jueves, 19 de abril de 2012

LA HISTORIA OCULTA DE LA "NACIONALIZACIÓN" ARGENTINA DE YPF

Sonaba extraño aquello de patriotas y patrioterismo en el caso de la "nacionalización" de YPF en Argentina.  Por aquí, en cuanto se conoció la noticia, los sectores "progresistas" y hippis, se aprestaron a brindar con champán  por la decisión "soberana" de recuperar  los recursos naturales. Algo así  como Argentina para los argentinos. Pero, toda historia épica, tiene tras de sí una realidad bien distinta. En este caso, la corrupción política juega un papel fundamental. Gracias a mi amigo Iñako, he encontrado  un esclarecedor artículo que revela la parte sombría de la historia de la "nacionalización" argentina de YPF. No tiene desperdicio. Su autor es Xavier Sala i Martin, un economista catalán, doctor en filosofía por la universidad de Harvard. Aconsejo vivamente su lectura, y el seguimiento de su blog, una bitácora  sumamente interesante.http://www.salaimartin.com/

El artículo se titula "No llores por mi Argentina, llora por ti". A continuación reproduzco en buena parte su contenido.


La nacionalización de YPF no tiene nada que ver con las necesidades energéticas del pueblo argentino sino con la incompetencia de doña Cristina Fernández, las ansias de esconder una gestión nefasta y, sobre todo, con la CORRUPCIÓN de su entorno... y del de su hijo Máximo.

La historia empieza entre 1992 y 1999, cuando el gobierno peronista de Carlos Ménem (del mismo partido de Kirchner) decide privatizar YPF debido a la enorme cantidad de pérdidas de la compañía. Era una época en que la empresa estaba mal gestionada y el precio del petróleo rondaba los 15 dólares el barril. La empresa española REPSOL, entonces dirigida por Alfonso Cortina, compró YPF al gobierno de Ménem (del mismo partido que Kirchner).

1999 era una época en que “España iba bien”. Era la España del pelotazo, de los nuevo-ricos engominados que daban lecciones de gestión por todo el mundo y de los presidentes de gobierno que fumaban puros con los pies encima de la mesa. Esa arrogancia quedó grabada en las mentes de muchos latinoamericanos que han esperado años para cobrar sus deudas morales

REPSOL pagó el precio que le pedía el gobierno argentino por la ruinosa compañía: 15.000 millones de dólares. La fusión fue ejemplar hasta el punto de que la revista Financial Times otorgó el premio anual a REPSOL por la mejor fusión del año.

Además de esos 15.000 millones iniciales, REPSOL ha invertido , entre 1999 y 2012, un total de 20.000 millones de dólares. 20.000 millones en 12 años no es una inversión pequeña, diga lo que diga la presidenta Argentina. De hecho, uno de los resultados de esas inversiones ha sido el descubrimiento de los yacimientos de Vaca Muerta que pueden dar unos resultados económicos extraordinarios a pesar de que todavía está por ver la calidad del petróleo allí depositado.

En 2007, y ya con Antoni Brufau al frente de la petrolera, el presidente Néstor Kirchner pidió a REPSOL que un grupo argentino entrara a formar parte de la compañía. Se trataba del grupo Petersen de la familia de Enrique Eskenazi. La familia Eskenazi era una familia de la alta burguesía de Santa Cruz, región que había sido presidida (oh! casualidad!) por Néstor Kirchner, antes de ser presidente de Argentina. De hecho, Enrique Eskenazi era amigo íntimo de don Néstor. Es decir, el presidente Kirchner obligó en 2007 a REPSOL a aceptar un socio argentino que, casualmente, era un amigo íntimo de toda la vida. Antoni Brufau aceptó porque sabía que siempre es bueno tener inversores locales con conexiones políticas. Por esto aceptó que la familia Eskenazi tenga primero el 15% y luego el 25% de la compañía.

Pero había un pequeño problema: los Eskenazi eran los ricos del pueblo en Santa Cruz, pero una cosa es que tus niños se paseen por el pueblo en lujosos horteras Ferraris rojos o que chuleen por las discotecas de moda de la zona y otra cosa muy distinta es comprar el 25% de una compañía que vale decenas de miles de millones de dólares. Los Eskenazi no eran tan ricos!

¿Cómo consigue la familia amiga de Kirchner comprar el 25% de REPSOL-YPF? Pues obligando a YPF a PRESTARLE EL DINERO! . Néstor Kirchner obligó a REPSOL a prestar el dinero a una familia amiga para que ésta comprara el 25% de REPSOL. ¿Y cómo va a pagar esa familia semejante millonaria cantidad? Pues con los dividendos de la propia REPSOL. Es decir, REPSOL, el gobierno de Kirchner y el grupo Petersen de la familia Eskenazi firmaron un contrato (depositado en la Security Exchange Comission de New York) que obligaba a REPSOL a dar el 25% de su capital a la familia Eskenazi y ésta se comprometía a pagar de vuelta con los dividendos de REPSOL. Para garantizar que REPSOL puediera cobrar ese "crédito" (o quizá deberíamos calificarlo de extorsión), se obligaba a REPSOL a distribuir en forma de dividendos el 90% de sus beneficios.

