DIÁLOGO DE BESUGOS

Después del ridículo jurídico que algunos han protagonizado con las denuncias archivadas por los supuestos “homenajes” a los presos excarcelados y por las peticiones de prohibición de actos por supuesto “enaltecimiento del terrorismo”, extremo negado por autos judiciales, el Delegado del Gobierno español, Carlos Urquijo no se apea del burro y vuelve a solicitar la prohibición de la marcha convocada para este sábado en Bilbao por la iniciativa “Tantaz tanta” y cuyos objetivos, según consta en su página web son “el fin de la dispersión, así como la libertad de los presos enfermos y los que han cumplido toda su condena”.

Más polémica, más demagogia, más controversia estéril.

Que la foto de los ex presos no gusta, que resulta poco edificante, que puede ser considerada como aborrecible... De acuerdo. Que no se comparten las reivindicaciones ni las ideas de quienes, en el ejercicio de su libre opinión y manifestación van a salir el sábado a las calles de Bilbao...Pues vale. Yo tampoco iré. Pero mientras no se lesionen derechos básicos por parte de los promotores o de los manifestantes, éstos están en su legítima y legal pretensión de hacer oír su voz. Como si patalean.

Mientras no se vulnere la legalidad, que hagan y digan lo que estimen. Eso es la democracia. No la prohibición preventiva, ni la ilegalización de conductas por desafección.

La normalización política que deseamos obliga a todos a olvidar las excepcionalidades. A ajustar las decisiones a la democracia y al ordenamiento jurídico por ella amparado.

Alimentar permanentemente la crispación nos devuelve al embrutecimiento y a la confrontación. Un tiempo cuya página queremos pasar cuanto antes. Aunque los extremos lo dificulten retroalimentándose.

De igual manera, resulta estrambótico solicitar que los medios de comunicación públicos cubran en directo el transcurso de una manifestación de parte. Es como cuando otros reclamaban la emisión íntegra y diferenciada del mensaje del Jefe del Estado. Democracia informativa orgánica. Curiosa forma de alimentar la “libertad de información”. Sobre todo por quienes reproducen tenazmente “ruedas de prensa” sin posibilidad de preguntas.

Unos no quieren declaraciones, y otros no admiten preguntas. Diálogo de besugos.