sábado, 25 de marzo de 2017

SEGUIMOS LA MARCHA


Han pasado cuarenta años desde entonces. Algunos éramos jóvenes. Ni tan siquiera habíamos  cumplido los dieciséis, la edad mínima para la afiliación. Pese a ello, la sensación de recuerdos que aquel estallido democrático produjo se mantiene fresca. 
Contenidas por la fuerza durante la larga noche del franquismo, las ansias de libertad, de revertir la situación del país generó una inusitada actividad. Como la presión de un champán encerrado en una botella agitada, la expresión política reventó y lo inundó todo.
 
Echando un vistazo a las publicaciones de la época reconozco a nuestros mayores. Mitos vivientes que allí estaban, en Iruña, para dejar constancia que no habían sucumbido a la guerra y a los ulteriores años de postración y tiranía. Al contrario, aquella gente, curtida en la adversidad, dejó en evidencia que su ideal, su voluntad, había derrotado al dictador y al régimen. Y, que partir de ese momento comenzaba para ellos, y para el conjunto de la sociedad vasca, un nuevo tiempo. Con fortaleza y unidad –Batasuna eta Indarra-.
 

Hay palabras, mensajes, que se quedan grabados con tinta indeleble.
"Gure alderdia jaio zan euskal estatu bat sortzeko.(Eta hortan gaude)
Ez dugu ahaztu behar zein geran, nondik gatozen eta nora goazen. Ideiak garbiak egon behar dira. Hau da gure bidea, izateko arrazoia eta hori gorde behar dugu.
Euskal estatu bat, askea, bere buruaren jabe eta bere jendea gogoan hartuta, besterik ez."
 
Necesitados de actividad, de romper con el pasado y construir una nueva Euskadi, los jóvenes partíamos con la agitada pretensión de quien tiene prisa, de quien siente la irrefrenable tentación de correr para separarse del pasado.  Fue entonces, sobreexcitados por el momento histórico, cuando recibimos una lección que hemos sabido atesorar y que guardamos, como oro en paño, en nuestro activismo político.
 
Era Xabier Arzalluz quien ponía voz y carisma a aquella enseñanza. Para subir al monte y alcanzar la cima el mejor camino es rodear la montaña. Ascender en línea recta puede dejarnos al borde del camino porque la dificultad es mucha y es preciso dosificar las fuerzas. En ese empeño estamos,  dando vueltas y más vueltas pero siempre subiendo.
 

Ramón Basaldúa, Sabin Zubiri, Julio Jauregi, Luis Mari Retolaza, Manu Robles Arangiz
En esa travesía hemos encontrado a muchos que se han quedado en el camino.  Eran los que nos decían hace años que a la punta del monte se iba por la vía directa.  Y cuando nos veían zigzaguear nos llamaban traidores. El tiempo pone a cada uno en su sitio. Ellos se quedaron abajo, reventados por las prisas y por no actuar con inteligencia. Otros seguimos en la brecha, sin desmayo. Teniendo claro qué somos, de donde venimos y hacia dónde vamos.  Somos nacionalistas vascos. Queremos un Estado vasco. Libre. Dueño de su propio destino e impulsado por la voluntad de la gente.
 
Esta es una declaración de principios. Un precepto doctrinal que ha pasado de generación en generación. Fueron ellos, los pioneros de este Partido en la democracia, los que resurgieron hace cuarenta años en Iruña, tomando el relevo de generaciones anteriores,  quienes nos transmitieron tales enseñanzas.  Fueron ellos los que nos indicaron que el Partido Nacionalista Vasco continuaba la andadura hacia lo más alto de la montaña.
 
Pello Irujo, Román Sodupe, Xabier Agirre, Eli Galdos
En aquella  primera asamblea nacional, el PNV decidió cuales eran sus objetivos temporales. Recuerdo el grito de “libertad, amnistía, estatuto de autonomía”.  Desoyendo los cantos de sirena  de quienes hablaban  de la ruptura, del todo o nada. De utilizar la fuerza, la violencia  en una estrategia destructiva cuyas consecuencias  desgraciadas ha pagado este Pueblo hasta hace bien poquito tiempo.
 
Esta generación, aquellas mujeres y hombres que reorganizaron el Partido Nacionalista Vasco acertaron plenamente. Suyo fue el mérito de trazar la ruta correcta. De encabezar una acción política de regeneración nacional, de progreso y justicia social, de fortalecimiento cultural.
 
Miremos por donde miremos, la Euskadi de hoy está construida con aquellos basamentos. Construcción nacional del día a día. Pensando en las personas, en su bienestar, en su progreso y en sus oportunidades.
 
