viernes, 10 de agosto de 2012

LA LOCURA DEL FÚTBOL

Que un jugador de fútbol quiera ganar al año 850 veces el salario mínimo interprofesional resulta un tanto disparatado, sobre todo en las actuales circunstancias económicas y de depresión que vivimos. 

Que pretenda, por poner otro ejemplo, ganar en un ejercicio 80 veces más del  sueldo establecido para el lehendakari, rechina un poco. Pero la vida es así. Al presidente de un país, se le exigen responsabilidades que, con acierto o sin él, asume abiertamente. La crítica está en su razón social y su vida privada y pública está sometida al control del microscopio, es decir al pim- pam-pum justificado o no. Además, un lehendakari, y como él los representantes políticos e institucionales que entre todos hemos elegido, ni meten goles  ni enardecen a la masa con una filigrana con el balón. Por eso nadie dice nada cuando voluntariamente reducen su nómina (por segundo año consecutivo tras dos congelaciones anteriores). Y es que el ejercicio democrático parece ser menos importante que pegar patadas a una pelota.

Que en una economía de libre mercado, alguien pretenda ganar  -por poner un ejemplo- 5,5 millones de euros netos anuales  puede resultar escandaloso pero es lícito. Lícito en tanto en cuanto quien pretenda pagar tan elevada cifra (o alguna similar) lo haga desde su patrimonio privado. Vamos, que el dinero salga de la aportación de sus socios, de sus accionistas o patrocinadores. Eso, y que dicha sociedad contribuya, como todo hijo de vecino, a sus obligaciones con la Hacienda (que no lo olvidemos, somos todos). Si la transacción –oferta/demanda- cumple con esos parámetros, podremos pensar que el contrato, la ficha o lo que corresponda sea un disparate desde un punto de vista personal, pero su ejecución será intachable jurídicamente.  Aunque, a mí, me resulte obsceno.

El deporte de élite y el fútbol en particular se ha convertido, en los últimos años, en un escándalo económico.  El pasado año 2009, Caja Madrid , ahora Bankia, concedió un crédito al Real Madrid F.C.  de 76,5 millones de euros para financiar el fichaje de Cristiano Ronaldo.  Crédito del cual el club merengue sólo ha pagado los intereses. ¿Bankia?  ¿76,5 millones de euros para el fichaje de un futbolista?.

Pero hay más. Según datos del propio Gobierno español, los clubes de fútbol adeudan a la Agencia Tributaria (Hacienda española), más de 750 millones de euros. Encabeza la lista de morosos el Atlético de Madrid con 155 millones de euros y le sigue el Deportivo de la Coruña  con un débito a Hacienda cercano a los 100 millones (lleva sin presentar las cuentas en el registro mercantil desde 2006). Pero la deuda con la Hacienda Pública, por insoportable que resulta, no es sino una mínima parte del agujero económico que ha generado el fútbol español.  José María Gay de Liébana, un profesor de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Barcelona ha desvelado, sin que nadie lo haya negado, la capacidad de deuda (a corto y largo plazo) de los principales clubs de primera división.

 El ranking, para echarse a temblar, es el siguiente: 1. Real Madrid 590 M€; 2. F.C. Barcelona 578 M€; 3. Valencia C.F. 470 M€; 4. At. Madrid 456 M€; 5. Villarreal C.F. 240 M€; 6. R.C.D. Espanyol 174 M€ ; 7. Sevilla F.C. 112 M€; 8. Real Zaragoza 112 M€; 9. Real Betis 85 M€; 10. R.C.D. Mallorca 83 M€; 11. C.A. Osasuna 59 M€; 12. Athletic club 59 M€; 13. Rayo Vallecano 45 M€; 14. Málaga C.F. 38 M€…

Insólito. Impresentable. Y me quedo corto. No me extraña que el presidente de Bayern de Munich –un alemán, vamos- dijera al conocer la situación que “lo de España es el colmo. Les pagamos cientos de millones para que salgan de la mierda (aquí se ve que quien lo dice es alemán) y lo que hacen es eximirse de pagar la deuda”. Pues sí. Así se constituye la “mejor liga del mundo”. Una competición en quiebra a la que nadie se ha atrevido a meter mano. Ni Rajoy.

Ganar en un año lo que otros no podrán ni viviendo tres vidas puede ser una pretensión legítima. Pero, a mí, personalmente, me resulta indecente. Algunos me dirán, “el fútbol tiene esas cosas”. Sí. Cuando la cabeza solo se utiliza para golpear al pelotón… la inteligencia se atrofia.

¿Quién dijo crisis?.  La crisis sólo la padecen los lerdos que madrugan a diario para con su trabajo –el que afortunadamente lo tiene- sacar a su familia adelante y llegar a fin de mes. Hagámonos todos futbolistas y rompamos el maleficio de la depresión. Una locura ¿verdad?. Pues que alguien pare ya esta demencia balompédica.



1 comentario:

  1. Ese Club que pretende pagar 4,5 millones de euros libres de impuestos por año a un jugador, ha recibido 55 millones de Euros de Gobiernos vasco, otros 55 millones de Euros de la Diputación de Bizkaia y otros 55 millones de Euros de la BBK para construirse un campo nuevo 166 millones de Euros en total, una obscenidad que parece a nadie le importa.

    Además un regimen fiscal especial que permite que la tributación en impuestos de esos jugadores sea menor de lo que les correspondería por sus ganancias.

    Saludos

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