En 2009, el Gobierno Vasco estaba saneado, con una deuda de 600 millones de euros.
Hoy la deuda es de 7.154 millones de euros. Se ha multiplicado por 10.
El Gobierno Vasco se ha gastado 6.500 millones más de lo que ha ingresado.
La deuda hipoteca nuestro futuro: en 2014 se tendrá que pagar 800 millones en intereses y amortizaciones.
El objetivo inmediato y urgente del nuevo gobierno debe ser taponar la hemorragia de la deuda.
Se hace indispensable gestionar con rigor y austeridad los recursos públicos, como los gestiona una familia. Sólo desde la fortaleza financiera y presupuestaria de las Administraciones públicas será posible la recuperación económica.
INICIATIVAS
1.- Rigor y Equilibrio Presupuestario.
Ante la incertidumbre y la opacidad del Gobierno de Patxi López, se hace necesario analizar las cuentas reales del ejecutivo. Una auditoría independiente (el Tribunal de Cuentas aún no ha comenzado la fiscalización del año 2010) y objetiva se encargará de sacar la fotografía real de las cuentas del Gobierno vasco. Conocer la realidad es el primer paso para taponar el déficit.
Hay que garantizar el equilibrio presupuestario cuanto antes. El año 2013 va a ser un año duro, de ajustes necesarios. Quien diga lo contrario miente.
Los gastos menos prioritarios deben ajustarse. Lo que no sea urgente podrá esperar. Lo importante es marcar las líneas rojas de gestión; sostenimiento de las pensiones, educación, sanidad y servicios sociales.
2.- Austeridad en el gasto corriente.
Deberá reducirse el gasto corriente en la administración vasca (excepto los servicios concertados en sanidas y educación). Adelgazamiento de la estructura interna. Reducción de asesores. Rebajas en gastos de estudios y publicidad, consumibles, coches oficiales, elementos de administración. Mejora de la coordinación interinstitucional para evitar duplicidades. Se eliminaran los gastos superfluos y no se gastara un solo euro que no sea estrictamente necesario
Es necesario hacer un esfuerzo como País, un esfuerzo que comienza por nosotros mismos. La administración debe ser el espejo en el que la ciudadanía se vea reflejada.
3.- Prioridad en el gasto social y en el empleo.
La prioridad del nuevo gobierno serán las personas. La sanidad, la educación, los servicios sociales y las pensiones son los pilares del estado de bienestar que hemos construido entre todos.
La reactivación económica para la creación de empleo centrará todos nuestros esfuerzos.
4.- Lucha contra el fraude y nueva política fiscal.
En coordinación con las Diputaciones Forales, se reforzarán los planes de lucha contra el fraude. Ningún contrato sin alquiler. Ni trabajo sin factura. Ni factura sin IVA.
Proponemos además una reforma del sistema tributario orientada a la reactivación económica y la creación de empleo.
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