Xabier Amatria, Josu Bergara, Jose Mari Gerenabarrena, Jesús Esnal
El Partido Nacionalista Vasco de hoy se reconoce en esa labor que ellos y ellas protagonizaron.  Edificar unas instituciones, recuperar la lengua,  reverdecer la industria tras las sucesivas crisis. Sembrar para recoger. Modernizar las infraestructuras, los equipamientos. Universalizar la sanidad, la educación, los servicios públicos que dignificaran  la vida de una ciudadanía vasca cuya conciencia nacional fue creciendo hasta hacerse mayoritaria entre nosotros. Subir al monte cada día. Sin desmayo. Con inteligencia.  Haciendo un país para todos. Un país incluyente. Plural. Democrático. Lleno de dinamismo y abierto al mundo.
Pocas veces nos damos cuenta de lo mucho que hemos avanzado en el desarrollo del proyecto nacional de Euskadi. El día a día nos hace perder perspectiva y en ocasiones cunde el desasosiego cuando intuimos que caminamos demasiado lento. Las adversidades nos hacen creer que estamos parados. Pero no es así.
 
La violencia con intencionalidad política  ha cesado. Hace casi seis años que no hay una amenaza latente continuada de terror. Nos hemos acostumbrado rápidamente a esta bendita “normalidad”. Quizá sin percibir el enorme bien que con ello hemos ganado.  Es cierto que aún quedan ámbitos de certificación que nos permitan afirmar que la pesadilla, definitivamente ha sucumbido. Máxime, cuando durante tantos años, nos ha sometido a un atroz sufrimiento.
 
Pero ya no hay interferencias para el ejercicio pleno de la democracia. Del contraste, diálogo y acuerdo entre diferentes para alcanzar un nuevo punto de encuentro jurídico-político, un nuevo estatus, que, sin colmar todas nuestras aspiraciones  nacionales nos permita  dar un paso más allá en el crecimiento de nuestra capacidad de autogobierno.
 
También las tres realidades existentes en nuestro pueblo, actuantes en dos estados diferentes, han abierto una ventana de oportunidad para modular un futuro colaborativo. Dependerá de la libre decisión de la ciudadanía en cada ámbito.
Disponemos de un armazón institucional con bases propias de soberanía – con especial relevancia en el ámbito económico- que nos va a permitir, cada día, que seamos nosotros, por propia determinación, quienes definamos cómo estructurar y cómo dotar al conjunto de la sociedad de los servicios, de los programas y de las medidas que rijan nuestras vidas.
 
Del éxito o no de las políticas públicas aplicadas, de la mejora  y modernización  de nuestro espacio autogobernado dependerá la consolidación y el incremento de la conciencia nacional, de la sintonía de los vascos y vascas con un proyecto nacional de futuro.
 
Nuestro empeño de hoy debe fijarse el objetivo de consolidar un país moderno, justo, equilibrado, con empleo  en el que los vascos de hoy y mañana se sientan identificados. Un proyecto propio en el que deseen compartir sus experiencias vitales y familiares. Un país que sientan suyo y en el que se creen protagonistas. Un país en el que su voluntad sea la argamasa que lo haga sólido e indestructible..
 
Cuarenta años después y gracias a aquellos visionarios que comprometieron su suerte  y su propio bienestar con el provenir de este pueblo, seguimos adelante.  Continuamos la ascensión al monte. Sin prisa  pero sin pausa. Con paso firme. Alejados de la tentación de encontrar atajos. Sin aventuras ni riesgos provoquen desarraigos en nuestra sociedad.  Con realismo y responsabilidad.
 
Sabemos quienes somos. De dónde venimos y hacia dónde vamos. Somos nacionalistas vascos y nuestra meta es una Euskadi libre al servicio de las mujeres y hombres de este país. Seguimos la marcha. 

2 comentarios:

  1. Muy claro y esclarecedor, soy hijo de vasco viviendo fuera de Euzkadi hace ya 55 años, ( entre Argentina y Brasil) mi padre Kepa Perea Isunza Ibañez de Aldecoa me afiliò al PNV siendo muy joven. Pretendo volver con mis 2 hijos a nuestra Tierra -Aulesti- algùn dìa, Dios està en el comando. Como tu dices: "Ez dago prezioan edo modu agonia gabe bakea ez da". Agur Amigo.

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  2. Saludos desde Ecuador, soy Juan Pablo Chiriboga (Txiriboga) descendiente de vascos de Cestona. Espero algún día regresar a la tierra que con tanto cariño mi abuelo siempre me hablo. Confio en un país Vasco libre, esperando ese momento.

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