jueves, 1 de marzo de 2012

“SOCIALIZAR” LA BASURA. (2)

La extensión de la recogida de basura puerta a puerta a 34 municipios gobernados por Bildu ha provocado una viva polémica que amenaza con convertirse en una gran tormenta política en Gipuzkoa. El sistema, que hasta ahora se ha aplicado solo en cuatro localidades (Usurbil, Hernani, Oiartzun y Antzuola), se ampliará a comienzos del próximo año a gran parte del territorio, afectando directamente a 300.000 habitantes que se verán obligados a modificar seriamente sus conductas domésticas.


La decisión de Bildu de imponer este sistema planificador de recogida de los residuos sólidos urbanos va a provocar cambios radicales en el comportamiento de las familias guipuzcoanas.

El sistema “puerta a puerta” conlleva la retirada de los contenedores de la calle y su sustitución por postes en el exterior de los portales en los que colgar cubos y bolsas que serán depositados en fechas y horarios concretos, lo que provocará que durante días, las basuras deban permanecer, según fracción (orgánica, papel, vidrio, envases y otros) en el interior de las viviendas.

Este cambio de gestión radical, no ha tenido en cuenta ni la opinión de los vecinos ni el propio planeamiento de residuos aprobado con anterioridad por las Juntas Generales de Gipuzkoa. Ha sido una decisión unilateral de Bildu y de sus gobiernos municipales. Según sus promotores, se pretende incrementar la posibilidad de reciclaje de los desechos domésticos, invalidando de esta manera la alternativa de incineración prevista y aprobada por la mayoría de los partidos democráticos en la Cámara foral. Un incremento del reciclaje obtenido no por la colaboración ciudadana voluntaria sino por la obligatoriedad de separar en origen la basura generada. Un deber que contará con la correspondiente sanción en el supuesto de incumplimiento.

Pero, el problema de la basura en Gipuzkoa y en las sociedades avanzadas de nuestro entorno, no estriba en cómo se recoge en los domicilios, sino qué se hace con ella una vez fragmentada y obtenida.

Las soluciones ya previstas y aprobadas


En las dos últimas legislaturas, los gobiernos forales encabezados por e González de Txabarri (2003-2007) y Markel Olano (2007-2011) se lograron complejos acuerdos institucionales que desembocaron en la aprobación del Plan de Residuos de Gipuzkoa. Este documento, todavía en vigor, contempla una red de infraestructuras para el tratamiento de los residuos, especialmente plantas de compostaje y una incineradora.

El Plan de Residuos prevé que en 2016 el 57% de la basura guipuzcoana sea reciclada o se transforme en compost (ahora se recicla el 43%). El 43% restante (213.000 toneladas) se incineraría en la planta de Zubieta, generando, además, energía eléctrica. Los vertederos se cerrarían por colmatación de sus instalaciones y en cumplimiento de las directivas comunitarias, contrarias a permitir la creación de nuevos almacenamientos de residuos.

La Diputación gobernada por Bildu, que aún no ha presentado una alternativa al Plan de Residuos aprobado y en vigor, se ha fijado unos objetivos más ambiciosos. La institución foral no ha dado a conocer ningún documento, de forma que los únicos datos son los ofrecidos en declaraciones públicas por los responsables forales. El diputado de Medio Ambiente señaló en las Juntas Generales, en noviembre del año pasado, que es factible alcanzar el 89% de recogida selectiva. El 11% restante se almacenaría en un «vertedero de inertes».

En esta guerra de cifras, resultan relevantes los datos aportados por Eurostat. El informe indica que el país que más recicla es Austria, con una tasa del 70%. Del 30% restante, el 29% se incinera y el 1% se lleva a vertedero. En el ranking le siguen Alemania (recicla el 66% e incinera el 34%) y Holanda (recicla el 60%, incinera el 39% y vierte el 1%).


A la vista de estos datos contrastados de Eurostat, el objetivo de Bildu de alcanzar el 89% es una quimera inalcanzable, un puro mito voluntarista.


Reciclaje e incineración van de la mano

Otro elemento clave en la discusión estriba en saber si el modelo “atez-ate” que se quiere implantar en Gipuzkoa es un experimento de resultado incierto o si se trata de un sistema que se ha demostrado eficaz en otros lugares.


