viernes, 3 de junio de 2011

EL MOMENTO DE LA VERDAD Y LÓPEZ DE EXCURSIÓN

El mismo día que Patxi López, no se sabe bien si en su condición de Lehendakari o de Secretario General de los socialistas vascos, afirmaba que su política no iba a alterarse como consecuencia de las “excursiones” del PNV a Madrid, el presidente de esta formación, Iñigo Urkullu y el jefe del gobierno español, Rodríguez Zapatero, se volvían a encontrar en la Moncloa.


López, enrocado en su alianza estratégica con el PP, pedía a los nacionalistas que impidieran el acceso de Bildu a las instituciones guipuzcoanas. No sólo lo pedía, sino que responsabilizaba directamente a los jeltzales de que esto ocurriera, olvidándose, entre otras cosas, de que el pasado día 22 la ciudadanía había votado y lo había hecho de una manera nítida y mayoritaria del lado de la coalición de la Izquierda Abertzale (al menos en el territorio de Gipuzkoa)

Su discurso, nuevamente exigente en relación a los demás –López es especialista en aconsejar a los otros de lo que deben hacer sin comprometerse en lo que él, en primera persona,está dispuesto a llevar adelante- se parapetaba en algo así como una “ilegalización” fáctica de Bildu. “Bildu –según López- tiene todavía recorrido democrático por hacer”. “El gobierno de Bildu paralizará un territorio”. En suma, que pese a la sentencia del electorado, una formación legal como la que representa Bildu, debe ser condenada al ostracismo de la oposición.

Y todo eso, sin analizar por un segundo, la relevancia que los resultados electorales pueden y deben tener en la consolidación de la alternativa civil y democrática de la Izquierda Abertzale y su proyección global a la sociedad vasca en lo referente a normalización política y convivencia en paz.

Vamos, que puestos a ir de excursión, López viajó de ningún sitio a ninguna parte.


En paralelo, como si alguien pretendiera, una vez más, resaltar su vacuidad política, el presidente español, Rodríguez Zapatero e Iñigo Urkullu se reunían en la Moncloa para analizar y compartir diagnósticos. Sobre el tapete, entre otras materias, volvió a estar el proceso de pacificación y normalización.

Zapatero está empecinado en finalizar su mandato al frente del ejecutivo español. Su “viaje” culminará en marzo o abril (en el mejor de los casos) y su objetivo es que su candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, dispute y gane la carrera. En el libro de ruta de esta corta etapa aparecen metas volantes y puertos de montaña que superar. Los tiene perfectamente marcados en el plano. Está plenamente convencido de lo que debe hacer. Sabe que la economía española necesita nuevas reformas. Las abordará sin titubeos, aunque por el camino le partan la cara. Es más, él mismo se ofrecerá como “escudo humano” a apalear para evitar el desgaste de su “esprinter”. También tiene marcada en la ruta, el encauzamiento de un proceso que traiga la paz, y que acabe con ETA.

No son tareas sencillas. Y necesita apoyos.


Urkullu ha vuelto a responderle. El PNV siempre apoyará una expectativa de paz para Euskadi. Aunque para alcanzarla tenga que pagar un precio de desgaste. La mezquindad de no querer pagar un precio político propio como contraprestación al bien supremo de la paz no entra en la estrategia jeltzale.


El plazo para garantizar que el camino a emprender no tiene vuelta atrás, es muy corto. Hay que dar pasos ya. Los pasos no pueden ser unidireccionales. Los tienen que adoptar todas las partes. Y el coste de la operación deberá ser sufragada de forma mancomunada.

Bildu o la Izquierda Abertzale también. Es su momento. Tras la travesía por las urnas y la certificación de que esa vía, la civil, es la única que les conduce al éxito, deben recobrar protagonismo. Es su tiempo. Tiempo de exigencia, de constatación de que ETA es el pasado.Y que ellos son el presente y el futuro. Tiempo de gestos, de declaraciones de principios.También, por qué no, tiempo de gobierno, de tomar tierra con la realidad de los problemas generales que afectan a la gente.

Zapatero, afeando otra vez a López ha dicho que hay que esperar para ver si la presencia de Bildu en las instituciones es un "factor que nos hace ir hacia adelante en el fin de ETA". Ha marcado el inicio del viaje. Hay que aprovechar el tiempo. No sea que quienes como López se empecinan en el pasado ganen la partida y el final del túnel sea taponado y la oportunidad se pierda.

Es el inicio del nuevo tiempo. Hay que correr. Zapatero está en los tacos de salida. La Izquierda Abertzale – Bildu debe poner el semáforo en verde. Es el momento de la verdad.

Y el lehendakari López de excursión con Basagoiti.

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