martes, 7 de febrero de 2012

“L´ÉTAT C´EST MOI”

 
Se atribuye a Luis XIV la célebre cita de «L'État, c'est moi» («El Estado soy yo»). Sin embargo, todos los historiadores vienen a colegir que la mencionada afirmación, a tenor de la fecha que se atribuye, no pudo salir de los labios del monarca francés que tendría un mes de vida cuando se pronunció por primera vez. Más bien, tal afirmación, fue forjada por los enemigos del absolutismo político que Luis XIV, o el “Rey Sol” representaba.


Louis XIV

La política, el “Estado”, la “comunidad” han sido muchas veces la excusa en la que refugiar responsabilidades personales o grupales. Ese absolutismo de parapeto ha vuelto a la palestra en relación a la controversia suscitada entre el PNV y el Gobierno Vasco en relación a la situación de las cuentas públicas de la comunidad.

Las críticas de brocha gorda han tratado de desplazar el centro gravitacional de las declaraciones de Iñigo Urkullu hacia un supuesto menoscabo de la solvencia y de la fortaleza de la sociedad vasca. Y al hilo de ese bote de humo, no han sido pocos los que se han sumado a un linchamiento mediático y opinativo del presidente del EBB. Hasta el Delegado del Gobierno, que por prudencia debiera mantenerse alejado del debate político partidario, ha pretendido participar de la fiesta del despiste.


Urkullu no ha dudado de la credibilidad ni de la solvencia de la sociedad vasca. Ni de su potencialidad económica. Ni de sus sectores productivos. Ni de la capacidad de superación y de trabajo de Euskadi.


Urkullu no atacado el músculo económico de Euskadi, ni ha cercenado su imagen exterior. No. Lo que Urkullu ha situado en el centro del debate es la fragilidad de la gestión económica de una Administración, de un Gobierno, cuyo coordinador plenipotenciario se le aproximó en varias ocasiones a la búsqueda de auxilio económico para sus debilitadas cuentas públicas.

Y, no. No fue una aproximación habitual, de las “muchas” en que el Gobierno de Patxi López ha pedido colaboración al PNV para avanzar frente a la crisis. No, fue un acercamiento para que el PNV flexibilizara su posición en la búsqueda de recursos extraordinarios –el céntimo sanitario a modo de recargo en el consumo de hidrocarburos- que alimentaran las hambrientas arcas gubernamentales. Fue, una llamada desesperada, porque, de seguir por los actuales derroteros, el mes de marzo “el gobierno estará pelado”. “Pelado” sí, aunque quien lo afirmara en privado negará ahora ser el autor de la cita. Es su sino.

El PNV, por boca de su presidente había hecho gestos públicos que anunciaban su voluntad de “arrimar el hombro”. Pero, una y otra vez, desde el mismo gobierno del coordinador-consejero de Interior, se deslegitimó la sinceridad del ofrecimiento jeltzale.


Así que no casaba la imperiosa necesidad trasladada en privado y la soberbia desfachatez demostrada en público.



Por eso, y por sentido de la responsabilidad el PNV marcó el terreno: colaboración sí, pero antes transparencia, afloramiento de la situación económica, diagnóstico de la gravedad del paciente y, luego, si es posible, remedio para tratar la dolencia.

Urkullu contactó, antes de su comparecencia pública del pasado viernes , con el líder del socio gubernamental. Con Antonio Basagoiti. A él le hizo partícipe de de la profunda preocupación suscitada en el PNV por la salud de las cuentas públicas. Le relató lo sucedido y le adelantó la inmediata petición de clarificación contable. Basagoiti atendió la explicación. Y, horas más tarde, se sumó a la melé contra el PNV y su presidente.

La respuesta a la cuestión central planteada por Urkullu – la clarificación de las cuentas- ha sido el escapismo. “L´État c´est moi- Euskadi soy yo” y quien dude de mi solvencia pone en cuestión y en riesgo la imagen pública de Euskadi. Y, a partir de ese momento, el pim, pam, pum que demuestra la bajeza y la escasa talla de quienes nos gobiernan y quienes les apoyan.



Sigue en el aire la pregunta; cual es el déficit real del Gobierno vasco, cuanta deuda nueva ha contraído y a qué la ha dedicado. Cuantos compromisos presupuestarios ha trasladado a años posteriores al ya vencido 2011. Cuanto tendrá que pagar el próximo gobierno de intereses. Cuanto del presupuesto se ha ejecutado y qué recortes ocultos existen. Transparencia, veracidad, certidumbre son las claves para salir del atolladero.

Cuando uno tiene la impresión que quien gestiona sólo piensa en girar su factura al siguiente; cuando la opinión generalizada es que el agujero financiero de hoy –que se hace más grande cada día- condicionará gravemente las políticas públicas del futuro y que quien es responsable, o irresponsable de tal desastre, sólo parece responder “ante Dios y ante la historia”, (como el Rey Sol) , llega al convencimiento de que el fin de un ciclo está próximo. Luis XIV tuvo un longevo reinado pero su absolutismo gobernante heredó uno de los cambios más trascendentes de la historia: la revolución francesa.

2 comentarios:

  1. Vayaaa.. pues!

    A ver si pillo... cuando el PP lo hacía con respecto al Estado eran afirmaciones correspondientes a patriotas y a gente responsable. Si lo hace Urkullu... todo lo contrario.

    Por lo demás, tranquilidad... que se endeuden hasta las cejas si quieren... yo lo que haría sería un documento de queja por internet para que la gente lo fuera firmando a fin de que en caso de extrema gravedad (como lo va a ser seguramente)... en Euskadi nos podamos acoger a la DOCTRINA DE DERECHO INTERNACIONAL de Deuda Execrable u Odiosa o Ilegítima... lo sepan... se cumplirían sus tres premisas.

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  2. Koldo; supongo que has escrito este post sin haber oído la rueda de prensa ofrecida por la portavoz del Gobierno junto con el Consejero de Hacienda. Un espectáculo francamente lamentable y zafio, que demuestra el nivel y voluntad del partido en el gobierno... y de su socio preferente, claro. Este gobierno gira en torno al pnv, y se hunde en una espiral a la que pretende arrastrar a todo el que pille, sin importarle lo más mínimo todo, salvo su propia situación... Sin pretender defender las declaraciones de Urkullu (¿realmente dijo "quiebra"?), espero que meditéis con acierto la actitud a mantener ante esta gente, que no podemos dar la imagen que pretenden, de patio de vecinas. Sin entrar a la provocación, aunque sin poner la otra mejilla, cabeza fría y demostrar a la sociedad la altura de miras del nacionalismo, del verdadero. Animo y suerte.

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