En la página web del Ayuntamiento de Usurbil dedicada a explicar el funcionamiento de la recogida se asegura que el “Puerta a puerta” se realiza «en más de setenta municipios de Cataluña y Mallorca, así como en miles de localidades del norte de Italia, Bélgica, Francia...Por tanto, queda demostrado que es viable». Lo mismo indica el colectivo “Ecologistas en Acción”.

Sin embargo, la realidad que se oculta indica que en Catalunya funcionan cuatro plantas incineradoras (dos en Barcelona, una en Tarragona y una en Gerona) y Mallorca cuenta con la de Son Reus. En Francia, siguiendo los datos de Eurostat, se incinera el 34% de los residuos, en Italia el 12% (45% a vertedero) y en Bélgica el 35%.


A tenor de los datos de Eurostat y de los ejemplos catalán y mallorquín, el criterio que prevalece es complementar la recogida selectiva y la incineración.

La implantación del “Puerta a puerta” en Hernani, Usurbil, Oiartzun y Antzuola ha supuesto un notable incremento en la recogida de residuos orgánicos. Este tipo de desechos son utilizados para su transformación en compost, lo que ha provocado la saturación de la planta de compostaje de Lapatx, con graves problemas de olores y de molestias para las poblaciones vecinas. Esta instalación tiene capacidad para tratar 3.000 toneladas, pero recibe, por el momento, 6.000. Ante el sobrante de basura existente, la Diputación de Bildu, ha tomado la decisión de trasladarla territorios vecinos de Iparralde (Itsassou) y a Navarra (Carcastillo o Ziordia). Es decir, que Gipuzkoa exporta basura

El Plan de Residuos –en vigor pero sin que sea cumplimentado por Bildu- preveía construir una nueva planta de compostaje en Bergara y otra de biometanización en Zubieta. Los plazos de ejecución iban acordes con la planificación realizada en aquel documento, previsión que evidentemente no contaba con la implantación del “Puerta a puerta” en cuatro localidades, y mucho menos con la previsión de que al mencionado sistema se incorporaran 34 más.

Nadie sabe qué hará mañana Bildu con las basuras ni como planteará su eliminación .El sistema de gestión de residuos en Gipuzkoa es una incógnita y todo presagia una situación insostenible que afectará, directamente, al ciudadano en su vida diaria.

A día de hoy, el Plan de Residuos en vigor y la incineradora se encuentran en una situación de 'impasse'. Sobre la mesa no existe ningún plan alternativo. Se supone que en junio, una vez concluida la moratoria pactada entre PNV y Bildu, se sabrá qué hacer con la basura. Pero ni siquiera eso es seguro. Si se mantiene el pulso, el asunto se podría judicializar y, lo que es peor, transferir sus insalubres consecuencias directamente a la ciudadanía.

Entre tanto, las constructoras de la incineradora reclaman al Consorcio de Residuos que tome decisiones, el Banco Europeo de Inversiones ha cerrado el grifo del crédito y el convenio con Bizkaia, por el cual este territorio recibe 25.000 tonelada anuales de residuos de Gipuzkoa finaliza el próximo mes de mayo. Y, lo que es más preocupante en términos de plazos, los vertederos se están llenando a ritmo acelerado. El objetivo era cerrarlos en 2014, fecha de puesta en marcha de la incineradora. Incluso si siguen adelante las obras, ese plazo ya es casi imposible de cumplir.

En tiempos pasados, la Izquierda Abertzale, en su ponencia “Oldartzen”, acuñó la máxima de “socializar el sufrimiento”. Su puesta en práctica conmovió de dolor y de violencia a esta sociedad. Hoy, afortunadamente, lo que se pretende “socializar” no tiene efectos tan perniciosos ni inhumanos. Bildu “socializa” la basura. Todos los guipuzcoanos padecerán sus consecuencias.

3 comentarios:

  1. Hay que dejar que se les pudra la basura... y que se pudra su alternativa.
    Pero con inteligencia y con un plan de acción inmediata de salvación de la salud pública y de puesta en marcha de sistemas realistas.
    Este artículo puede servir para iniciar una seria reflexión y el diseño de la alternativa realista y posible.
    A partir de mayo propongo que Bizkaia les coja alguna tonelada que otra, pero a precio de oro y que la lleven SUS camiones a Zabalgarbi.

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  2. Si no fuera porque la sociedad vasca está PODRIDA Y APESTA, ÉSTO SERÍA UNA BROMA.

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