Es decir que cuando la señora de Kirchner ha acusado a REPSOL de no destinar una mayor parte de sus beneficios a inversiones y prospecciones petrolífera, no ha explicado que su marido había obligado a REPSOL a utilizar el 90% de los beneficios a pagar dividendos para que sus amigos se apropiaran del 25% de REPSOL cuando no tenían ni un dólar para comprar semejante cantidad de acciones(*).

Pero la cosa no acaba aquí. El señor Enrique Eskenazi colocó a sus hijos en la compañía (en particular, colocó a su hijo Sebastián como vicepresidente) y en lugar de actuar como el socio local que juega el importante papel de alertar de las luces ámbar antes de que aparezcan las luces rojas, se comportó como un auténtico mafioso incompetente que hace poco para defender los intereses de la compañía que dirige.

Poco a poco, REPSOL ve que se ha metido en un buen lío y que los socios locales juegan más a favor de los políticos que les han colocado en el cargo que a favor de la compañía a la que representan y pronto aparecen rumores de nacionalización. Son los últimos días de 2011 y REPSOL ha descubierto los potencialmente millonarios yacimientos de Vaca Muerta. El resto de la historia ya es conocida. Cristina Fernández de Kirchner, teledirigida por el economista Axel Kicillof(**), académico marxista, mentor de la época de Cámpora (asociación creada por Néstor Kirchner) y amigo íntimo del hijo de la presidenta, Máximo Kirchner Fernández, anuncia la expropiación del 51% de REPSOL-YPF. “Curiosamente” el 51% de las acciones expropiadas provienen del 57% que es propiedad de los socios españoles. Exactamente el 0% proviene del 25% que tienen los socios argentinos, amigos del papá Kirchner, la familia Eskenazi (y también se expropia el 0% del fondo de inversión norteamericano propietario del 17%... y recordad que eso pasa tres días después de que la señora Cristina se reuniera con Obama para "negociar" el tema).

El gran problema de la expropiación de REPSOL es que la respuesta del gobierno de España, presidido por don Mariano Rajoy, va a ser necesariamente débil. España es un cadáver económico sin ningún poder de negociación y sin ninguna capacidad de presionar a sus (teóricos) aliados: la Unión Europea y los Estados Unidos. Tanto los unos como los otros tienen menos ganas de ayudar a sus “socios” españoles que de pasar cuentas por la arrogante actitud de los presidentes españoles (Aznar y Zapatero) que no hace mucho les daban leccioncillas cuando las cosas iban bien. Y digo que eso es el gran problema de España lo digo por dos razones. La primera es que los dirigentes argentinos, que, al ver la débil reacción de España, verán crecer su ego a la misma velocidad que disminuyó cuando la Inglaterra de Thatcher les humilló en su estúpida campaña de las Malvinas, no apaciguarán su sed expropiatoria ni su venganza antiespañola con REPSOL: pensarán seriamente en expropiar otras compañías españolas como Telefónica, Santander o BBVA.

La segunda razón por la que el espectáculo de YPF es un problema para España es que los demás gobiernos latinoamericanos, igualmente heridos por la arrogancia neocolonialista española de los años noventa, están observando. Y las ansias de venganza argentinas se pueden contagiar al resto del continente. También tendremos que esperar a ver cómo evoluciona eso.

Mientras tanto, la crisis ha convertido a España en un cadáver económico que inducirá a los carroñeros de todo el mundo a alimentarse de su despojos: el gobierno Argentino seguirá sus chulescas amenazas, los del resto de una América Latina humillada no se quedarán atrás, pero eso no es todo: las compañías petroleras Chinas intentarán explotar los yacimientos que deja REPSOL y que Argentina no puede permitirse explorar, los bancos americanos van a llenar el vacío que deje el Santander y las multinacionales europeas, sí, sí, las de los socios y hermanos europeos, estarán al acecho, atentos a quedarse con cualquier parte del negocio que la incompetencia de los líderes españoles deje sin defender.


(*) Todo el mundo sabe que, por más que ahora doña Cristina haga caer la lagrimita cuando habla de su difunto marido, los señores Kirchner llevaban años viviendo vidas separadas y paralelas, muy mucho en la dirección de los reyes de España, donde el monarca se va a cazar elefantes (o eran elefantas?) a Botswana.

(**) Axel Kicillof es el radical paleomarxista que ha conseguido eclipsar al ministro Amado Boudou, quien intentó prohibir los libros de Sachs o Samuelson en las universidades Argentinas por ser “neoliberales”. La vida profesional de Kicillof, un profesor de 41 años, ha sido la de un francotirador de la Universidad de Buenos Aires, donde se especializó en historia del pensamiento económico. Al doctorarse dijo que Keynes era un pensador radical tergiversado por el análisis burgués. Para él, Stiglitz o Krugman son casi tan neoliberales como Mankiw o Barro. Ya ven! El íntimo amigo de Máximo Kirchner y el ideólogo de la expropiación. Con estos líderes intelectuales dirigiendo la contrarrevolución kirchneriana uno debe decir que, a pesar que el episodio de YPF es un indicio de España tiene problemas, el problema grave no lo tiene España sino Argentina!

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