viernes, 12 de abril de 2013

NOS QUEDA UNA SEMANA. “CARPE DIEM”

Detrás, o delante de una pancarta se pueden decir muchas cosas. Sensatas o no. Pero cuando uno despliega una pancarta en la calle saliendo de un hemiciclo parlamentario, algo poco edificante ocurre.


Resulta poco serio que un representante de la voluntad popular abandone voluntariamente su escaño y su condición legislativa para convertirse, segundos después, en agitador popular a ras de asfalto.

Eso es lo que exactamente hicieron los representantes de EH Bildu los pasados días cuando, para explicar su posición respecto a los presupuestos presentados por el Gobierno vasco, abandonaron el Parlamento para posar –pancarta incluida- fuera de la Cámara representativa.

Es como si necesitaran expresar su personalidad bipolar tan arraigada en el pasado de conjugar “lucha institucional” y “lucha de masas”. Parlamentarios de mañana, manifestantes de mediodía. Mediopensionistas del barullo.

Por eso, las contradicciones de lo que se dice en un lado y en otro, no sorprenden a nadie.

En la calle, con megafonía portátil, Laura Mintegi aseguraba que los presupuestos de Urkullu los había elaborado Rajoy. O dicho más afinadamente, que las cuentas públicas presentadas en Gasteiz demostraban la “actitud sumisa" del Gobierno Vasco con respecto a las políticas económicas "impuestas" desde Europa por el límite fijado de deuda pública, y desde Madrid por el Cupo”. Así se recoge la cita en los medios de comunicación, aunque, seguramente Mintegi, considerará que sus palabras, una vez más, se han tergiversado.

Reconvertidos en “asamblea de majaras” que diría Kortatu, la oficialidad de EH Bildu azuzó extra muros al ejecutivo autonómico.
Sumisos ante Europa y ante Madrid. Peleles autonomistas. Rajoy eta Merkelen morroiak.

Pero la representación bufa pancartera tiene su propio antídoto. La misma Bildu, la misma organización de Mintegi y compañía, aprobaba paralelamente en Gipuzkoa y trasladaba dicha iniciativa a las juntas de Bizkaia y Araba, una normativa foral relativa a la tutela financiera en materia de estabilidad presupuestaria de las entidades locales que en su artículo 2 dice textualmente: “La elaboración, aprobación y ejecución de los presupuestos se realizará en un marco de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera, coherente con la normativa europea, y conforme con lo establecido por la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, y por la presente Norma Foral”.

Lo han presentado y aprobado ellos mismos. “Coherente con la normativa europea” y “conforme con la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril”. Garitano y Helena Franco deben ser igualmente “sumisos” ante Europa y Madrid.

Cuanta desfachatez. Cuanta impostura. Qué falta de madurez y de vergüenza política. Caretas fuera que ya pasó el carnaval.

El Partido Popular también ha elegido quedarse a la intemperie. Fuera de la Ponencia de Paz y Convivencia constituida finalmente en el Parlamento Vasco. Los argumentos esgrimidos para excluirse momentáneamente del foro legislativo hacen referencia a las “intolerables” declaraciones de los dirigentes de la Izquierda Abertzale tras la muerte de “Thierry”. No les faltan razones para sentirse abochornados por algunas expresiones escuchadas. Pero lo que es curioso es que sean incapaces de decir directamente y sin interferencias a los representantes de Bildu lo que les dicen a través de los medios de comunicación. Será mejor interpelar a la cara, entre las cuatro paredes del Parlamento, que no vociferar desde el exterior. ¿O es que lo que se pretende, con tanta escenificación, poco tiene que ver con la paz y la convivencia?.

El Partido Popular había dado su palabra de que, pese a las escenificaciones –ellos también tienen una pancarta y un público- sus parlamentarios tomarían asiento en la ponencia. Habían pedido a los demás que se estableciera un suelo ético sobre el que construir la base de los nuevos acuerdos. Y, por el afán de consenso, las reclamaciones fueron compartidas. Pese a todo, a la palabra de Basagoiti o de la propia Arantza Quiroga, los populares se quedaron fuera.

Paz y convivencia son dos magníficos conceptos sobre los que nadie debiera establecer contraprestaciones. No participar ahora en la ponencia obligará al PP a dar un salto mortal cuando pretenda acceder con posterioridad a la comisión. Una voltereta de difícil explicación. ¿Qué cambió de ayer a hoy?. Simplemente, cambió el PP.

Hoy, el Partido Popular está perdido en búsqueda de una salida a su crisis sucesoria. ¿Ganará la involución? O , por fin, ¿se abrirá paso la tan deseada modernización hacia el centro que pregonaba Basagoiti?. El resultado es un enigma. De momento, el PP vasco se ha perdido. Confiemos en que más pronto que tarde recobre el rumbo.

El que no necesita ni brújula ni GPS es Patxi López. El pasado martes impartió una conferencia en Bilbao en la que sus ámbitos habían augurado que anunciaría, con nítida claridad, una propuesta de colaboración u oposición al PNV gobernante. Pero la expectación terminó en agua de borrajas. Las ideas y preocupaciones planteadas en el Forum demostraron que López está o piensa más en Madrid que en Euskadi. A López le quita el sueño Rubalcaba y mientras eso sea así, el Partido Socialista de Euskadi seguirá sin centrarse en perfilar cual quiere que sea su rol en el actual marco político vasco.

Que el ex lehendakari vive y respira por la política estatal no es un secreto escondido. Hoy, sábado 13, sin ir más lejos, Patxi López interviene en Badajoz en los prolegómenos de la Conferencia Política de PSOE. El tema central del evento; la Fiscalidad, y la alocución de Patxi López llevará por título “Gasto mas eficiente y finanzas públicas saneadas para impulsar el crecimiento económico y la cohesión social”. Seguro que con la experiencia acumulada tras su paso por Ajuria Enea exhibe músculo y bagaje. Ya, ya.

De lo que igual nos enteramos en Badajoz es de cual es el proyecto del PSE en materia fiscal. Digo esto porque junto al ex lehendakari asiste a la conferencia en la capital pacense una delegación formada por Txarli Prieto, Javier Lasarte, Cristina González, Iñaki Egaña y Rafaela Romero. Todos, menos el primero que sustituye a Iñaki Arriola, conforman la comisión que ha negociado hasta ahora con el PNV la reforma del marco tributario en Euskadi. Ellos –y ellas- tienen pormenorizadas las propuestas de modificación fiscal que el PNV ha puesto encima de la mesa estas semanas atrás. Propuestas que ni tan siquiera han sido contestadas. A lo mejor en Badajoz nos aclaramos de lo que quieren para Euskadi. O, a lo peor, seguimos “in albis”.


Por desgracia, la política vasca sigue estando condicionada exclusivamente por la cosmética, por la estrategia de comunicación. Unos, con la pancarta a cuestas. Otros brujuleando. Y estos últimos, más pendientes de las primarias que de lo primario.

La pregunta que nos hacemos todos es ; ¿será posible un acuerdo en Euskadi?. El tiempo de la escenificación se agota. Dicen que querer es poder. Veremos si ese dicho es verdad y si quien alardea estar por el acuerdo lo demuestra. El tiempo de la comedia está a punto de expirar. Nos queda una semana. Carpe diem



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