sábado, 21 de enero de 2023

EN LAS ANTÍPODAS

En este mundo convulso y afortunadamente diverso, siempre se encuentran casos  que dan la nota y contraponen su ejemplo a la zafiedad y las malas costumbres  a las que el comportamiento humano de determinadas clases dirigentes nos tiene acostumbrado.

 

Esta semana, sin ir más lejos, hemos encontrado  una actitud  singular que nos reconcilia con la bondad de la acción política  y con el compromiso del servicio público. Lo ha protagonizado una mujer, Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda   que ,en su momento,  fue  la dirigente más joven del mundo en comandar un gobierno (fue elegida presidenta del país oceánico con 37 años ).

 

La flamante dirigente laborista que revalidó su mandato en 2020 con una aplastante mayoría absoluta, anunció el pasado jueves su renuncia del cargo. Su comunicada salida del gobierno  no obedecía ni a problemas de gestión ni a casos de corrupción conocidos ni a polémicas o enfrentamientos que hubiese  forzado su dimisión. Ardern  justificó su decisión por “no tener suficiente energía para seguir con el trabajo. No lo dejo porque sea duro, lo dejo porque este trabajo conlleva una gran responsabilidad y no tengo suficiente energía para hacerle justicia”. “Liderar un país –señaló la dirigente neozelandesa- es el mayor privilegio que nadie puede tener, pero también uno de los trabajos más exigentes que obliga a tener el depósito lleno y algo más en la reserva para afrontar los retos inesperados”.

 

Jacinda Ardern en su comparecencia de despedida, en un gesto de humanidad  extraño en una dirigente mundial, adelantó  que, a partir de ahora aprovechará para pasar más tiempo con su familia mientras  “encontraré nuevas formas de continuar ayudando a Nueva Zelanda”.

Durante su mandato, el país de los Maoríes se enfrentó a numerosas dificultades. Desde la pandemia de la COVID (Nueva Zelanda hizo frente a la enfermedad con un de los cierres de fronteras más estrictos del planeta), a la erupción del volcán White Island, pasando por el atentado en dos mezquitas  en Christchurch en 2019 que dejó un total de 51 víctimas mortales. La gestión y reacción del ejecutivo presidido por  Jacinda Ardern tras ese acto terrorista fue especialmente aplaudida prohibiendo las armas semiautomáticas  utilizadas en el ataque y, posteriormente, reformando las leyes de posesión de armas.

 

Ardern  dejará su puesto a los 42 años en la segunda semana  de febrero .Su legado, según  sus propias palabras  es “que un mandatario  puede ser amable y fuerte a la vez, sabiendo en todo caso cuando es el momento que debe marcharse”.  Saber estar y no estar. Ser el primero entre los pares, humildad en la grandeza  y no olvidarse  jamás  para qué  se ocupó la primera fila de la estructura social.

 

Actitudes como la representada por la dirigente neozelandesa  restablece  la fe en la política y nos demuestra que la cortesía, la humanidad  y la sencillez  también se dan en los compromisos públicos.

 

En las antípodas geográficas y de comportamiento encontramos “el pan nuestro de cada día”. Insultos, falsedades, crispación e intolerancia. La política entendida como un lodazal , como un escenario en el que reducir las ideas a  un titular , a una ocurrencia,  que golpee al adversario  y que trate de desacreditarlo, olvidándose del bien común o del servicio a la ciudadanía.

 

Si hiciéramos caso a  la definición  de Forrest Gump, “tonto es el que hace tonterías”. Por lo tanto  no nos equivocaríamos demasiado si catalogáramos como “tonto” a quien se obstina en divulgar  imbecilidades, falsas imputaciones o desatinos  en las redes sociales.  Y, ahí, Toni Cantó, el ex de “Vecinos por Torrelodones”, ex UPyD, ex Cs y PP, no tiene rival. El actor, convertido ahora en comentarista y showman de un canal televisivo de la extrema derecha, pasea su ignorancia en mensajes virales  que en lugar de estupor generan risa. Uno de sus últimos comentarios  ha puesto de manifiesto la condición esférica de su estulticia.  “UGT –cantaba Cantó en Twitter- apoya la marcha proetarra de Bilbao. Lo normal; el sindicato de trabajadores apoyando al sindicato del crimen. Su líder, Unai Sordo, declara que le invitaron a unos cócteles pero no sabía que eran molotov”.

