viernes, 28 de agosto de 2015

HACERSE HUECO



Alguien dirá que es un efecto más de la globalización y probablemente tendrá razón. Las denominadas “especies invasoras” colonizan nuestro entorno natural y su propagación amenazan con destruir buena parte de lo que hemos conocido como medio aborigen. Siempre ha ocurrido y sus efectos pueden llegar a ser devastadores. El mal llamado “descubrimiento de América” llevó al nuevo continente no sólo a los “conquistadores” sino que con ellos viajaron nuevas bacterias y virus que en forma de enfermedades diezmaron, y de qué manera, la población local. Y a la inversa.

Aquí, de un tiempo a esta parte, y sin entrar en el ámbito de la salud y en la mutación de dolencias que, de cuando en vez amenazan con pandemias preocupantes, nos hemos encontrado con hechos singulares que , a los ojos de la mayoría causan sorpresa cuando no curiosidad, pero que, en el fondo suponen todo un desafío para nuestras comunidades.

El carrizo de la pampa, esos plumeros vistosos que más de uno utilizó de manera ornamental en su jardín, se propagó por taludes y tierras abiertas como una verdadera plaga siendo las administraciones públicas las encargadas de gastar una millonada para mitigar los efectos destructores de la planta. Lo mismo ha ocurrido con el llamado “mejillón cebra” que poco a poco ha ido instalándose en charcas, ríos y embalses y que anega cualquier sistema de colectores  y regadíos hasta cegarlos totalmente- Caracoles manzana, cangrejos de distintas clases –de las marismas, señal…- peces de múltiples apellidos (luciopercas, carpasoles) , hasta siluros de aspecto aterrador han llegado hasta nosotros para quedarse y para propagar sus especies.

La última amenaza es la denominada “avispa asiática” que ha cobrado protagonismo los pasados días porque su presencia en un parque bilbaíno obligó a suspender un concierto en la “Aste Nagusia”.

Estos insectos, de tamaño descomunal en referencia a sus parientes propios, atacan a los enjambres de abejas y nuestros apicultores, que habían puesto el grito de alarma hace ya un tiempo, ven como la  suspensión de un acto lúdico ha conseguido lo que sus alertas no habían podido, llevar a la “avispa asesina” a las portadas de los medios de comunicación.

A veces, los humanos funcionamos así, desatendiendo lo importante y dando carta de naturaleza de lo aleatorio. Lo cierto es que desde que el mundo es mundo la evolución de las especies, la interacción de la naturaleza sobre ellas o el cambio de las condiciones de vida, ha obligado a este planeta a reinventarse una y otra vez. Desde antes de que lo dijera Darwin  hasta nuestros días, aunque  los creacionistas de nuevo cuño se obstinen en vivir de espaldas a la ciencia. También los seres humanos hemos mutado. Unos menos que otros ya que aún hoy puedan observarse casos claros de homínidos no evolucionados cuyo comportamiento siguen estando a años luz de los neandertales. Un ejemplo claro de esas subespecies son quienes aún se comportan como “machos alfa” que expresan su dominio a través de la violencia de género irracional.

Sí, la competencia natural, nos expone a desafíos. Algunos los resuelven con inteligencia y , a otros, les ataca  el nerviosismo.

Algo de eso le ha ocurrido a la Izquierda Abertzale histórica representada por Sortu. Los pasados días conocíamos un manifiesto de una corriente interna que se autodenominaba “Ekintza garaia da”. Viejos “nostálgicos” que, por primera vez aparecían en público, para anotar sus diferencias con el “aggiorgiamiento” que a su juicio había protagonizado el universo sociológico de lo que llamaríamos la antigua “Batasuna”.

Es cierto que la Izquierda Abertzale ha protagonizado un tránsito reconocible para adecuarse al sistema democrático. Es reconocible y encomiable. Su deslinde de la estrategia político-militar del pasado es un hecho que ha beneficiado a todos, y en especial a la sociedad vasca. A pesar de que sus pasos todavía no sean firmes en determinados ámbitos o que, a todo el mudo le gustaría que sus ritmos de evolución fueran más rápidos. Sin embargo, cuando en toda su crudeza se observa –como lo demuestra el afloramiento de su sector crítico- que en ese universo sociológico no existe tampoco un consenso global que propicie esa adecuación-modernización de las ideas y de la estructura de la Izquierda Abertzale, se entienden mejor las dificultades que Hasier Arraiz y los suyos están teniendo para desbrozar y despejar su propio camino.

Es difícil interpretar la relación de fuerzas que esa disidencia ahora aflorada puede llegar a tener en Sortu. Pero  contemplar, por pequeño que sea, que un colectivo de ese mundo añora volver al pasado del  MLNV  pone los pelos de punta.

No quisiera hacer demasiado énfasis en la “nueva” corriente política aparecida estos días pasados. No es mi intención hurgar en problema ajeno y, además, desconozco la relevancia que ese colectivo pueda llegar a tener. Pero sí reseñaré la amargura y la dureza con la que fueron tratados los actuales dirigentes de Sortu por quienes se suponen son compañeros de viaje. Con “camaradas” así, es difícil ponerse de acuerdo para ir a ningún lado. Sobre todo cuando lo que algunos pretenden es volverse atrás o reconducir los pasos de todo un colectivo político hacia una vía sin salidas (la amnistía) o a la radicalidad  extenuante que ya transitaron sin cumplir objetivo alguno.

