viernes, 20 de abril de 2012

POLIGLOTAS DE CONVENIENCIA

El abuelo Donato era un políglota. Lo mismo utilizaba el latín del misal que nos sorprendía, en sus ejercicios recitativos, con expresiones que no llegábamos a entender.



“Arriqui, tuqui, naqui..” –lo transcribo como fonéticamente lo escuchaba- . Y terminaba su discurso con “ol rait- ol rait,” (all right en inglés).


Aquel recio castellano, de profundas creencias religiosas y que por saber leer y escribir –además de por hacer cuentas- ejerció de secretario de una agrupación local anarquista en un pueblecito de la Soria de pre guerra, era todo un personaje.

El hambre y la necesidad le hizo viajar. Estuvo en la Cuba pre castrista. Y también en Argentina, donde un hermano regentaba –con los pocos ahorros familiares- un colmado. Disputas que jamás trascendieron le hizo volver a su pueblo. Como todos aquellos emigrantes de época, contó que en el viaje de regreso, se le cayó al mar una maleta con todo el dinero que hizo en el país austral. Volvió, como era de suponer, más pobre de lo que marcho. Así que tuvo que trabajar duro. Y lo hizo, en el sector maderero. En las serrerías. Una de estas empresas de transformación de madera, y la búsqueda de un porvenir para su extensa prole (viudo y casado en segundas nupcias tuvo amplia descendencia), le trajo hasta Euskadi , a Basauri concretamente, tras la cruenta guerra.

En Dos caminos o Basauri asentó su familia y su proyecto de vida. Hasta que su luz se apagó (después de haber repetido miles de veces aquello de “perdón y clemencia Señor”). Donato, apodado entre sus vecinos pinariegos como “Cachucho” –cuentan que cuando volvió de Argentina llevaba una gorra así denominada-, era un hombre disciplinado. Recto. De los de antes. Y sus incursiones idiomáticas, parcas pero curiosas, generaban entre sus nietos, risas y cachondeo. Eran las reminiscencias de su juventud aventurera. De sus viajes de “Capitán Tan”, “por todo lo largo y ancho de este mundo”.


El hijo mayor de Donato, José, un fraile Marista establecido en Akono, en las inmediaciones de la capital de Camerún –Yaundé-, introdujo en aquella juventud, un toque exótico a nuestra ingenua curiosidad por las lenguas extrañas. Aquel hombre de túnica blanca impoluta –como el Papa- y con crucifijo al pecho, nos contaba, cuando venía de ciento en viento, las singularidades de aquel lejano país que había sido colonia francesa. Que si se comían serpientes, que lo dominante en las tribus era la gerontocracia, que si había en el país más de 230 lenguas, que si hacía mucho calor... Y , de los rasgos idiomáticos autóctonos, me quedé con una frase que debía significar algo así como “Cómo está usted?.” Aquel trabalenguas decía algo así como “Tikala malamu naquei nangai” ( a saber cómo se escribe).


Antes he dicho, que nuestra curiosidad nos llevaba a adentrarnos en la singularidad de las lenguas extrañas. Y no es cierto. Nos llevaba a regodearnos en lo que sonaba de manera diferente. Como quien experimenta con sonidos rocambolescos para establecer articulaciones fonéticas estrambóticas. Nada que ver ni con las lenguas ni con los idiomas. Entretenimiento tonto.


El conocimiento lingüístico es otra cosa. Comunicación, cultura, desarrollo humano. Por eso el plurilingüismo es básico en una sociedad desarrollada.


Para mi desgracia, soy analfabeto total en lengua inglesa. En mi tiempo, el plan educativo orientaba al alumnado hacia la “langue de Moliére”. Por eso, al día de hoy, conservo conocimientos básicos de la tercera lengua oficial de los vascos; el francés. (nire oinarrizko hizkuntzak gaztelania -bereziki- eta euskara –kontu handiarekin- dira).

Mi problema es el inglés. Un gravísimo problema para los tiempos que corren. Por lo menos, soy consciente de ello. Otros no.


El pasado día 18, el dirigente de la Izquierda Abertzale, Joseba Permarch, enviaba un mensaje a través de las redes sociales. Era el mismo día que en el contencioso de las basuras , la portavoz foral guipuzcoana acusaba a Bizkaia de “chantaje”. “Europa –decía el mensaje de Joseba Permach- vuelve apostar por el reciclaje (+75%) y no la incineración (europa.eu/rapid/pressRei...) menudo revés para el PNV-PSE-PP!”.


Me sorprendió mucho que la Comisión Europea coincidiera con las tesis de nuestros sandinistas en materia de basuras.


Busqué la fuente del “twit!” y, oh sorpresa, estaba en inglés. Un colega que domina el idioma de Shakespeare me sacó de dudas. “Permach –me dijo- , sabe el mismo inglés que tu. Donde él lee que la Comisión Europea respalda el modelo de Bildu lo que dice realmente es que `la Comisión Europea aboga por la revalorización de los residuos, reintroduciendo la fracción no recivlable en la economía mediante la recuperación energética´”.

.-¿Dice eso? –pregunté yo desde mi ignorancia-


.- Va más allá –me respondió-. pues defiende la incineración de la fracción no reutilizable para evitar los vertederos. “Zero landfilling” no significa “Zero zabor” como ha interpetado Permach, sino “cero vertidos en vertederos”. La misma filosofía que recogen los sistemas de gestión integral de residuos implantados en Bizkaia y aprobados mayoritariamente en Gipuzkoa y que Bildu se pasa por el arco del triunfo.

-“Ol rait, ol rait” contesté .


.- thank you very much (yo hubiera dicho zenkiu verimach)


.- Ya, Tikala malamu naquei nangai





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