 

Para mear y no echar gota. Unai Sordo, que es secretario general de Comisiones Obreras y no de UGT como afirma el lerdo de Cantó, ha contestado la ocurrencia con gracia; “No eres más tonto porque no te entrenas”.  Dúdolo  mucho. Cantó viene entrenado de casa. Aprendió  a ser “francotirador” de la verdad  de una maestra  especializada en la insolencia. Insolente hasta para los propios; Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos, marquesa de Casa Fuerte.

 

Cayetana desde que dejó al PP de Casado por melifluo  está encantada  en el regazo de FAES . Además, ahora está de enhorabuena. Una jueza de Zamora ha desestimado la demanda que contra ella había interpuesto el padre de Pablo Iglesias a quien la ex portavoz del PP en el Congreso de los diputados  calificó de “terrorista” en alusión a su militancia pasada en el FRAP. Sorprendente sí, pero cada vez más habitual en la irrespirable atmósfera  de justicia politizada.

 

Cayetana, la maestra del tuit faltón,  ha celebrado “especialmente” su respaldo judicial  “por llamar a las cosas por su nombre. Incluso terrorista  al militante de una organización terrorista”.  Y es que en la anómala  situación en la que vivimos,  resulta insólito aunque ya no sorprende, que una magistrada  considera que  calificar a alguien de terrorista por su activismo político tiene “un indudable interés general al referirse al pasado histórico y político de nuestro país, y una indudable base fáctica en los términos referidos, no utilizándose por la demandada expresiones injustificadas o no necesarias para transmitir la finalidad crítica, aun cuando ésta pudiere molestar, inquietar o disgustar a aquel contra quien se dirige".

 

Es decir que, según el caso, hay barra libre para decir lo que se quiera  sin reproche judicial que lo penalice.

Algo de eso  debe pensar el presidente alavés del Partido Popular, Iñaki Oyarzabal. Especialista  en alimentar “fake news” y de ser  desmedido en sus hipérboles, Oyarzabal  acusó al PNV “de tener cara de cemento armado” al criticar la intención del gobierno español de ubicar en Vitoria-Gasteiz un macrocentro  destinado al acogimiento de  personas refugiadas. “Ese macrocentro para 350  refugiados que quiere instalar el  Gobierno Sánchez en Vitoria estaba previsto en sus presupuestos y el PNV votó a favor. Dos opciones: o no se enteran o nos toman por idiotas”.

 

La “inventiva” del dirigente popular era inmediatamente contestada por Aitor Esteban  que le preguntaba “¿Dónde está exactamente esa partida en los presupuestos generales del Estado 2023?” “¡Vaya con la moderación del PP! En fin, tu línea habitual: falta de rigor y fake news”.

No es verdad que tomemos a Iñaki Oyarzabal por idiota, pero su capacidad  de crear embustes le hace acreedor de ser un magnífico discípulo de su amigo  y compañero Javier Maroto, a quien su pertinaz afán por desvirtuar la realidad  le llevó a la más absoluta soledad  política  siendo desalojado de la alcaldía gasteiztarra al conseguir la proeza de  aglutinar a toda la oposición contra su candidatura.

 

El último protagonista en apuntarse  a esta moda de hacer política a garrotazos es el secretario de los socialistas vascos, Eneko Andueza. Desde que tomara posesión en sustitución de Idoia Mendia, el político de Eibar le ha ido cogiendo  el regusto a eso de ser “alter ego” al PNV, su socio de gobierno en las instituciones vascas. Andueza  cree haber encontrado la llave para desgastar  la fortaleza de los jeltzales  incomodándoles con  titulares más o menos creativos  en la crítica o en el desmarque. Sin embargo, su pretensión  de mantener  tirante la cuerda  con el PNV parece haber sobrepasado  el límite  de la elasticidad al calificar de “xenófobo” el discurso de los dirigentes nacionalistas en relación a la pretensión del gobierno de Sánchez por abrir un macrocentro que albergue varios centenares de refugiados  en Vitoria- Gasteiz.

 

Andueza se ha pasado de frenada, porque las críticas a la idoneidad  del proyecto  que defiende el ministro Escrivá, no solo las ha mantenido el PNV sino que las ha compartido el resto de partidos del arco parlamentario y  las principales ongs y profesionales del “tercer sector” que trabajan y apoyan en el mundo del asilo con personas refugiadas. Y es que el modelo vasco de asistencia individualizada  a las personas refugiadas es, a juicio de todos los especialistas en la materia, la mejor manera de contribuir a la protección de los derechos  de las personas que más lo necesitan.

 

 

1 comentario:

  1. El ultimo parrafo dedicado a Andueza lo podrias haber resumido en una frase: con la que contesto Unai Sordo a Toni Canto. Hubiera sido un buen y ajustado resumen.
    Xabier Intza.

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