jueves, 18 de septiembre de 2014

MANIFIESTO: REFERÉNDUM DE ESCOCIA

Ante la celebración, el próximo día 18 de septiembre, del referéndum en relación a la independencia de Escocia, Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Nieuw-Vlaamse Alliantie (N-Va) y Eusko Alderdi Jeltzalea-Partido Nacionalista Vasco (EAJ-PNV) expresan las siguientes consideraciones:

Primera.- Saludamos a la Nación Escocesa y felicitamos a sus ciudadanos que, en virtud del derecho que les asiste como Pueblo, determinarán libre y democráticamente, mediante dicho referéndum, el futuro de Escocia.

Segunda.- Entendemos que la eficiente administración del gobierno escocés durante los tres últimos lustros -en 1999 se constituyó el primer Ejecutivo escocés de la época moderna- ha ayudado a la consolidación de su autogobierno, a su positiva valoración por sus ciudadanos y al fortalecimiento de la identidad del Pueblo escocés, factores que han contribuido al ejercicio de su derecho de decisión sobre su futuro. 

Tercera.- Reconocemos el sentido y la sensibilidad democráticos de los partidos británicos denominados unionistas -conservadores, laboristas y liberal-demócratas- que, tras la victoria por mayoría absoluta del Scottish National Party (SNP) el 5 de Mayo de 2011, han aceptado con naturalidad que el futuro de Escocia se construya conforme a la voluntad de la ciudadanía escocesa. En ese sentido, acogemos y valoramos positivamente el intenso diálogo mantenido entre Londres y Edimburgo para dar cauce a las aspiraciones políticas del Pueblo Escocés, que culminó en el Acuerdo de Edimburgo suscrito el 15 de Octubre de 2012 por el Primer Ministro del Reino Unido, David Cameron, y el Ministro Principal de Escocia, Alex Salmond, en virtud del cual se pactó la celebración del referéndum y sus términos. Gran Bretaña, su gobierno y la ciudadanía británica han dado un glorioso ejemplo de respeto y de civilidad.

Cuarta.- Creemos edificante que, en los actuales tiempos de desafección política, la campaña del referéndum, con sus dos agentes más importantes, “Yes Scotland” y “Better Together”, ejerciendo una divulgación extensa de sus propuestas, así como los debates públicos, hayan situado al ciudadano en el núcleo del protagonismo político, reconciliando a la sociedad con la política.

Quinta.- Consideramos un notable avance civilizatorio que la construcción de un nuevo Estado se forje en la voluntad popular libremente expresada por sus ciudadanos, como establece el artículo 1.1 de la Convención Internacional de Derechos Civiles y Políticos, al expresar que “todos los pueblos tienen derecho a la libre determinación. En virtud de este derecho libremente determinan su estatus político y persiguen libremente su desarrollo económico, social y cultural”.

En este sentido, entendemos que el modelo escocés resulta un admirable ejemplo que prioriza la expresión de la voluntad popular y del derecho de decisión de los pueblos sobre el principio de integridad territorial de los Estados en el que se resguarda, antidemocráticamente, el atavismo político de los defensores de las históricas estructuras estatales que, recordemos, se han edificado, en muchos casos, bajo los pilares de los conflictos bélicos y la erradicación de las minorías nacionales.

El caso escocés nos reafirma en el convencimiento de que la solución a los problemas de gobernanza en el interior de los Estados y de la propia Unión Europea debe venir de la mano del respeto, del diálogo, de la negociación y del acuerdo, así como de la aplicación de un sentido práctico y del alejamiento de dogmatismos que evite resultados y situaciones absurdas y cuestionables.


Sexta.- Declaramos que nuestros partidos, siendo partidos de otras naciones europeas, no deben implicarse ni interferir en el debate ni en la decisión del pueblo escocés. El Pueblo Escocés decidirá con libertad sobre la pregunta planteada.

Sin embargo, debemos expresar nuestra solidaridad con el Scottish National Party, confirmando que su propuesta de que una Escocia independiente se constituya en sujeto político estatal de la Unión Europea debe ser atendida por las Instituciones de la Unión y por sus Estados miembros, en tanto que resulta conforme al espíritu que anima la construcción europea y a los valores establecidos en el artículo 2 del Tratado de la Unión (respeto a la dignidad humana, la libertad y la democracia).

Séptima- Declaramos que Escocia es la gran triunfadora del proceso: el referéndum -un gran ejercicio democrático- posibilita que sus ciudadanos decidan su propio destino. Y afirmamos que, sea cual sea el resultado del referéndum -continuidad de Escocia en el Reino Unido o Estado escocés independiente-, el futuro de la nación escocesa se definirá mediante el ejercicio del derecho de decisión del pueblo escocés. El modelo escocés es un referente de libertad para Europa y sus pueblos.

En Edimburgo a 17de septiembre de 2014


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