Después de unos días de borrasca, de intenso frío, de nieve, de precipitaciones, sale el sol. Siempre sale el sol. Y, aunque haga frío, la claridad, la luz, nos induce a ser optimistas pese a que las dificultades nos rodeen.
Para mí, también sale el sol. Ya señalé en otra entrada de este blog mi condición de fuera de combate. Pero poco a poco recobro la forma. El pasado martes asistí a una nueva cura quirúrgica de las secuelas provocadas por la infección padecida. La herida se recupera, lentamente, pero con margen positivo y , pese a que deba visitar periódicamente el quirófano para limpiar los tejidos dañados, ya me estoy viniendo arriba. Mi previsión es que , la próxima semana, retorne a mis quehaceres laborales y políticos. Gradualmente, pero vuelvo. Así lo espero.
Enhorabuena!!!
ResponderEliminarYa sabía yo que no hay quien pueda con usted y menos una bacteria de pacotilla. No sabía la incauta de ella donde se metía...
Así que... a por lo que queda de ella, burukide!!, ... se va a enterar... esa no vuelve!!