viernes, 13 de julio de 2012

QUE PAGUE RATO

Yo esperaba que la primera medida que anunciaría el presidente del Gobierno español en el plan de ajuste para reconducir el déficit público sería pedir responsabilidades civiles y patrimoniales a quienes con su nefasta gestión llevaron al sector financiero al precipicio económico, propiciando el rescate europeo.


Pero no. Rajoy no dijo nada de los dirigentes de Bankia, ni de Nueva Caixa Galicia, ni de Caja Castilla la Mancha o de la Caja del Mediterráneo. Rajoy obvió a quienes se llevaron en crudo centenares de millones de euros en fondos de pensiones , en bonus o en remuneraciones estratosféricas y dejaron un agujero financiero que ahora toca tapar con el esfuerzo de todos.

El presidente del Gobierno español, forzado por la situación real de quiebra, volvió a estirar el cinturón colectivo. Un agujero más, hacia la asfixia, mientras los consejeros (socialistas y populares indistintamente) de esas antiguas cajas de ahorro desplumadas hasta el bochorno se salían de rositas. Gestores de antiguas cajas cooptados por los dos principales partidos españoles que hicieron y deshicieron sin ningun criterio técnico o de empresa. Que hincharon el suflé de la especulación y el oportunismo, que abonaron el “apalancamiento” y la concesión del crédito sin ningun rigor, hasta hacer una bolsa de deuda impagable, insostenible. Consejeros de las nuevas entidades bancarias que, además, ocultaron conscientemente sus desmanes , abonando una quiebra de confianza y de credibilidad que ha llevado a que nadie en Europa se fíe de España. Un engaño que ha traído como consecuencia directa la fijación de un control externo a todo el sistema financiero y la imposición de un calendario de ajuste, que de no cumplirse, nos llevará fuera de zona euro.

Y, pese a ello, de la boca de Rajoy no salió ni una palabra de reprobación ni de condena a quienes fueron artífices, en primera línea, de la catástrofe que ahora le toca asumir.

Esta semana, mientras me dirigía a la tertulia habitual de Onda Vasca en la que participo, me he dí de bruces con una sucursal de la antigua Caja Madrid. En ella, con toda la desfachatez del mundo, se exhibía el último anuncio publicitario de la entidad; “Hemos abierto una nueva cuenta al futuro. Bankia”. Sí, una nueva cuenta, en la que cotizaremos obligatoriaente todos. Pagando más IVA. Con menos prestaciones por desempleo. Con la eliminación de una paga de los trabajadores públicos. Con un nuevo giro de tuerca a las pensiones.

El presidente del Gobierno español desgranó en la tribuna del Congreso las medidas que su gabinete aprobó ayer en Consejo de Ministros. Más impuestos vinculados al consumo. Sube el IVA. A todos por igual. A los jubilados, cuyas pensiones se congelarán, pero que deberán pagar más por el agua, el gas, la electricidad... A los mileuristas, a los parados, y los que atesoran sicavs multimillonarias, cuya tributación escandalosa no gha tocado el gobierno popular.

Nuevos recortes en las prestaciones por desempleo (encima, utilizan la sorna para justificarlo –es, dicen, para incentivar la búsqueda de trabajo de los parados-). Un nuevo hachazo a las ya mermadas retribuciones de los empleados públicos. ¿Una nueva cuenta al futuro?

Resulta desalentador el panorama, y mucho más, tras contemplar el aplauso eufórico de sus señorías, convertidas en palmeros entregados a un discurso de funeral arengado por el grito enaredecido del “¡Que se jodan!”. Patético.
Y , mientras a Leopoldo Barreda le dolerán las manos de tanto aplauso babeante, Montoro insultaba a la inteligencia con su explicación de la necesidad de la subida del IVA. Se incrementa el IVA porque en Europa la media que se paga es más alta y , porque , además, en España son pocos los que lo pagaban. Es decir, que sólo una minoría cumplía con el fisco y una mayoría defraudaba. Solución gubernamental, que esos pocos que pagan, paguen más. Que se jodan. .

Eso sí, que quienes tienen dinero negro no se preocupen, que ya está en marcha una amnistía fiscal para que, por un módico 10% lo regularicen. De escándalo.

Muchas de las medidas anunciadas van a tener que ser de obligado cumplimiento al dotárselas de de rango básico. La subida del IVA también, al no tener Euskadi (los territorios históricos) competencia normativa sobre este tributo. Pagarán “justos por pecadores” y se nos tratará de imponer el endoso de una factura que , en buena parte, no hemos contribuido a generar.

Soy conciente de que la situación económica obliga a sacrificios personales y colectivos. Pero la receta que se nos pretende aplicar resulta injusta y no acorde con la responsabilidad que cada cual tiene en la actual quiebra del Estado. Euskadi tiene su propio sistema de relación económico-financiera con el Estado. Aquí gestionamos en base al esfuerzo tributario de los vascos. Pagamos, en concepto de Cupo, las competencias no asumidas. Quizá, en los últimos años, la mala gestión de los gobernantes propios, ha contribuido a incrementar el déficit de las cuentas globales. Si es así, que se nos diga. Que se tase dicho “cuantum”, que ya arbitraremos, según nuestro criterio, cómo participar en el resarcirmiento de dicho agujero. Que nadie pretenda imponernos participar en “la nueva cuenta” que anunciaba Bankia bajo el pretexto de “que se jodan”.

En su día, hubo un eslogan publicitario que se hizo popular; “que trabaje Ruton”. Quizá, y por similitud, ahora se acuñe otro fácilmente asimilable a las circunstancias ; “Que page Rato”.

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