Jon Juaristi no es un provocador. Es, simplemente, la víctima de “una cacería de brujas”, un espíritu libre que se defiende del “linchamiento mediático” al que está sometido.
Sus declaraciones, en algunos casos “abruptas”, sólo son una “respuesta” “satírica”, y el euskera es de todos los ciudadanos vascos" y, por tanto, "todas las visiones tienen algo que aportar al Consejo Asesor del Euskera”.
No lo digo yo. Lo manifestó con solemnidad parlamentaria ayer la Consejera de Cultura del Gobierno López, Blanca Urgell.
Hasta la representación socialista se distanció de las palabras de Juaristi publicadas en “ABC” al afirmar que “no es tolerable que se ofenda a la lengua vasca”. Pero Urgell no. Al parecer, a la Consejera de Cultura le gusta que le “chinchen” y en un gesto más de soberbia, vitola que parece ser distintivo de los dos primeros años del Gobierno del “cambio”, subrayó la importancia de que "intelectuales que han ido poco a poco abandonando nuestro país, huyendo de la intolerancia y de la violencia, aunque no sea físicamente, sí anímicamente vuelvan a sentirse cómodos en nuestro país" porque constituye "un rasgo de normalidad".
Toma del frasco, Carrasco.
Decir que “al eusquera (sic), que en Alcobendas no sirve ni para preguntar la hora, nunca le he sacado un céntimo” (eso afirmaba el autor del “Bucle melancólico”) puede ser una gracia. Afirmar que el futuro de esta lengua “me resulta indiferente” le inhabilita como representante de un ente cuya vocación es su impulso y conservación (Consejo Asesor del Euskera).
Todo el mundo así lo entiende. El representante de Aralar lo expresó claramente ; ¿nombraría a un misógino representante de Emakunde?. A lo mejor Urgell sí .
Cada vez entiendo menos a la intelectualidad gobernante. Será porque soy un ignorante
Chincha, rechincha que tengo una piña, con mucchos piñones . Y tú no los comes
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