsables últimos de la situación de crisis económica que padecemos, seguramente nos aparecería un listado pródigo en candidatos a insultar. Desde lo personal a lo general. Los banqueros, los mercados, el gobierno, la prima de riesgo, Merkel, Sarkozy, los chorizos...


El presidente del Banco Santander, Emilio Botín quizá estaría entre las respuestas espontáneas de la gente. Hay que entender que muchas personas lo están pasando mal, que no tienen ni para llegar a fin de mes, que les han ejecutado una hipoteca, que han perdido el empleo, que están al borde del desahucio, que su pensión les condena a la miseria...


Lo novedoso y paradójico del caso es que ha sido el mismísimo Botín – que gran apellido para un banquero- quien, cuan “indignado”, haya disparado sobre diana ajena. "Hay que echar una parte de culpa muy importante de la crisis a los políticos" –ha dicho-, ya que no han sabido "manejar" la situación.


Botín decía esto en la presentación del balance económico del Banco Santander 2011, año en el que la entidad que preside obtuvo unos beneficios 5.351 millones de euros. Su presencia ante los periodistas fue, como siempre, pulcra. Compareció bien bronceado y con una magnífica sensación de buen balance. No como los descamisados perroflautas que gritan en la calle o que se enfurecen buscando culpables por doquier a su situación de paro, de miserable pensión o riesgo de exclusión.


A Botin, lo de la pensión no le preocupa. El número “3 “ de su banco, Francisco Luzón, acaba de prejubilarse llevándose al bolsillo 56 millones de euros en concepto de fondo de pensiones acumulado. Y eso que era el tercero en el escalafón. Un “empleado” de don Emilio en la cadena de mando. Tampoco lo de “llegar a fin de mes” debe de ser preocupación para el banquero. No en vano, su nombre aparece junto al de otros ilustres – la familia de Amancio Ortega, los Entrecanales, Koplowitz, Del Pino, Florentino, los “Albertos”- que comparten titulo de “grandeza”. Sí, el de las “grandes fortunas” españolas que acumulan un patrimonio cercano a los 37.000 millones de euros. Los “grandes” capitales que resguardan su patrimonio en sicavs para tributar lo mínimo posible al fisco.


Y, por si las cosas se torcían, Botín y su familia disponía, según parece, desde la guerra civil, de unas cuentas secretas en la suiza banca HSBC. Por lo visto, en los depósitos de tal banco había 2.000 millones de euros que nunca se habían declarado a las autoridades tributarias del Estado español. Desgraciadamente para don Emilio, un empleado despechado de tal entidad helvética –seguro que era un político- harto de mantener el secreto, se declaró “indignado” y decidió publicar los nombres de los propietarios de dichas cuentas. A Emilio Botín y asociados les tocó pasar por ventanilla y por el banquillo de la Audiencia Nacional por presuntos delitos de falsedad y contra la Hacienda Pública.


Pero no todo iba a ser desgracia para Botín y los suyos. La “justicia”, tan compasiva ella en estos casos, arbitró jurisprudencia propia con su nombre (no aplicable después a casos similares como Atutxa, Ibarretxe, etc) y le libró del procedimiento. Y, si acaso, el peso de la ley le llega a afectar, siempre encontrará, como su vicepresidente, Alfredo Sáez, el indulto de un gobierno amigo, que le limpie de mácula.

Culpar a los políticos de la responsabilidad de la crisis y sus consecuencias es algo sencillo. Hasta entendible. Es como insultar a los árbitros en los partidos de fútbol. Pero, si quien lo hace, ha compadreado con Madoff, con Lehman Brothers y ha arruinado inversiones multimillonarias con operaciones especulativas (Optimal Strategic) de muy dudosa ética, su queja resulta, cuando menos, grotesca. Mejor dicho, obscena.

1 comentario:

  1. Si me lo permite yo creo que la principal causa de la crisis es la ignorancia de unos y la avaricia desmedida de otros. Ambas necesitan la una de la otra para subsistir....

    Pero esté atento Burukide... ahora va a venir lo mejor. Me pareció oir ayer que el PP va a obligar a los Bancos a revalorar sus activos (inmuebles) a valor real de mercado... de esta manera les interesará menos desahuciar y más cobrar o negociar el pago... También bajarán los precios de la vivienda (eso creen) que como siempre dependerá dónde... a ver cuanto bajan por ejemplo en Donosti o en la Gran Vía Bilbaina.... También creen que así se dedicaran de una vez a su verdadero negocio, que no sería otro que captar pasivos para poder financiar todo tipo de actividades...Irrikitan nago!! A ver por dónde salen!! A parte de invertir en Deuda Pública Europea...

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