Con este ambiente es comprensible, y más tras el baño de realismo que la Izquierda Abertzale tuvo en las pasadas elecciones municipales y forales, que el análisis de situación que debe hacer Sortu  se complique seriamente. Si a eso añadimos la incesante petición del resto de formaciones políticas para que aclare sus posiciones y salga del impasse en que se encuentra, entendemos algunas reacciones atípicas como la que protagonizó Hasier Arraiz  el pasado miércoles, acusando al líder de Podemos en Euskadi de trabajar para el PNV.

No Arraiz, no. Roberto Uriarte no trabaja para el PNV. Aunque, como bien  se haya apuntado, en  su juventud militara en este partido. Algunos dirigentes de la Izquierda Abertzale, también comenzaron militando en el PNV y no por ello a nadie se le ocurra decir que Sortu o EH Bildu trabaje para Sabin Etxea.

Lo que realmente ocurre es que en el momento actual, en el que la Izquierda Abertzale pasa por una pequeña crisis (no sé si de identidad o de crecimiento), aparecen en el horizonte unas elecciones españolas en las que Podemos , puede convertirse en la “avispa asiática” de la Izquierda Abertzale. El referente “externo” que ha llegado para competir electoralmente  en radicalidad y alternativa a la marca bajo la que se presente la Izquierda patriótica.  Eso es lo que ocurre. Que hay desasosiego y nerviosismo  para enfrentarse a unos comicios que “no son propios”, que no se saben cómo abordarlos y de los que se pretenden salvar los muebles. Y en los que la competencia con otras opciones, llegadas a Euskadi con la “globalización” de la indignación que ellos mismos cultivaron con fruición y apego.

Ahora, el problema que tienen pasa por no sufrir demasiado desgaste que acentúe su crisis particular. Así, se inventaron aquella ingeniosa plataforma ideada por  Ramón Zallo y compañía. El Frente Popular  de los notables  prescriptores de la casta estudiantil. Una especie de “tuna” revolucionaria  que la “avispa asiática” enseguida detectó como una trampa para desactivarla en Euskadi. Ahora, la Izquierda Abertzale busca una confrontación directa con Podemos,  partido con el que tanto Sortu como el PP de Rajoy vinculan en alianza con el PNV de Ortuzar . Extrañas conclusiones para análisis tan distintos.

Es el temor a perder el espacio lo que mueve a tan disparatadas conjunciones. Las elecciones generales  son, para todos,  un desafío y un enigma. La cuestión estriba en determinar claramente cuál es la función de cada cual en ese ámbito –el Estado-, qué posición se pretende mantener allí y explicar todo ello con simpleza y convicción al electorado vasco para obtener su confianza. 

Intentar ocupar una posición a codazos y empujones, por miedo a perder la posición, provoca a menudo, como en las carreras ciclistas, que quien pugna por hacerse hueco termine en el suelo. Kontuz.    

3 comentarios:

  1. Me permitirá usted que le apunte dos errores flagrantes en su disertación para hurgar, como bien dice, en el ojo ajeno. La primera, tratar de reducir al entorno abertzale por el cambio de régimen a un partido político como es Sortu. Es lógico intentar empequeñecer al adversario, pero sabe usted bien que la flaqueza electoral poco tiene que ver con la estructura social y la capacidad de influir en los procesos del día a día. Mire si no al PNV, que con sus buenos resultados electorales ya me dirá usted en que ha quedado la militancia más allá de las propias elecciones y algunas apariciones festivas.

    El segundo error que comete, y este se lo digo de buena tinta, es tratar de viciar la sintonía natural que se da entre Podemos y Bildu de cara a proyectar un futuro de cambio de régimen, es decir y en nuestro caso, de caída del PNV del Gobierno Vasco en 2016. Es verdad que comparten espacios de organización y votantes potenciales y, por tanto, les veremos disputarse la hhegemonía en diversos tema, pero esto no quita en absoluto que ambos magmas sociales y crecientemente político y politizados apuntan en la misma dirección, que es conseguir que ustedes dejen de gobernar este país.

    Atentamente
    JBZ

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  2. A JBC, Sin querer profundizar y no monopolizar el blogg del Sr. Mediavilla, indicarle que efectivamente la sintonía natural del Pueblo vasco es corregir los desmanes y malas praxis realizadas con muy buena sintonía ( con los suyos y no con los ajenos) del conglomerado de izquierdas abertzales en Gipuzkoa. No se olvide caballero que las urnas mandan y no solo vota la festiva militancia.
    Y sin con poca militancia los resultados son los que son pues aun mejor. Estuvo Pachi, estuvo Garitano y ahora sigue el PNV , cuando quiera sr. JBZ me lo explica.

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  3. Pues si ser este el lugar para extenderse al respecto, sólo decirle que a mi parecer el PNV se sostiene con solvencia electoral, es cierto, pero enfangado en una carencia estructural de orientación para dar solución al inmenso hastío social. Esto se da, entre otras razones de menor rango, por falta de una alternativa seria en las claves de cambio de régimen, formula que está funcionando en Navarra y en diversos lugares del resto de la península y que no tardará en llegar a nuestras costas. Ya que, a pesar del hecho diferencial, no me negarán que aquí también estamos sometidos a un ajuste sin precedentes contra la clase trabajadora y esto sucede ante la impasividad de aquellos que durante tanto años han cogestionado este endeble y obsoleto modelo. El PNV se mantiene mediante el difícil y poco sostenible equilibrismo entre el "Euskadi is different" y la complicidad con una represión y malagestión corrupta de la que son partes contratantes de la primera parte.

    Agradeciendolo su solicitud.
    Atentamente
    JBZ

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