Prosigo con las propuestas que el PNV presenta en su programa de cara a los comicios autonómicos del próximo día 21. Hoy dedicaré este espacio a las políticas de seguridad ciudadana y al nuevo papel que se le pretende asignar a la Ertzaintza.
En Euskadi vivimos un nuevo tiempo histórico. Disfrutamos de un escenario sin la violencia terrorista de ETA. Esta situación abre nuevas oportunidades para renovar el compromiso de la Ertzaintza con la sociedad vasca.
Ha llegado el momento de dar un nuevo paso para avanzar en un modelo policial plenamente integrado en la sociedad. Una policía preventiva más que reactiva. Una policía transparente, cercana, que esté en condiciones de usar los idiomas oficiales de Euskadi.
Una Ertzaintza con un nuevo modelo de gestión, innovador y participativo, que le permita primer el objetivo de la seguridad preventiva.
INICIATIVAS
1.- La Ertzaintza: Policía integral.
Adecuación y repliegue de las Fuerzas de Seguridad del Estado en Euskadi.
Integración plena de la Ertzaintza en el Espacio de Seguridad Europeo.
Presencia de la Ertzaintza en los Foros de seguridad internacionales.
2.- Mayor compromiso y cercanía con la sociedad vasca
Reordenar las “ertzainetxeas” como oficinas de servicio y asistencia de seguridad a la ciudadanía.
Reforzar los dispositivos de prevención a través de patrullas uniformadas, especialmente las que se realicen a pie, y un programa de optimización de las patrullas en medio rural y pequeños municipios.
Cercanía. Política de transparencia informativa. Exposición anual de los índices de delincuencia en su ámbito territorial y los objetivos marcados y resultados obtenidos.
3.- Reforzar la legitimidad democrática y la eficacia policial
Agilizar la resolución de casos en los que la intervención policial no se haya correspondido con los principios de proporcionalidad. Casos como el de Iñigo Cavacas no pueden quedar olvidados. Es preciso dar una respuesta ágil y justa.
Implantar instrumentos de “control externo” compuesto por profesionales independientes, que investiguen las actuaciones que generen una grave alarma social.
Escucha activa a la ciudadanía. Recogida de iniciativas para aumentar la seguridad ciudadana y de quejas sobre las actuaciones policiales.
Racionalizar la gestión de los recursos humanos, materiales y económicos.
Potenciar la policía científica y la unidad de investigación.
Programa especial de actuación contra los nuevos delitos y al crimen organizado.
Mayor colaboración con las policías locales y la Justicia para garantizar una mayor seguridad en las calles.
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